¿A QUÉ SABRÁ EL WHISKY DE SHACKLETON?

Ha estado enterrado bajo el hielo de la Antártida durante 100 años, abandonado por la misión en el Polo Sur de Shackleton de 1909. El whisky fue descubierto por exploradores antárticos en 2006, que no pudieron sacarlo porque estaba atrapado demasiado profundamente en el hielo. Ahora la compañía Whyte & Mackay quiere enviar a un grupo de exploradores de Nueva Zelanda para sacarlo con herramientas especiales, todo para conseguir una muestra del whisky. Por lo visto, el whisky puede sobrevivir indefinidamente, con un buen sabor, si se almacena adecuadamente. No debe ser expuesto a la luz ni al calor, y la botella debe conservarse colocada verticalmente, a diferencia del vino porque el alcohol del whisky, cuatro veces superior al del vino, erosionaría el tapón de la botella con el paso del tiempo.

La noticia no me ha llamado la atención tanto por las curiosidades sobre el whisky y su conservación como por Ernest Shackleton (arriba en la foto, el del centro) y sus expediciones. Como muchos sabéis, resulta que este mismo año se ha publicado un tebeo español, de Luis Bustos, que cuenta una expedición del explorador británico posterior "a la del whisky", la de 1914, a bordo de un barco llamado ENDURANCE, título del tebeo de Bustos (Planeta DeAgostini, 2009). Una odisea de resistencia humana narrada poderosamente, como la ocasión requería, a brochazos de pincel en los que late el pulso de Kirby y con diseños tan osados como los que Tezuka empleaba en sus páginas, todo ello 100% Bustos. Y ahora mismo, al volver a ojear el tebeo, me he percatado de que una de las viñetas que más me gustaron, ya hacia el final, muestra a doble página un plano aéreo (en realidad "divino", o de cosmonauta en órbita alrededor de la Tierra, ¿puede oírme, Mayor Tom?) similar a los que Amenábar emplea varias veces en su recientemente estrenada ÁGORA (ENDURANCE se publicó el pasado mayo, y además sé que Bustos no ha visto la película). Como decíamos ayer en los comentarios, a veces las ideas parecen estar flotando en el aire. Sólo hay que tener la inspiración para materializarlas.