jueves, 24 de julio de 2014

maison des auteurs free tour

Bienvenidos a la Maison des Auters en Angoulême, amiguitos. Acompáñenme a la cripta donde los dibujantes residentes trabajan encadenados bajo la atenta mirada de sus guardianas...

Este es el hall. Al fondo, sentada, Pilar Muñoz, directora de la Maison, y Brigitte Macias, de pie, asistente todoterreno que lo mismo actualiza la web de la Maison que instala los programas en cada ordenador o explica al nuevo residente cómo usar las instalaciones. La generosidad y amabilidad de las dos no se puede explicar con palabras: hay que vivirlo en persona.


Más imágenes del hall.



Seguimos en la planta baja. Al fondo, una sala común.


Las escaleras de caracol por las que subo todos los días al primer piso. Hay mucha escalera de caracol aquí. En general. 

Pasillo del primer piso. En este piso paso la mayor parte del día porque es donde está mi estudio.
 Vivimos a hombros de gigantes. 

Pulpo a feira en el descansillo del primer piso donde hacemos el break para el café. Un no-premio para el que reconozca la imagen sin pinchar en el enlace.

 
Las vistas desde la salida de emergencia que se veía antes al fondo del pasillo.


Chema Peral e Inma Lorente saludan a la cámara.

Volvamos al pasillo del primer piso.
Bienvenidos a mi humilde morada en la Maison... Entren, entren, amiguitos, en la cripta de mi atelier.
 




Vistas desde mi cueva.

Primeros días en la Maison. Ahora el montón de papel en blanco ha disminuido notablemente.
Una araña como ésta picó a Peter Parker. Déjala vivir.
Vuelta al pasillo del primer piso. Un dibujo original de Fabrice Neaud, donado a la Maison.

 
Los grifos de la Maison son muy de cómic.

Por una cuestión logística me tuve que mudar al estudio de al lado, éste de la foto. Al fondo acecha la bestia en su cubil. En un buen día, me puedo quedar dibujando hasta las una o las dos de la mañana. Hoy sin embargo estoy cansado y no tengo energías para dibujar mucho, así que me he entregado al blog.

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Acompáñenme ahora a la casa donde vivo, amiguitos, un pisito que comparto con Chema Peral. Está a un salto, a sólo dos minutos andando de la Maison.
Subiendo, sí, otra escalera de caracol.
 Y aquí la escalera de caracol de la casa. Ya lo decía antes. Les encantan.
 Un dibujo de la libreta que se dejó Chema Peral un día en la mesa del comedor.
Chema himself. Orgulloso de las escaleras tan buenas que hacen aquí.

Cocina desde la escalera

Camota mía

Vendemos bicis de segunda mano. Interesados envíen mensaje

Todo dispuesto para el apéritif en la salle à manger

Salgamos ahora a dar una vuelta.

El río Charente, en un paseo de varios kilómetros que conduce al lago de Saint Yrieix

Casa jardín

Angoulême Vice

El Charente al paso de Angoulême no ha cambiado demasiado en los últimos cien años. El paisaje es una pintura de principios del siglo XX que vimos en el Museo de Angoulême.

La luz de un nueve de julio en Angoulême, a la diez y veinte. De la noche.

Se acabó lo que se daba. Por ahora. À bientôt

martes, 22 de julio de 2014

reacción frente a diversidad

«El otro día vivíamos una pequeña polémica a raíz de la reacción cavernaria de algunos miembros del gremio de los tebeos que se sentían ofendidos (atacados diría yo, a juzgar por el tono beligerante de sus comentarios), con una reseña muy favorable sobre Culto Charles, el nuevo cómic de Jose Ja Ja Ja editado por Fulgencio Pimentel. Algunos de los implicados en la polémica también se las veían no hace mucho con la obra de Nacho García, y en general parece que existe un sector muy ruidoso que se comporta como una policía del buen gusto que denuncia con estruendo, entrando con pasmosa facilidad en las descalificaciones personales, todo aquello que desafíe su estricto canon de lo que debe ser un tebeo. 
Para mí, tanto Jose Ja Ja Ja como Nacho García, por seguir con estos dos ejemplos y siendo autores muy distintos, están haciendo algunos de los cómics más interesantes de la actualidad en nuestro país, pero todo es opinable. Quizás entra dentro de lo previsible que obras tan abiertamente radicales generen esta polarización en los lectores, aunque no deja de resultar desagradable leer ciertos comentarios reduccionistas y en ocasiones alarmantemente desinformados que parecen venir más del rencor que de una reflexión razonada. Y a todo esto hay que añadir, por supuesto, la impunidad inherente a los nuevos foros, en los que alguien puede despacharse sin mesura y luego eliminarlo todo en un click incluso antes de que los afectados tengan la oportunidad de defenderse. 
[...]
Una de las consecuencias que encuentro más positivas del proceso de normalización del medio en el que estamos inmersos es que da lugar a una mayor visibilidad de aquellos trabajos de vocación experimental, de autores dispuestos a correr riesgos en sus formas narrativas y decididos a buscar nuevas vías poco transitadas. No debemos olvidar que tarde o temprano todos los demás nos beneficiaremos de sus hallazgos, sin tener que sufrir sus incertidumbres. Si el medio no tuviera sitio para los autores que no se ajustan al canon, se convertiría rápidamente en un bloque estático, y por lo tanto condenado a la extinción. Por suerte, y a pesar de las opiniones fanáticas de unas minorías, nuestro cómic está muy vivo y mutando, así que desde aquí quiero agradecer el esfuerzo a los autores que lo hacen posible. La pluralidad de formatos, estilos y temas es una gran noticia, y en ningún caso es excluyente de las concepciones más clásicas. El cómic se mueve en muchas direcciones a la vez, pero los gustos no tienen por qué hacerlo. No pasa nada. 
[...] 
Cuando me topo con esa actitud resabiada del que cree que ya lo ha visto todo, el que habla de buenos y malos dibujos como si fuera un profesor de instituto evaluando una asignatura, o el que llama pose a cualquier postura distinta de la suya, me imagino el hastío que debe suponer para esta gente enfrentar la diversidad, la riqueza a la que todo medio cultural intenta aspirar. Por supuesto que no todas las obras son para todos los públicos, y es que es justo así como debe ser. Aun como amante irredento del medio, muchas de las cosas que se publican me resultan intragables, pero no me siento desafiado de ninguna manera por su existencia, sino más bien lo contrario. Estoy encantado de que haya sitio para todo, y no veo por qué esa circunstancia perjudicaría a ningún lector, que no está obligado a interesarse en nada más que lo que cada uno decida. Como en cualquier industria, es la ley de la oferta y la demanda la que en última instancia determina la viabilidad económica del producto, y por extensión su presencia en la estantería. Y al mismo tiempo, no todos los títulos tienen la misma vocación comercial ni se rentabilizan con los mismos números. También es buena la diversidad ahí».
 —Antonio Hitos, sigue en Club Cultura

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Más: EXPERIMENTOS

la prueba irrefutable de la existencia de Dios

«Bueno, llegó el tema de la política, me gustaría hablar de esto. 
[...] Juanjo: yo soy de Podemos, lo dejamos ahí. A Mario y a mí nos dio un folleto en un barrio de Valencia un señor y nos dijo “Votar a este”. Que lo cuente Mario… 
Raquel: Ser de Podemos ahora es indie, pero esperamos que llegue a ser mainstream. 
(Risas) 
Juanjo: no es tan indie… Tercera fuerza en Madrid ya es para tomárselo en serio. Puede que sean la auténtica próxima izquierda, y más teniendo en cuenta como han reaccionado el resto de partidos. Hasta Rajoy ha dicho “me interesa un PSOE fuerte”. La clase política se apoya. No sé… no creo que sea algo alternativo a la política o a los partidos. Han entrado muy fuerte. Yo tengo ganas de que salga alguien nuevo aunque sea con coleta. 
[...]  
¿Qué te decía Artur cuando veía que había dibujado ya 200 páginas [de Dream Team] y que aún seguía la cosa, Mario? 
Mario: Le dije, “Artur, va a tener 400 páginas”, porque básicamente cuando tenía doscientas no había llegado ni a las fallas y la mentira de la historia aún seguía en el aire, todavía tenía que ser descubierta. Luego hay una escena muy larga que es cuando el padre se entera y lo ve al día siguiente, y le decía, “Artur tira páginas, tira, tira, haz muchas en silencio una tras otra”, y él empezó a dibujar muchas. 
¿Y qué dijo cuando se enteró finalmente de que sólo estaba a la mitad de la obra? 
Mario: me dijo, “qué le vamos hacer, pues habrá que seguir hasta el final”. 
Artur: Y después lloré tres horas. 
O sea, un libro sobre una mentira construido sobre otra mentira. 
Mario: sí, ja, ja, ja. Es algo así, el proceso y el tema fue toda una mentira, y la editora siempre decía ¿pero cuántas páginas faltan? Y yo le decía siempre “nueve”. Y la editorial contestaba, “pero hace dos meses le faltaban nueve”.  
(Risas) 
Mario: Y Artur hacía casi cuatro por día. En fin, la prueba irrefutable de la existencia de Dios es cómo en este puñetero país se hacen los cómics».
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Entrevisto a Raquel Córcoles (Moderna de Pueblo), Juanjo Sáez, Mario Torrecillas y Artur Laperla a propósito de sus cómics recientes. Hablamos también de la vida en el barrio, la reciente crisis y la política actual, las redes sociales y mucho más. En la revista Passeig de Gràcia / Paseo de Gracia, sigue aquí
(Foto de Raquel Córcoles: Rai Robledo
Foto de Juanjo Sáez: Marta Castro 
Foto de Mario Torrecillas y Artur Laperla: Eva Cuenca)