domingo, 22 de noviembre de 2009

EL SENDERO DORADO



Creo que esto ya lo subí a Con C de Arte hace "mil años", pero bueno, es que llevo una mañana Flaming Lips y me apetece. Colaboración sublime entre The Chemical Brothers (reinaron durante largo tiempo, aunque todo se acaba) y The Flaming Lips, grupo al que tengo en gran estima (que me molan mucho, vaya), en THE GOLDEN PATH me gusta todo: la música, la ironía de la letra, incluso el clip dirigido por Chris Milk, que maneja con gracia y talento esa idea ya tópica -y a la vez tan clásica- de contraponer gris realidad con fantasía colorida. Como han subrayado los lacanianos, edificamos en todo momento nuestra realidad social sobre la base de las fantasías. La fantasía es el soporte de nuestro sentido de la realidad, tanto en los pensamientos conscientes como inconscientes, en los sueños (realizaciones alucinatorias de deseos inconscientes) y en las proyecciones que hacemos en la ficción que consumimos (catarsis, identificación de diverso tipo, etc.). El final del clip de THE GOLDEN PATH podría verse en dos claves, una de épica adolescente, según la cual perderse en la fantasía es posible y hasta deseable, y otra adulta: las fantasías son necesarias y sobre todo inevitables, pero cuidado con dejar de vivir la vida real por obsesionarte con ellas. Cuidado con perderse en la fantasía hasta diluirse.

Mientras caminaba,
por el supuesto sendero dorado
Me vi confrontado
con espectros misteriosos.
Me señalaron el cementerio,
más allá de la colina.
Hice una pausa en la reflexión cósmica,
confundido y preguntándome,
cómo vine a morir.
Hmmm...
Yo estaba confundido.
Porque si yo estaba muerto,
¿cómo y por qué,
había muerto?
Pero me tranquilicé.
Y decidí que debía hacerle frente
Sin embargo, me quedé paralizado,
en el supuesto sendero dorado,
y me vi enfrentado
a la fuerza de un poderoso demonio.
Dijo que era el diablo,
y cuando habló,
sus palabras fluían como la lava ardiente de la boca de un volcán.
Y yo dije: ¡Ayúdame Señor!
¡Me encontraba en algún tipo de infierno!
Pero yo no creía en
el cielo y el infierno,
mundos opuestos, una especie de realidad.
Y gané el control de mí mismo,
y decidí seguir adelante.
Y conforme caminaba
por el supuesto sendero dorado,
estaba temblando de miedo,
oh, los leones y los brujos aún por venir.
Vi en la distancia,
montañas de plata ascendiendo en las nubes
y una voz desde arriba susurró,
alguna respuesta brillante de la luna.
Por favor, perdóname,
Nunca quise hacerte daño.
Por favor, perdóname,
Nunca quise hacerte daño.
Por favor, perdóname,
Nunca quise hacerte daño.
Por favor, perdóname,
Nunca quise hacerte daño.
Por favor, perdóname,
Nunca quise hacerte daño.
(Conforme caminaba)
Por favor, perdóname (Conforme caminaba)
Nunca quise hacerte daño (Conforme caminaba)
(Conforme caminaba)
(Conforme caminaba)
Por favor, perdóname, (Conforme caminaba)
Nunca quise hacerte daño. (Conforme caminaba)
Por favor, perdóname,
Nunca quise hacerte daño.

(THE GOLDEN PATH, 2003, The Chemical Brothers / The Flaming Lips)

6 comentarios:

Pardi dijo...

Fantástico el video-clip. Muy bueno

Jordi Bravo dijo...

"Si miras a tu alrededor, prácticamente todo lo que te rodea procede de la mente humana. Vivimos en el interior de nuestras propias mentes. Le damos forma a lo que nos rodea en nuestra mente, y nos rodeamos con nuestras propias ideas"
Alan Moore entrevistado por Jaime Rodríguez para el U (diciembre de 1999).

Nemo dijo...

A mí también me encantan The Flaming Lips, pero su último album me ha decepcionado soberanamente. Me permito copiar y pegar la pequeña reseña que colgué en mi blog y me gustaría leer opiniones contrapuestas a ver si lo escucho con otros oidos.

Wayne Coyne, líder de The Flaming Lips, tiene claras sus obsesiones. Otra cosa bien distinta es que nos tengan que interesar a todos. El espacio exterior, los marcianitos de cartón piedra y los sonidos de ciencia ficción de serie Z pueblan el nuevo larga duración del combo de Oklahoma. Poca música y muchos ruiditos en un album muy muy muy lejano de aquel glorioso The Soft Bulletin que grabasen hace ya 10 años. A Coyne se le puede llenar la boca hablando de las influencias de Miles Davis y John Lennon al hacer este disco, pero su música empieza a rozar el infantilismo en el peor sentido de la palabra, y sólo en escasas ocasiones encontramos pequeños destellos puntuales de grandeza. Embryonic no va más allá de una colección de maquetas y caras B que suenan a empacho de Krautrock mal digerido. Una tomadura de pelo.

Pepo Pérez dijo...

Digamos que como The Soft Bulletin no es...

Nemo dijo...

Ni tan siquiera es at War with the Mystics.

Edu dijo...

No, es infinitamente mejor que At War. A mí me parece un disco buenérrimo, en el que se limpian del sinfonismo que sí estaba empezando a empachar y vuelven a parecer un grupo. Es grasiento y oscuro y amenazador. Me mola mucho.