miércoles, 18 de marzo de 2009

EL HÉROE QUE HAY EN TI.

Me dicen off the record que héroes somos todos, cuando abrimos un ojo por la mañana y nos vamos a trabajar, cuando vamos a comprar el pan y la leche cada día. Y que superhéroes de verdad son los que dejan la comodidad sedentaria de su casita y se van por el mundo a ayudar a los que peor lo llevan. Es mucho más heroína la señora que cuida a una abuela con alzheimer y 98 años, que ningún Watchmen.

Por supuesto, sólo faltaba. Por eso el héroe se cuela constantemente en la ficción, incluso en ficciones diseñadas para de(con)struirlo tipo Watchmen. Los héroes de ficción hablan del hombre real, del "héroe" cotidiano. Esa es la tarea del héroe en los mitos y en general la ficción. Hablar de nosotros. Contarnos de forma sublimada y metafórica (con frecuencia idealizada, adornada, exagerada y casi siempre camuflada en símbolos y metáforas) de qué va todo esto. De cómo buscar un sentido a nuestra vida, cada uno el suyo. De cómo afrontar psicológicamente las dificultades extraordinarias por las que deberemos pasar, y en particular las crisis de cambio personal que habremos que superar, no una ni dos, a lo largo de la vida. Pequeños ciclos recurrentes de "muerte y resurrección" que nos preparan para el cambio definitivo, que es por supuesto el de la vida hacia la muerte. Regresar a la nada de la que vinimos con la dignidad de haber encontrado un sentido a toda la vida que se ha vivido, que es lo que te permite morir en paz. De todo eso nos habla el héroe de ficción porque todo eso es lo que proyectamos en él. Por eso el héroe lleva tantos siglos en nuestros sueños. En la mitología y literatura de muy distintas civilizaciones, en la pintura y en otras artes. Y desde hace siglo y pico, también en el cine y los tebeos. El héroe vino para quedarse. No puede irse por mucho que se le intente expulsar, sencillamente porque somos nosotros.

19 comentarios:

El Miope Muñoz dijo...

Me gustaría responderte, pero t'ha quedao muy bonito.

el tio berni dijo...

Y ya sabemos quién era el mayor héroe real que había conocido el gran autor de cómic moderno reivindicador del héroe, Frank Miller... su madre.

Álvaro Pons dijo...

Y la figura del héroe no puede ser también vista como una expresión de la alienación social del individuo?. Extraemos las cualidades de perfección del individuo y las proyectamos sobre un modelo. Sólo hasta que el individuo no se dé cuenta de que esas cualidades no precisan de héroes, que son propias del individuo, dejará de estar alienado.
Marxismo puro... :)

Pepo Pérez dijo...

Ya. Lo que pasa es que bastantes autores creen que lo que llamas alienación no es producto del sistema capitalista ni en realidad de ningún otro sistema económico. Porque la figura del héroe es muy antigua y universal (está en muchas culturas, también orientales). Hay quien piensa incluso que es anterior a toda educación, que procede de un patrón psicoideo. ¿Quién lo sabe...?

" Sólo hasta que el individuo no se dé cuenta de que esas cualidades no precisan de héroes, que son propias del individuo"

Pues justo para eso acabo de explicar qué significa metafóricamente el héroe en este post. Para que, por si a alguien le quedaba alguna duda, sepa que el héroe es él.

PAblo dijo...

Marxismo puro...y duro lo que expresa Álvaro.

Yo los veo más bien como patrones de conducta moralizantes y superestructuras del pensamiento hacia las que tender. Quimeras de la imaginación que se nos escapan una y otra vez enfrentados a la cruda realidad y sólo gozan de pervivencia en la idealizada caverna de nuestro inconsciente colectivo.

(A Pepo le ha quedado más bonito).

Impacientes Saludos.

Pepo Pérez dijo...

¿Y qué os parece esta definición?

"Hemos creado fantasías y luego hemos luchado por hacerlas realidad. Todo lo que se halla a vuestro alrededor ahora mismo tuvo su origen en la mente de alguien.
Al crear dioses, diosas, héroes y heroínas, intentábamos ser como ellos, extender nuestras personalidades a través de la imaginación pura."

Ismael dijo...

¿Coleridge? No creo que sea de Plotino, pero ni idea. Me recuerda el catálogo de conflictos y oposiciones entre lo inconsciente y lo consciente del Carl Jung en la categoría de espacio y tiempo. Tengo una más bella y bellotona:
"El monje abandona su nombre familiar y se convierte en el hijo del Buda."
Creo que es posible elaborar un ejemplo de lo que me parece indica la entrada (junto a eso de la alienación, angustia en profano) comparando Koolau el leproso de Giménez y la estructura de los cuentecitos de los Magische Flucht.
También se puede recordar El gabinete del doctor Salgari o Gilgamesh (The Tebeo, premio al fumetón religioso) y ver más directamente que es eso de los "Pequeños ciclos recurrentes de 'muerte y resurrección' que nos preparan para el cambio definitivo, que es por supuesto el de la vida hacia la muerte": en dos palabras (como un toro), la inmortalidad se crea continuamente. Asanas, figuritas, creencias y otras monadas, porque si morimos tantas veces al día como aseguran las malas canciones y las anamnésicas pelis francesas de los sesenta, es que hay algo sobre este suelo que no debe ser de por aquí. Recuerdo un tebeo (Víctor Santos) en el que los dioses caía del cielo y cuantos más se precipitaban sobre la tierra más difícil se hacía para los hombres distinguir las piedras, los objetos sagrados, de todos las otras piedras y objetos; no era porque aquellos se extingieran, sino porque cualquiera podía participar de las entidades divinas, lo sagrado.
Así se llegó a la madalena marca Proust y, hoy, cualquiera puede ser por un momento el judío errante. Ni cuenta hay que darse--> Marcos 14, 34

El Miope Muñoz dijo...

Curiosamente, off topiqueando, Watchmen transcurre en un 1985 alternativo.

http://www.youtube.com/watch?v=1VJ4B08ySEk

Anda, en un 2009 alternativo donde la democracia es reprimida por fuerzas de ley y orden a base de hostias. Espera....

He dicho en un 2009 alternativo?

Pepo Pérez dijo...

Sí, es curioso. Sobre todo porque la frase que he pegado antes:

"Hemos creado fantasías y luego hemos luchado por hacerlas realidad. Todo lo que se halla a vuestro alrededor ahora mismo tuvo su origen en la mente de alguien.
Al crear dioses, diosas, héroes y heroínas, intentábamos ser como ellos, extender nuestras personalidades a través de la imaginación pura."

es de Alan Moore. De 2005.

Pepo Pérez dijo...

Antes se hablaba de marxismo. ¿Habéis estado en Moscú? Allí tuvieron más de setenta años para ponerlo en práctica. Stalin en su momento mandó destruir alguna basílica que otra. Sin embargo, las siete "torres" de Moscú, edificios gubernamentales muy altos construidos durante el comunismo, tienen unos remates que recuerdan totalmente a los de una catedral. Son "catedrales", pretenden serlo. Sólo que en vez de estar dedicadas a Dios, lo estaban al partido.
Aún hoy existe un culto a los "héroes" del partido muy similar al culto religioso. ¿La momia de Lenin en la Plaza Roja? Es como la de un papa cualquiera. El recinto en en el que se puede ver apenas está iluminado, y no se permite hablar. Los soldados que custodian la momia te mandan callar y quitarte gorro y guantes si llevas. Afuera, justo detrás, las tumbas de dirigentes del partido y presidentes comunistas. Todos los días hay gente que deja (aún hoy) rosas sobre sus tumbas. Sí, incluso en la de Stalin.

La Cuba comunista (cinco décadas de comunismo) es la misma que produjo el mito heroico del Che. Eso no se puede olvidar. La famosa foto-icono del Che se tomó (la foto de Alberto Korda, sí) en Cuba. En Cuba también ha habido y sigue habiendo muchísima santería.

En fin, queda ya clara mi postura,no hace falta seguir. Y creo que Moore tiene razón, por supuesto.

Álvaro Pons dijo...

La exaltación del líder del estalinismo es uno de los mejores ejemplos de la alienación de la que Marx prevenía. No creo que, a estas alturas, se pueda confuundir la dictadura del proletariado de la que hablaba Marx de las dictaduras estalinistas o cubana. Tristes ejemplos de cómo una idea es pervertida.

Yo, personalmente, creo que la figura del héroe inalcanzable, es una extrapolación del hecho religioso. Es, indudablemente, parte de nuestra biología, de nuestro mecanismo de defensa del miedo a morir, desde la recreación del mito de la inmortalidad (el héroe mitológico) hasta el sacrificio del héroe judeocristiano (la base del héroe romántico). Pero, también, un límite que nos impide avanzar, que no deja que el hombre supere su atavismo religioso. Creo que una cosa es la fantasía y otra la mitología, la religión, el héroe. La fantasía nos hace avanzar, cierto, pero la religión del héroe nos atrasa siempre.
Es, por supuesto, una idea personal e intransferible.

Pepo Pérez dijo...

Sobre el marxismo y su aplicación práctica... bueno, yo no hablaba de esa diferencia. Hablaba de que cuando se ha puesto en práctica, a menudo se han sustituido los símbolos religiosos por otros. Los de los gobernantes. O de que ha sido imposible desterrar los símbolos religiosos. El comunismo es la práctica del marxismo, es lo único que tenemos para observar.

La fantasía y el héroe (o los mitos) es lo mismo. Exactamente lo mismo. Y todos los mitos heroicos apelan a la idea de inmortalidad, claro. Todos, de una manera u otra, más literal o más simbólica.

Y si la ciencia está diciendo que nuestro "diseño" biológico es el que nos hace tener creencias religiosas, espirituales o mágicas (hay quien cree incluso que, y ya hablamos de esto, esas creencias son derivaciones del sentimiento amoroso, que es el que nos lleva a la reproducción y cuidado posterior de las crías) porque en muchas ocasiones esas creencias nos resultan beneficiosas -y necesarias- para sobrevivir, ¿cómo es posible superarlas? Como diría aquel, nadie puede alzarse a sí mismo tirándose del pelo.

Y, bueno, yo creo que muchas de esas creencias y fantasías (que es lo que son, fantasías del ser humano, siempre; dioses, héroes, mitos) son justamente las que nos han permitido avanzar. Como sugiere Moore con razón, las fantasías de dioses y héroes son proyecciones de nuestra imaginación para aspirar a ser mejores, a avanzar. No a retroceder. El héroe, para mí, procede del mismo arquetipo humano, cumple las mismas funciones y obedece a las mismas pulsiones. ES una fantasía. Para poder volar, antes alguien tuvo que soñarlo como simple fantasía. Es lo mismo. (""Hemos creado fantasías y luego hemos luchado por hacerlas realidad."). Para poder comunicarnos como lo hacemos ahora, alguien lo soñó antes como simple fantasía. Para poder teleportarnos... ejem, bueno, aún no podemo,, pero cuidadín que ya hemos fantaseado con eso, de nuevo alguien lo ha soñado antes como simple fantasía... A ver qué descubrimientos nos depara la física cuántica en los próximos años porque a lo mejor esa fantasía también termina convirtiéndose en realidad. Estoy seguro de que la cuántica nos va a dar muchas más sorpresas de las que ya ha dado.

Entonces, el paso siguiente que tú propones para dejar atrás la carga de atavismos religiosos es, para mí (para mí, ojo), NO NEGAR la necesidad de tener esos sentimientos o creencias mágicas, esas fantasías, porque son propias de nuestra propia construcción biológica, sino, simplemente, tomar plena conciencia de que son fantasías. Y tomar conciencia de que una fantasía (o ficción) usada positivamente puede resultarnos de muchísima utilidad. Como suele decirse, el poder de la fantasía es inmenso. Hace muchos siglos, fantaseamos con volar. Ahora lo hacemos. Bla bla, Etc., no me repito.

PAblo dijo...

Álvaro,

Yo no creo que no debemos confundir Dios y Héroe, aunque sean conceptos muy próximos. Dios es inalcanzable para el humano que lo crea pero el héroe es una figura más cercano, una pauta de conducta a la que tender. Esta diferenciación es muy clara en los mitos griegos, por ejemplo.

Lo que impide avanzar, si eso realmente es así que no lo tengo seguro, no es la figura del héroe sino precisamente, como tú indicas, el miedo a lo desconocido (la muerte).

El héroe radica en la imaginación humana que es probablemente una de las cualidades que nos permiten avanzar como especie y dado su caracter ejemplarizante aprender.

El culto del héroe y su efecto propagandístico ha sido explotado en muchos sistemas sociales con efectos adversos, tanto en los comunistas como en los basados en las religiones monoteistas (¿Hay mucha diferencia en su función justificante entre los santos y los héroes de la Revolución? Yo creo que no). Pero la interpretación social que se de a la figura heroica no es intrinseca al concepto de héroe.

No me enrollo más.
Impacientes Saludos.

Pepo Pérez dijo...

Por supuesto que los mitos han sido manipulados por religiones, gobiernos y partidos... se sigue haciendo todavía. Pero eso no significa que los mitos procedan de los sacerdotes o políticos, ni mucho menos el arquetipo heroico, que es "de todos"... estoy de acuerdo, PAblo.

"El héroe radica en la imaginación humana que es probablemente una de las cualidades que nos permiten avanzar como especie y dado su caracter ejemplarizante aprender."

Bastante mejor expresado que yo.

Álvaro Pons dijo...

Pues temo estar en desacuerdo. Fantasía no implica la necesidad de héroes. Se puede pensar en volar como un pájaro sin necesidad de ser Superman.
Pablo: pero se puede interpretar también como que esos héroes metahumanos son la conexión con los dioses. Y, de hecho, los dioses previos al monoteísmo eran héroes...
Es posible que mi postura sea excesivamente científica. Deformación profesional, debe ser.

PAblo dijo...

Tampoco se trata de simplificar en exceso.

Fantasía es un concepto más amplio que el de Héroe y este no es necesariamente una "conditio sine qua nom" aunque sean conceptos que hayan podido ir ligados desde antiguo por un proceso muy humano de simplificación: dotar de virtudes extraordinarias a un ser esencialmente humano es más sencillo para la asimilación.

Por ejemplo, Leonardo cuando estudió el vuelo lo hizo en función del Hombre, fantaseando con asociarle alas como un pájaro. No creo errar demasiado si pienso que se inspiró en un mito clásico como el de Icaro en lo que fue un paso intermedio imprescindible para que siglos más tarde se pudieran desarrollar los aviones.

Álvaro,
Siguiendo con los dioses griegos, los antiguos no los imaginaron como entes cósmicos extraños y ajenos a la Humanidad sino como seres cercanos muchas veces con los mismos deseos y defectos que los mortales pero que podían convertirse en nubes o animales ajenos, por ello, a los mortales comunes que encontraban su nexo común en la figura del Héroe que solia ser el hijo/a de un mortal y un dios ¿Por qué? Ese parentesco divino era la manera más simple de explicar que un humano mortal fuese capaz de realizar hechos extraordinarios (heroicos). Un ejemplo claro sería el de Prometeo (que no Promethea). Luego los artistas y cronistas son los que embellecen esa explicación y ayudan a incorporarla al inconsciente colectivo otorgándole su carácter legendario.

Impacientes Saludos.

Pepo Pérez dijo...

Más razón que un santo, PAblo.

PErdona mi simplificación con el tema "fantasía", estaba hablando en terrenos muy muy simbólicos, casi abstractos. Claro que los productos de la imaginación o fantasía no son iguales, pero creo que a un nivel profundo el proceso mental tiene mucho que ver, y obedece a pulsiones parecidas, objetivos parecidos.

santibilbo dijo...

Hombre cualquiera que haya leido un relato heroico sabe que en nada se emparenta con lo divino, sino con el fuego de la pasión que lucha contra el olvido.La verdad de Homero es bastante más definitoria de la condicion humana que los genes de Dawkins bailando y sobreviviendo.Y eso que el bvritánico tiene una vision de mayor alcance y su marco es más grandioso

cimbalino.fm dijo...

Qué maravilloso debate! Y todo ha empezado hablando de una peli sobre superhéroes de tebeo!
Muy interesante.
Yo, que no tengo nada que aportar, por mi falta de conocimientos, y si entiendo lo que habeis dicho, solo me atrevería a lamentarme de que los hombres, en tantos siglos de simbología educadora, de sublimación de nosotros mismos en la figura del Héroe, etc... sigamos siendo tan mezquinos (a ver si el héroe fantastico es solo el vehículo para contar historias fabulosas y entretener al personal. Porque aprender poco...) Y puestos a lamentarse, que penita no existan de verdad, los superhéroes, digo, y que vengan a a recogerte al balcón de tu casa para darte un paseo por el cielo, con esas mallas y esas capas al viento.
Reconozco haber estado muy enamorada de Superman en mi niñez...
Gracias por tanta sabiduría compartida!