miércoles, 2 de septiembre de 2009

IMAGINE


"Imagina que en un planeta surge la vida y comienza a evolucionar desde la bacteria. El nivel de complejidad crece y aparecen especies con mayor control e independencia del medio. Finalmente, surge de la evolución el factor de adaptabilidad total: el raciocinio, la inteligencia si se quiere, con sede en una de las especies de dicho planeta.
Para esa especie, como para muchas de sus predecesoras ya existe la sociedad. Es una sociedad de personas físicas en la que los individuos juegan roles.

Con la inteligencia llega la colonización de todos los nichos ecológicos a favor de la especie de marras y el dominio sobre todas las demás especies y el planeta entero en su conjunto. El dominio sobre la evolución.
El siguiente paso en la evolución, ahora mucho más rápida, no es el homo superior, ni el ente espiritual individual, sino un ente virtual jurídico, creado por las sociedades de hombres: la empresa, sociedad de responsabilidad anónima.
El mundo es ahora su caldo de cultivo y sus procesos de nutrición (fagocitación de otras empresas, acumulación de dinero) y supervivencia son ahora los motores de la evolución. La especie que lo comenzó todo, la especie inteligente (nosotros) solo cumplimos en el mundo actual la función de sustento físico de las entidades jurídicas que se reparten la riqueza que solo nosotros podemos generar, la riqueza real. No tenemos parte en las decisiones importantes sobre el mundo o su evolución. Pero cargamos con la culpa de los crímenes que las sociedades cometen en lo que no es más que su funcionamiento como depredadores virtuales, sobre el cual las leyes humanas no ejercen control alguno".
--Enrique Vela, en los comentarios.