"El Superman de Miller es claramente el superhéroe del status quo, con su estoicismo anti-utópico y su fracaso en "mantener la responsabilidad filosófica que Friedrich Nietzsche juzgó tan vital para la posición del superhombre, cuyo objetivo era 'ir por debajo' para llevar a la humanidad las lecciones aprendidas, metafísicas o de otro tipo, como post-humanos, en un intento de influir en la utopía "(Wolf-Meyer, 501). Por otra parte, Bat-Man literalmente "va por debajo", a la manera nietzscheana de Wolf -Meyer, cuando entierra a Batman y Bruce Wayne y usa la Bat-topía para inaugurar la reforma social, convirtiéndose en un criminal a los ojos de la administración corrupta y sus agentes. Esta mezcla de (super) heroísmo y "criminalismo" es la culminación de la razón de ser de Bat-Man".
"(...) El trabajo satírico de The Dark Knight Strikes Again es también fundamental para esta distopía crítica. Moylan cita la explicación de Ildney Cavalcanti sobre la exageración satírica como una característica fundamental de la distopía crítica, una función "fundada en las relaciones oblicuas que implican significados "ocultos" y "desviaciones" de los usos normales" (citado en Moylan 192). En relación a esto, Jane Donawerth cita el trabajo de Alvin Kernan sobre la sátira de una manera útil para este debate, diciendo que "la sátira emplea un lenguaje sencillo y contundente y un estilo violento (especialmente la invectiva, la caricatura, la burla, y las imágenes de la enfermedad). En la sátira, el ideal es solamente entrevisto, y lo grotesco de la sociedad se pone de relieve" (40).
Mientras que The Dark Knight Returns estaba saturado por un "nivel de intenso realismo" (Klock 29), los colores vivos de Lynn Varley y el dibujo caricaturesco de Miller marcan a The Dark Knight Strikes Again como una sátira visual. Esta segunda serie en la saga general [de Dark Knight] es la catacresis de Cavalcanti o la sátira de Kernan, como figuras caricaturizadas (y superficiales) de los medios que hacen zapping frenéticamente de una historia a otra, sin visión crítica ni debate. El colapso moral y la ruptura de las "Superchix", una banda de superheroínas-y a la vez-Spice Girls, es inicialmente tan atemorizante para la población general como una invasión alienígena. Los debates políticos se convierten en gritos con el moderador (inspirado en Rush Limbaugh) gritando a todos los demás para que se callen y le presten atención a él, y las locutoras desnudas son indistinguibles de los anuncios de "Inversiones Uforia", una empresa que "nunca dejará que sus acciones se pongan flácidas".
"Si bien no se nos llega a mostrar el mundo que sustituye a la delirante pesadilla que ha dominado la saga Dark Knight (lo que es en sí misma una estrategia narrativa común en la distopía crítica) y dos héroes -Flecha Verde y The Question- debaten sobre los (de)méritos del populismo y las dictaduras, la realización utópica no es realmente el punto final de esta forma literaria. El tema de la saga Dark Knight no radica tanto en la representación de la aparición final de una utopía desde la distopía como en la crítica social y la resistencia del utopismo, incluso frente al rostro de la oscuridad. Como Jeph Loeb y Tom Morris argumentan en "Héroes y superhéroes", los superhéroes "pueden recordanos la importancia de la autodisciplina y el autosacrificio, y de emplearnos en algo bueno, noble e importante. Pueden ampliar nuestros horizontes mentales y apoyar nuestra determinación moral, a la vez que nos entretienen" (Loeb y Morris 16)."
"(...) la fuerza permanente de la saga Dark Knight tiene que ver con la exploración de Bat-Man, la eficacia de la acción individual y el heroísmo, la crítica a la restricción de las libertades civiles y la función inspiradora que tiene la mitología y la utopía. La crítica política y social de la saga Dark Knight es diversa. La mitología aparentemente vacía de Estados Unidos, la reforma social sacrificada por el retraimiento social, la seguridad nacional a costa de la restricción de libertades civiles, la hiperrealidad presidencial y la sexualización misógina de los medios de comunicación populares son todas cuestiones cuya actualidad es incluso más pronunciada en un clima contemporáneo posterior al 11-S. La saga Dark Knight puede ser leída como un desafío al lector a preguntarse si ella/él mantendrá a un Superman de inspiración anti-utópica en el estoicismo frente a la injusticia social, una posición tal vez menos exigente, ya que a menudo es más fácil la aquiescencia que la acción, o si ella/él participará en la lucha social inspirada por Batman hacia el sueño y la transformación social. En esencia, el Dark Knight de Miller usa metáforas de los superhéroes para explorar los límites y las limitaciones del utopismo y para desafiar a los individuos a librarse de la resignación anti-utópica y llevar la antorcha del cambio social utópico."---
Hace poco hablaba aquí de interpretaciones simplistas de determinadas obras y en particular del DK2 de Frank Miller y Lynn Varley. Estos extractos son de Graham J. Murphy y los he traducido de su artículo GOTHAM (K)NIGHTS: UTOPIANISM, AMERICAN MYTHOLOGY, AND FRANK MILLER'S BAT(-TOPIA), que me parece cualquier cosa menos simplista. El principal punto de vista desde el que aborda su análisis Graham J. Murphy es una de las constantes temáticas de Miller, particularmente en la saga DARK KNIGHT: el héroe como símbolo moral inspirador y el idealismo utópico como resistencia frente a una realidad distópica. El artículo completo está publicado en ImageText: Interdisciplinary Comics Studies vol.4 nº 2 (2008), una revista on-line de estudios académicos sobre cómics y dibujos animados que tiene en su consejo editorial a teóricos del cómic como Roger Sabin o David Kunzle.
(Graham J. Murphy es doctor y profesor universitario de estudios culturales y literatura inglesa. Ha publicado diversos estudios sobre ciencia-ficción y sobre teorías conspiratorias en la novela contemporánea americana. Es también el coautor del libro URSULA K. LE GUIN: A CRITICAL COMPANION)
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