martes, 23 de marzo de 2010

EL 'MAUS' DE 'SPIEGELBERG'

El otro día traduje aquí un extracto de una entrevista de Art Spiegelman de 1979 donde ya hablaba de su proyecto a largo plazo para el MAUS, de cómo estaba concebido como una historia larga que sabía que le llevaría años terminar y de cómo en principio no tenía previsto publicarla hasta tenerla completada. En la práctica, como ya sabemos, no fue así porque Spiegelman la publicó de forma seriada, en cuadernillos encartados dentro de la revista de cómic de vanguardia que empezó a editar en 1980 junto a su esposa Françoise Mouly, RAW, una revista que publicó entre otras firmas a Charles Burns y Chris Ware cuando eran dos desconocidos, a Jerry Moriarty, Richard McGuire, Muñoz & Sampayo, a europeos como Tardi, Joost Swarte y nuestro Mariscal e incluso a autores japoneses. A la altura de 1986, Spiegelman ya había publicado en RAW ocho entregas de MAUS. A SURVIVOR'S TALE, desde el número 2 de la revista. Pues bien, lo que tampoco tenía previsto Spiegelman era publicar el MAUS en dos libros separados: al principio, él quería terminar toda la historia para recopilarla en un solo tomo finalmente. Pero algo imprevisto le hizo cambiar de planes. Lo contaba el propio Spiegelman en una entrevista de 1986.

"Realmente nunca tuve intención de publicar la versión en libro en dos partes. Pero entonces, hace un año, leí en una entrevista con Steven Spielberg que estaba produciendo una película animada titulada An American Tail, sobre una familia de ratones judíos que vivían en Rusia hace cien años, llamados los Mousekawitzes, que eran perseguidos por los Katsacks, y cómo finalmente huyeron a América en busca de refugio. Estaba planeando tenerla a punto para las celebraciones del centenario de la Estatua de la Libertad. Me quedé consternado, destrozado. Durante un mes estuve frenético. Había puesto mi vida en esto, y ahora aquí, llegaba este Goliath, el hombre más poderoso de Hollywood, pisoteando casualmente todo bajo sus pies. Garabateé una carta, que fue devuelta, sin abrir. Estuve sin dormir durante noches interminables, y entonces, cuando finalmente conseguí dormir, empecé a confundir nuestros nombres en sueños: Spiegelberg, Spielman... Contacté con abogados. Quiero decir, las similitudes eran demasiado obvias, ya desde el título... su American Tale era simplemente una versión flagrante, complaciente con la masa, de mi subtítulo Survivor's Tale. Sus abogados argumentaron que la idea de ratones antropomórficos no era sólo de nosotros dos, y citaron, por supuesto, a Mickey Mouse y otras creaciones de Disney. Pero nadie negaba eso... Es más, yo había estado jugando a Disney de forma autoconsciente todo el tiempo. Si quieres ser técnico con el asunto, la idea de antropomorfizar animales te lleva hasta Esopo. No, lo que yo estaba diciendo es que el uso específico de los ratones como retrato simpático de judíos, combinado con el concepto de gatos como opresores antisemitas en una historia que comparaba la vida en la vieja Europa con la vida en América era única... y se llamaba Maus: A Survivor's Tale.

No quería ningún dinero de ellos... sólo quería que cesaran y desistieran. Lo que me enfadó tanto es que cuando Maus fuera finalmente terminado, la gente naturalmente iba a ver mi versión como una refundición ligeramente psicótica de la idea de Spielberg, en lugar de verlo tal como era... que lo de Spielberg era un Maus completamente domesticado y trivializado. Y había una ironía aún más irritante: su historia tenía lugar supuestamente en 1886, y con la Estatua de la Libertad relacionada, iban a convertirla en todo ese fervor patriótico sin sentido, mundano, autocomplaciente... [...] Bien, de todos modos, por el momento el asunto se ha acabado. Mis abogados me dijeron que aunque tenía argumentos morales fuertes, los jurídicos no eran tan potentes. Sería difícil probar algo en un sentido o en otro, y ciertamente no es suficiente para justificar una orden judicial contra el estreno de la película, que es lo único que yo quería. Algunos de mis amigos no podían comprender por qué estaba tan furioso. Un editor me dijo: "Mira, el tío ha robado tu concepto totalmente, y francamente, es un concepto terrible". (El temible R. Crumb estaba igualmente perplejo con las agitaciones de Spiegelman. "Es un egomaníaco", me dijo Crumb, riendo. "Quiero decir, ¿a quién diablos le importa? He visto algunos de los avances de la película de Spielberg. Esos ratones son monos". R. Crumb pronunció de la forma más lasciva posible la palabra monos)".
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Art Spiegelman, entrevistado por Lawrence Weschler en 1986; el último paréntesis fue escrito por el propio entrevistador. La entrevista la he sacado de ART SPIEGELMAN. CONVERSATIONS, Joseph Witek (ed.), University Press of Mississippi, 2007, págs. 72-73.

Ahora bien, si Spiegelman no podía detener la película de Spielberg, sí podía publicar inmediatamente todo lo ya tenía hecho de MAUS, y de este modo adelantarse a Spielberg. A la editorial Pantheon le encantó la idea, así que publicó rápidamente en formato libro MAUS. A SURVIVOR'S TALE. I: MY FATHER BLEEDS HISTORY (1986). Mientras tanto, Spielberg retrasó por dificultades de producción el estreno de la película AN AMERICAN TAIL hasta el Día de Acción de Gracias. Y de repente, a Spiegelman le parecía una gran idea publicar un primer tomo de MAUS, aunque la historia continuaría en un tomo posterior, tal como le confesaba a Weschler en la misma entrevista:
"Sabes, en Europa hay una verdadera tradición, tanto en la historieta seria como en la alta literatura, de hacer proyectos de varios volúmenes... sólo piensa en ese escritor ratón supremo, Proust, y en todos los volúmenes que fue capaz de generar a partir de aquel olorcillo inicial a Camembert!"


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¿Que qué pasó con la película? Que se estrenó finalmente en noviembre de 1986, producida por Spielberg (Amblin Entertainment), y dirigida por Don Bluth. Que AN AMERICAN TAIL tuvo críticas tibias, y un éxito comercial aceptable. Incluso generó una secuela en 1991, ya con el nombre del ratón protagonista en el título, AN AMERICAN TAIL: FIEVEL VA AL OESTE, y una posterior serie de televisión. Nadie confundió la película con el MAUS de Spiegelman, cuya primera parte sí obtuvo un gran éxito de crítica (el mismo año de su publicación, 1986, fue nominado a un premio literario del National Book Critics Circle en el apartado de Biografía) y se convirtió además en un inesperado best-seller en las librerías generales. Durante su primer año y medio de vida, MAUS I vendió unos cien mil ejemplares sólo en Estados Unidos, se llegaron a acuerdos para publicarlo en unas doce ediciones extranjeras, y Spiegelman cambió la historia del cómic moderno.



6 comentarios:

elpablo dijo...

la hostia, qué curioso tú... oye, estoy con crumb, es un poco ida de olla. comprensible, aro, pero ida de olla... o sea, pensar que fievel y maus sean primos lehanos... jojo!

Pepo Pérez dijo...

Spigelman se montó la película el sólo, es más, se lo imaginaba todo sin haber visto nada aún. Quiero decir, es muy probable que el que tuvo la idea de la peli hubiera visto el Maus en RAW, pero que el resultado no tenía nada que ver, a la vista está. Lo que pasa es que la imaginación es un arma poderosa... en este caso la de las noches de imsonio de Spiegelman, ja, ja. Me lo imagino, qué mal lo debió pasar... Pero mira, una cosa así le llevó a publicar el primer tomo en 1986, con todas las consecuencias que tuvo en la segunda mitad de los 80.

Óscar Palmer dijo...

Interesantísimo todo esto, oye. Por una parte imagino que cuando estás tan metido en tu idea como lo estaba Spiegelman en aquel momento, al cerebro le debe de resultar prácticamente imposible imaginar otro modo de contar una historia con los mismos elementos que no sea exactamente igual a la tuya. Vamos, que entiendo que estuviera preocupadísimo. Por otra parte, qué aleatorias son a veces las cosas. Si no hubiera sido por Fievel, ¿cuándo habría salido definitivamente el Maus entonces, a primeros de los noventa? ¿Y cómo habría sido de diferente la historia de los cómics, mucho o poco? ¡Esas son las cosas que luego me quitan a mí el sueño, ja, ja, ja!

infame & co dijo...

que pasada de documento. Fievel hizo avanzar la historia del cómic. Hay un libro de cine "Este rodaje es la guerra" que no se si se podría hacer con los comics pero seguro que maus tendría un inmenso capítulo

Pepo Pérez dijo...

"Por una parte imagino que cuando estás tan metido en tu idea como lo estaba Spiegelman en aquel momento, al cerebro le debe de resultar prácticamente imposible imaginar otro modo de contar una historia".

Sí, sí, Óscar, es la obsesión del creador, lo veo igual que tú.

juanan dijo...

También veo el miedo a verse eclipsado por el nombre de Spielgberg