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lunes, 22 de noviembre de 2010

"AHORA QUE YA NO ERA UN MEDIO DE MASAS..."



"Recuerdo que muy a principios de los años 70 yo pensaba que el cómic necesitaba hacer un pacto faústico con la cultura, ahora que ya no eran un medio de masas. Eran parte de lo que sucedía en el detritus de la cultura, pero ya no eran el sitio más apropiado para buscar cosas desarrollándose. Las tiras de prensa ya se iban cancelando más que creando, y la industria del cómic rápidamente se estaba convirtiendo en tediosa. Incluso los cómics underground empezaban a cerrar a medida que cerraban la tiendas de parafernalia …

En cualquier caso, yo imaginé que los museos, las librerías, las fundaciones, escuelas y tiendas de libros tenían que ser colonizadas para que los cómics tuvieran un lugar a finales del siglo XX y, ahora, principios del XXI.

[...] A pesar del hecho de que los lectores pueden disfrutar de la inmersión en un trabajo de 300 páginas -y parece que existe un mercado para cómics caros con lomo- ¿cuántas historias contadas en cómic necesitan de verdad tener 300 páginas? No tantas.

Así que, de repente, una nueva conversación puede reemplazar o incrementar aquella sobre el alto y bajo arte, y puede ser una sobre la compresión y descompresión. A mí me encanta el hecho de que el cómic sea un medio altamente comprimido que se abre dentro de tu cabeza, y me he pasado años haciendo las historias que componen Breakdowns intentando encontrar cuántas ideas pueden encajarse en un espacio pequeño. Maus necesitó esas 300 páginas, no es que metiera relleno para que tuviera la extensión de un libro. Intentaba comprimirlo para que no fueran doce volúmenes.

En cualquier caso, creo que muchas de las cosas que he empezado como novelas gráficas estarían bien si las repensara como segmentos de ocho páginas.

[...] Por primera vez, al cómic se le permite tener una historia. Antes era tan caprichoso… estaba esa versión de la historia hecha de retazos que era como la versión de Fahrenheit 451 de mantener los libros vivos, con los recuerdos de los tipos más viejos en su lugar. Pero ahora, gracias a internet, la cosas están ahí, disponibles. Documentos, los recuerdos se acumulan y los historiadores pueden escudriñarlos".
Art Spiegelman, entrevistado hace muy poco en Graphic NYC y traducido en Entrecomics, sigue.

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El maestro reniega ahora un poco de aquello que ha inspirado. Bueno, Spiegelman siempre quiso ser... undergrooound. Lo que pasa es lo que pasa, claro, y ahora

1) MAUS ya no es "única". Ahora ya hay muchos MAUS... afortunadamente. Aunque a veces tengo la sensación de que para algunos aficionados era mejor cuando sólo había UN Maus, UNO solo. No sé si me explico.

2), la novela gráfica ya es cualquier cosa menos "underground", "marginal", "alternativa" o "bicho raro". Y eso es lo que el maestro Spiegelman, quizás, añora. Cuando la novela gráfica aún era un objeto cultural no identificado. Y ni siquiera estaba claro cómo llamarla.

3), Spigelman hizo MAUS (que "sí necesitaba" las 300 páginas) y, aunque tiene otras cosas muy buenas (que las tiene), creo que ya figura en la historia del cómic con esa obra. Aunque no hubiera hecho nada más. MAUS es mucho MAUS, sí.

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P.d. El META MAUS (Pantheon) se retrasa para el 2011. Sí, será (me dicen) un libro
"sobre la realización de MAUS que incluirá bocetos, dibujos, entrevistas y notas. El libro además vendrá acompañado de un DVD donde es posible que se incluyan, entre otras cosas, grabaciones del padre de Spiegelman, Vladek, que ya aparecieron en The Complete Maus CD-ROM (Voyager, 1994)."
Y con esto, por fin, los que dicen "sí, el guión de MAUS está muy bien, pero el dibujo no" podrán de una vez, por fin, tal vez, si es que lo incluye, leer realmente el guión del Maus... algo que nadie ha hecho de momento.

Porque si te ha gustado MAUS (que puede que no te haya gustado, ojo) cuando lo has leído, te ha gustado como es. No has leído un guión: has leído un cómic, hecho y derecho, terminado, publicado. Dibujado. Y por tanto, si te ha gustado, es también por su dibujo. Tal como es, sí.

viernes, 4 de junio de 2010

MÁS SOBRE LA NOVELA GRÁFICA

"Estos tres títulos tenían en común su gran extensión, su calidad y sobre todo su naturaleza adulta (lo cual no quiere decir que no los compraran lectores jóvenes). [...] Un papel importante en el bombo mediático se debió a su comercialización como 'novelas gráficas'. El término tenía varias ventajas desde una perspectiva publicitaria. Primero, se usó como un aviso para señalarlas como algo nuevo, para alejarlas de las connotaciones infantiles que tenía la palabra 'cómic' (ésta no era ciertamente la primera vez que se usaba un nuevo término para alejar a los cómics de asociaciones infantiles. Por citar algunos ejemplos: en los cuarenta, algunos cómics de crímenes norteamericanos se publicaron bajo la etiqueta 'illu-stories'; en los sesenta, el underground usó la palabra 'comix' [...]). Por el mismo paquete, fueron elevadas con optimismo al estatus de 'novelas'. Segundo, tenía la ventaja añadida de asociarlas con la escena del cómic europeo, donde los cómics en formato álbum habían sido respetados [...]. El resultado inmediato fue atraer a un nuevo tipo de lector a las librerías especializadas. A menudo, estos clientes tenían poco o ningún conocimiento del fandom, y mostraban poco interés en comprar los pequeños cómics serializados tradicionales, pero en lugar de eso buscaban los álbumes promocionados por los medios (esto fue especialmente cierto en el caso de Dark Knight y Watchmen, que ya habían sido grandes éxitos en su formato original, y que ahora volvían a venderse de nuevo). Como explicaba el propietario de una tienda londinense, 'en los viejos tiempos, si alguien no aficionado venía a la tienda, se sentía avergonzado... tenía que ponerles los cómics en una bolsa de papel marrón, como si fuesen pornografía. Pero el nuevo formato libro parecía cortocircuitar esa barrera psicológica'. Más tarde, una parte de esta nueva clientela desarrolló un interés más amplio en los cómics, y formó la base para una cultura de coleccionismo que se expandió a finales de los ochenta y durante los noventa.

Pero, más significativamente, se había abierto una salida completamente nueva para los cómics: las librerías generalistas".
Roger Sabin, ADULT COMICS (AN INTRODUCTION), Londres, Routledge, 1993. Los extractos proceden del capítulo que Sabin tituló "Los cómics han crecido: el amanecer de la novela gráfica", pp. 87 y ss. El capítulo estaba dedicado al primer boom de la novela gráfica, el de 1986-87, gracias al impacto que MAUS, BATMAN THE DARK KNIGHT RETURNS y WATCHMEN causaron en los medios y a su publicación en formato libro, que permitió venderlos, además de en librerías especializadas, en las generalistas.

martes, 23 de marzo de 2010

EL 'MAUS' DE 'SPIEGELBERG'

El otro día traduje aquí un extracto de una entrevista de Art Spiegelman de 1979 donde ya hablaba de su proyecto a largo plazo para el MAUS, de cómo estaba concebido como una historia larga que sabía que le llevaría años terminar y de cómo en principio no tenía previsto publicarla hasta tenerla completada. En la práctica, como ya sabemos, no fue así porque Spiegelman la publicó de forma seriada, en cuadernillos encartados dentro de la revista de cómic de vanguardia que empezó a editar en 1980 junto a su esposa Françoise Mouly, RAW, una revista que publicó entre otras firmas a Charles Burns y Chris Ware cuando eran dos desconocidos, a Jerry Moriarty, Richard McGuire, Muñoz & Sampayo, a europeos como Tardi, Joost Swarte y nuestro Mariscal e incluso a autores japoneses. A la altura de 1986, Spiegelman ya había publicado en RAW ocho entregas de MAUS. A SURVIVOR'S TALE, desde el número 2 de la revista. Pues bien, lo que tampoco tenía previsto Spiegelman era publicar el MAUS en dos libros separados: al principio, él quería terminar toda la historia para recopilarla en un solo tomo finalmente. Pero algo imprevisto le hizo cambiar de planes. Lo contaba el propio Spiegelman en una entrevista de 1986.

"Realmente nunca tuve intención de publicar la versión en libro en dos partes. Pero entonces, hace un año, leí en una entrevista con Steven Spielberg que estaba produciendo una película animada titulada An American Tail, sobre una familia de ratones judíos que vivían en Rusia hace cien años, llamados los Mousekawitzes, que eran perseguidos por los Katsacks, y cómo finalmente huyeron a América en busca de refugio. Estaba planeando tenerla a punto para las celebraciones del centenario de la Estatua de la Libertad. Me quedé consternado, destrozado. Durante un mes estuve frenético. Había puesto mi vida en esto, y ahora aquí, llegaba este Goliath, el hombre más poderoso de Hollywood, pisoteando casualmente todo bajo sus pies. Garabateé una carta, que fue devuelta, sin abrir. Estuve sin dormir durante noches interminables, y entonces, cuando finalmente conseguí dormir, empecé a confundir nuestros nombres en sueños: Spiegelberg, Spielman... Contacté con abogados. Quiero decir, las similitudes eran demasiado obvias, ya desde el título... su American Tale era simplemente una versión flagrante, complaciente con la masa, de mi subtítulo Survivor's Tale. Sus abogados argumentaron que la idea de ratones antropomórficos no era sólo de nosotros dos, y citaron, por supuesto, a Mickey Mouse y otras creaciones de Disney. Pero nadie negaba eso... Es más, yo había estado jugando a Disney de forma autoconsciente todo el tiempo. Si quieres ser técnico con el asunto, la idea de antropomorfizar animales te lleva hasta Esopo. No, lo que yo estaba diciendo es que el uso específico de los ratones como retrato simpático de judíos, combinado con el concepto de gatos como opresores antisemitas en una historia que comparaba la vida en la vieja Europa con la vida en América era única... y se llamaba Maus: A Survivor's Tale.

No quería ningún dinero de ellos... sólo quería que cesaran y desistieran. Lo que me enfadó tanto es que cuando Maus fuera finalmente terminado, la gente naturalmente iba a ver mi versión como una refundición ligeramente psicótica de la idea de Spielberg, en lugar de verlo tal como era... que lo de Spielberg era un Maus completamente domesticado y trivializado. Y había una ironía aún más irritante: su historia tenía lugar supuestamente en 1886, y con la Estatua de la Libertad relacionada, iban a convertirla en todo ese fervor patriótico sin sentido, mundano, autocomplaciente... [...] Bien, de todos modos, por el momento el asunto se ha acabado. Mis abogados me dijeron que aunque tenía argumentos morales fuertes, los jurídicos no eran tan potentes. Sería difícil probar algo en un sentido o en otro, y ciertamente no es suficiente para justificar una orden judicial contra el estreno de la película, que es lo único que yo quería. Algunos de mis amigos no podían comprender por qué estaba tan furioso. Un editor me dijo: "Mira, el tío ha robado tu concepto totalmente, y francamente, es un concepto terrible". (El temible R. Crumb estaba igualmente perplejo con las agitaciones de Spiegelman. "Es un egomaníaco", me dijo Crumb, riendo. "Quiero decir, ¿a quién diablos le importa? He visto algunos de los avances de la película de Spielberg. Esos ratones son monos". R. Crumb pronunció de la forma más lasciva posible la palabra monos)".
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Art Spiegelman, entrevistado por Lawrence Weschler en 1986; el último paréntesis fue escrito por el propio entrevistador. La entrevista la he sacado de ART SPIEGELMAN. CONVERSATIONS, Joseph Witek (ed.), University Press of Mississippi, 2007, págs. 72-73.

Ahora bien, si Spiegelman no podía detener la película de Spielberg, sí podía publicar inmediatamente todo lo ya tenía hecho de MAUS, y de este modo adelantarse a Spielberg. A la editorial Pantheon le encantó la idea, así que publicó rápidamente en formato libro MAUS. A SURVIVOR'S TALE. I: MY FATHER BLEEDS HISTORY (1986). Mientras tanto, Spielberg retrasó por dificultades de producción el estreno de la película AN AMERICAN TAIL hasta el Día de Acción de Gracias. Y de repente, a Spiegelman le parecía una gran idea publicar un primer tomo de MAUS, aunque la historia continuaría en un tomo posterior, tal como le confesaba a Weschler en la misma entrevista:
"Sabes, en Europa hay una verdadera tradición, tanto en la historieta seria como en la alta literatura, de hacer proyectos de varios volúmenes... sólo piensa en ese escritor ratón supremo, Proust, y en todos los volúmenes que fue capaz de generar a partir de aquel olorcillo inicial a Camembert!"


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¿Que qué pasó con la película? Que se estrenó finalmente en noviembre de 1986, producida por Spielberg (Amblin Entertainment), y dirigida por Don Bluth. Que AN AMERICAN TAIL tuvo críticas tibias, y un éxito comercial aceptable. Incluso generó una secuela en 1991, ya con el nombre del ratón protagonista en el título, AN AMERICAN TAIL: FIEVEL VA AL OESTE, y una posterior serie de televisión. Nadie confundió la película con el MAUS de Spiegelman, cuya primera parte sí obtuvo un gran éxito de crítica (el mismo año de su publicación, 1986, fue nominado a un premio literario del National Book Critics Circle en el apartado de Biografía) y se convirtió además en un inesperado best-seller en las librerías generales. Durante su primer año y medio de vida, MAUS I vendió unos cien mil ejemplares sólo en Estados Unidos, se llegaron a acuerdos para publicarlo en unas doce ediciones extranjeras, y Spiegelman cambió la historia del cómic moderno.



miércoles, 22 de julio de 2009

CURSO 1986-87

A finales de 1986 los cómics habían tomado los medios generales. Artículos en The Times o The Observer, y en publicaciones musicales y de tendencias como New Musical Express (en su número de 1 de marzo de 1986, el titular de portada era "ART! The new breed of comic book celebrities"), Jamming (incluyó un reportaje de 6 páginas sobre cómic) o i-D. En esta última, número de diciembre 1986-enero 1987, un "Especial comic book" en cuyos titulares de portada aparecían junto a Big Audio Dynamite o Neville Brothers Frank Miller, Alan Moore y Art Speigelman (sic), el triunvirato que había marcado aquel 1986 como el año en que el cómic fue tomado en serio por los medios adultos.

Recuerdo haber leído este número de i-D a principios de 1987 y haber alucinado con el trato que recibían los cómics; de hecho fue para mí la señal de alarma de que tenía que volver a leerlos (había dejado de hacerlo unos años antes, al descubrir otros intereses propios de la adolescencia, como tanta otra gente). O al menos tenía que leer aquellos nuevos tebeos. En el interior de aquel i-D, un reportaje de 11 páginas dedicado al cómic, aunque toda la gráfica del número (alucinante por cierto) y los reportajes de moda estaban inspirados en la estética y lenguaje de los tebeos, particularmente los de superhéroes. Por entonces Miller había terminado BATMAN THE DARK KNIGHT RETURNS (junto a Klaus Janson y Lynn Varley), un tebeo editado originalmente en 4 tomos formato Prestige publicados en EEUU entre febrero y junio de 1986 (abajo); el Prestige era un nuevo formato inventado por Miller para la ocasión, que combinaba las medidas de página habituales del comic book americano con la calidad de edición del álbum europeo de 48 páginas.



Spiegelman por su parte había recopilado en un solo libro la primera parte de MAUS, publicada en USA por la editorial literaria Random House (en U.K. lo sacó Penguin Books), y Moore había empezado, junto a Dave Gibbons y John Higgins, WATCHMEN, una serie limitada de 12 comic books -tebeos de grapa mensuales- cuyo primer número había salido en septiembre de 1986; la serie concluiría en octubre de 1987.

Ese año, tras la recopilación en un solo tomo de todo BATMAN DKR, que por cierto llevaba una introducción de Alan Moore (no mucho después llegaría el libro recopilatorio de WATCHMEN), el fenómeno novela gráfica terminó por explotar. Noticia en The Observer, diciembre 1987: "Frank Miller, izquierda, es el artista americano cuya "novela gráfica" vende millones". Portada del suplemento de fin de semana de The Observer, también de 1987: "Shazam! The hero breaksdown. The neurotic super-hero has arrived". El artículo estaba dedicado a BATMAN DKR y a WATCHMEN, e iba ilustrado con una viñeta de Miller y una gran foto de Moore embutido en el traje blanco que por entonces lucía en todas partes.

Los 12 tebeos mensuales de WATCHMEN (septiembre 1986-octubre 87). Abajo, portada del posterior tomo recopilatorio

También hubo programas de TV dedicados al fenómeno. Spiegelman por su parte obtuvo un éxito fulgurante de crítica y público con MAUS, y recibió un trato de artista en los medios. De repente, muchas editoriales del mercado literario se interesaron por estos nuevos cómics.
"Por la época en que Dark Knight y Maus salieron al mercado del libro, en Doubleday pensaron que los cómics iban a ser el nuevo filón, así que publicaron todos los cartoons que pudieron encontrar. Les dije que yo había hecho algunos".
(Kyle Baker)

En realidad, según lo recuerda Eddie Campbell, también las compañías de cómic estaban rebuscando en sus almacenes para recopilar "cualquier vieja cosa absurda de sus archivos de publicaciones, y convertirlas en "novelas gráficas"". "Literatura para la generación post-literaria", fue otro de los titulares sonados sobre aquel boom de la novela gráfica. "Es una época increíblemente excitante para estar en los cómics", decía Neil Gaiman en un programa de TV.

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(algunas fuentes y declaraciones de este post las he sacado del estupendo cómic de Eddie Campbell ALEC. HOW TO BE AN ARTIST (1997-2000), que entre otras cosas aborda toda la vorágine comiquera de aqueños años ochenta)