"Para 1953, con la incorporación de Truffaut, Cahiers reunía en sus filas a los que serían los directores más relevantes del nuevo cine francés: Godard, Rohmer, Rivette, Chabrol y otros. La revista, de corte muy intelectual, analizaba críticamente el cine de posguerra y proponía una nueva manera de concebir el arte cinematográfico: las películas debían contar la realidad, lo demás era accesorio. Cahiers comenzó criticando bienintencionadamente, pero con la llegada de los más jóvenes críticos (a los que al principio se dejaba muy poco espacio para sus escritos) se radicalizó hasta la ruptura: el mundo establecido del viejo cine francés veía a Cahiers Du Cinéma como la voz de los revolucionarios del cine. Y no estaban equivocados. Cuando Truffaut publicó su artículo ‘Una cierta tendencia del cine francés’, en el número de enero de 1954, Bazin temió seriamente que Cahiers perdería lectores y status, tal era la virulencia del ataque que Truffaut dirigía contra el cine francés, del que pensaba que era de cierta calidad formal, pero sin valor como arte. Pero no fue así: la revuelta tuvo su acogida, y otras publicaciones acabarían uniéndose a ella: el semanario Arts (Truffaut y sus amigos escribieron su página de cine de 1955 a 1963), Le Observateur y Le Parisien Liberé (donde escribían a menudo Bazin y Doniol – Valcroze).(Fuente)
Desde 1955, Cahiers Du Cinéma quedó en manos de quienes habían empezado redactando pequeños artículos. Siempre guiados por Bazin (hasta su muerte, en 1959) y bajo la mirada de Rohmer, Truffaut, Godard y los demás escribieron largas críticas de sus películas favoritas, entrevistaron a sus idolatrados directores norteamericanos (que, no acostumbrados a ser tratados con tanto respeto, se sentían encantados), e incluso comentaron las películas que se estrenaban cada mes en los cines parisinos. El tono literario de Cahiers se hizo más ligero y ameno, aunque nunca dejó de ser una revista apropiada para una lectura distraída (su gran rival, Positif, era aún más intelectual que Cahiers, que consiguió un aire más juvenil con el tiempo).
En 1958, casi todos los jóvenes escritores de Cahiers habían filmado sus primeros cortos y preparaban ya su puesta de largo en los largometrajes. En 1959, gran parte del equipo clásico de Cahiers tuvo que dejar sus labores literarias para dedicarse a dirigir películas, que era el objetivo final que todos tenían".
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PASAR A LA ACCIÓN. De escribir crítica en Cahiers Du Cinéma, como es bien sabido, François Truffaut se lanzó a dirigir (ya siendo director volvería a escribir más tarde teoría y crítica de cine; una de sus críticas más conocidas fue la que escribió sobre ANNIE HALL de Woody Allen en 1977). El primer largometraje de Truffaut se estrenó un 4 de mayo de hace 50 años, LOS CUATROCIENTOS GOLPES, uno de los primeros filmes de la denominada nouvelle vague. La película, que Truffaut dedicó a su mentor André Bazin, obtuvo una gran acogida, ganó el premio al mejor Director en el Festival de Cannes de 1959 y hoy está considerada una de las más significativas en la "revolución francesa" que supuso la nouvelle vague para la historia del cine.
El filme fue calificado por la prensa de "autobiográfico", y el personaje protagonista, Antoine Doinel, de "alter ego de Truffaut" (el cineasta volvería en filmes posteriores a contar la vida del personaje a lo largo de veinte años, interpretado por Jean-Pierre Léaud).
"Contrariamente a lo que se ha publicado en la prensa desde el festival de Cannes, Los cuatrocientos golpes no es un film autobiográfico. Uno no hace un film solo, y si yo solamente hubiera querido poner en escena mi adolescencia, no le habría pedido a Marcel Moussy que colaborara en el guión ni que redactara los diálogos. Si el joven Antoine Doinel se parece a veces al adolescente turbulento que fui, sus padres no se parecen en nada a los míos, que fueron excelentes"(Truffaut)
"Tuve la infancia de Antoine Doinel. No había exageración en el film. De hecho, tengo la impresión de haber omitido cosas que podrían haber parecido inverosímiles"(Truffaut, años más tarde)
"Los cuatrocientos golpes son los que recibe el niño-adolescente durante este difícil período conocido con el nombre de "crisis juvenil", caracterizado por el destete afectivo, el despertar a la pubertad, el deseo de independencia y el sentimiento de inferioridad , las respuestas a un mundo injusto que obliga a despabilarse a base de golpes".(Truffaut)
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EL HOMBRE QUE AMABA A LAS MUJERES.
"Tus diálogos son muy cortos y concisos.--Christophe Blain, entrevistado en el Salón del Cómic de 2007. Abajo, viñetas de GUS (tomo 1, NATHALIE, 2007, colores de Walter), un western "afterpop" de Blain con ciertas influencias de tebeos de los sesenta (los dibujados por el belga Guy Peellaert, concretamente) y también de la película de Truffaut EL AMANTE DEL AMOR (L'HOMME QUI AMAIT LES FEMMES). El filme se estrenó en 1977, una década después de que la nouvelle vague se diese por finiquitada.
Quizás es porque me gustan mucho los diálogos de las películas francesas de los años sesenta, que eran muy secos, muy rápidos. Es un poco difícil controlar este tema. Tengo amigos que me dicen que mis personajes no hablan lo suficiente. Por eso es difícil encontrar un equilibrio en el ritmo de las palabras.
¿Puedo saber qué títulos, qué películas?
Al final de la escapada, de Godard. También El ladrón de París de Louis Malle, y los films de Truffaut, los adoro. También cine más antiguo, por ejemplo los diálogos que escribía Jacques Prévert me gustan mucho".
-Artículo de Santiago García en el ABCD sobre la nouvelle BD (2007)
-Más sobre la llamada nouvelle bande desinée surgida en el mercado francobelga durante los años noventa
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