lunes, 11 de octubre de 2010

"VAMOS A VER LA PELÍCULA EN TECHNICOLOR QUE DAN EN LA TELE, PERO QUITÁNDOLE EL COLOR A LA TELE"

Veamos ahora un detalle de esta dominical de PRÍNCIPE VALIENTE de 1949 para comprobar si el color "aporta algo" o es un añadido "sin demasiada importancia" que puede suprimirse sin restarle nada al resultado final, es decir, a la obra de Hal Foster. Pinchando en todas las imágenes se amplían.

Así se publicó originalmente (detalle de una dominical de 1949).

Ahora, en blanco y negro.

En la versión en blanco y negro, lo más gordo que salta a la vista es, naturalmente, que perdemos la famosa capa roja de Príncipe Valiente. ¿Y cómo sabemos que era roja? Pues porque Foster hizo su obra a color, y solía colorear la capa de Val de color rojo. Era una seña de identidad del personaje. Enseguida hablamos del proceso creativo de esta obra. Pero antes, vamos a fijarnos en los detalles del color que hemos perdido en la versión en "glorioso" blanco y negro. Una versión que le ha quitado el color, recordemos, a la obra original de Foster. En otras palabras, lo ha eliminado.

Primera viñeta, en la versión en blanco y negro se ha perdido totalmente la mancha de fondo, mancha de color que además de crear un marco sugerente al dibujo, resalta por contraste a las figuras. El color, acabado de manera sinuosa por la parte baja de las figuras (en lugar de una forma rectilínea, por ejemplo), termina de "cerrar" el dibujo y añade esa cualidad mítica o de "memoria apenas recordada" en el dibujo que Foster perseguía con esos marcos irregulares de su color. En la tercera viñeta, el naranja de la falda y el amarillo de la capa de Linet conduce el ojo rápidamente a su figura, a semejanza de los dos hombres que la miran al fondo de la viñeta, Val y Arn. Los colores cálidos, como es sabido, no sólo atraen la vista, también tienden a crear la ilusión de que están más cerca de nosotros que los colores fríos. En otras palabras, el color de las ropas de Linet remarcan la perspectiva del dibujo: ella está en primer plano, los hombres al fondo. El color también realza su figura y la "separa" de las escaleras por las que baja, añadiendo sensación de volumen y tridimensionalidad. En la versión en blanco y negro, en cambio, todo queda situado más en el mismo plano de profundidad, el efecto de volumen y perspectiva es menor.

Vámonos ahora a la cuarta viñeta: es el color nuevamente el que separa los planos de profundidad, y el que nos da la sensación de que el árbol está más cerca de nuestra visión que las figuras que pasan por detrás de él. Sin el color, se pierde buena parte de la ilusión de tridimensionalidad. Los ricos detalles del color de fondo en esa misma viñeta, los diferentes verdes de la vegetación, el trozo de cielo que dejan ver las ramas de los árboles –y algunas copas de los árboles han sido terminadas con el color, no con el trazo del dibujo–, todo eso se ha perdido en la versión en blanco y negro. Vayamos ahora a la gran viñeta, la quinta. Si empezamos por la parte izquierda de ese gran plano general, al fondo del dibujo, el detalle de las nubes en el cielo está dibujado directamente con el color. En la versión en blanco y negro, sencillamente, no está. Aún más, todos los detalles a color que ayudan a componer la imagen, los rojos de las cortinas del palanquín, las diferentes gradaciones de azul para el agua (y hubo un trabajo muy importante para colorear esas aguas), el color pardo de las rocas, los reflejos de las cortinas en el agua, los diferentes verdes de la vegetación del fondo que aportan ilusión de perspectiva... todo eso se ha esfumado en la versión en blanco y negro.

Y ahora vayamos al proceso creativo. Tal como explicaron muy bien en el número Especial Príncipe Valiente de la revista CHT y el blog Cómics, Historietas, Tebeos, Foster indicaba los colores él mismo. Sobre una copia de la línea del dibujo, daba los colores con acuarelas e indicaba cada color –con los códigos habituales que se manejaban entonces– al fotograbador de la imprenta. Véase una muestras de las guías de color que preparaba Foster para el impresor:

Y si alguien tiene duda de la importancia que Foster le daba al color, otra muestra aquí debajo. En esta página, como hacía a menudo en PRÍNCIPE VALIENTE, Foster dibujaba formas con el color directamente, y las indicaba al impresor con un rotulador rojo (abajo, a la izquierda) para que en el fotolito negro del dibujo a tinta no quedara registrado. Abajo a la derecha, la página tal como se publicó.

Personalmente, no me cabe en la cabeza pensar que semejante color sea "decorativo" o "no narrativo", cuando es evidente que formaba parte sustancial del dibujo y que Foster lo aplicaba concienzudamente. Ni que se pueda prescindir de él en una edición canónica sin afectar a la integridad de la obra de Foster.

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Más sobre el color de PRÍNCIPE VALIENTE, en Cómics, Historietas, Tebeos

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