lunes, 7 de diciembre de 2009

THE TIMES THEY ARE A-CHANGIN'

"Groth: Así que en realidad, ¿ves una especie de evolución estética progresiva?

Spiegelman: No creo que sea progresiva. Veo que las cosas permutan… Del mismo modo que la evolución no asume que porque el hombre camine sobre dos piernas sea una forma de vida superior. No es eso, pero las cosas siguen permutando. Es una época dorada en el sentido de que ahora son posibles más cosas. La gente ha expandido los parámetros, de manera que el objetivo principal de alguien no tiene por qué ser entretener a los niños o aportar variaciones en el tema superhéroes-aventuras-cómico. Ahora puede variar entre manchas de tinta abstractas y acabados muy trabajados, entre integrar fragmentos de comercio hasta hermeneúticas herméticas. Puede ir desde el ensayo al diario, al manga o a lo que sea. Quiero decir que hay un montón de canales abiertos a través de los que moverse, pero… ¿tal vez esa especie de libertad es algo malo?

Huizenga: Eso es lo que estaba pensando. Para mí, quizás no este año o el año pasado, pero sí en los años antes de que yo realmente tuviera ansiedad por lo que se supone que debo hacer, como historietista. Incluso había algún tipo de nostalgia por tener que ponerse una corbata e ir a una oficina, y que sólo se les diga qué hacer como dibujante: qué tamaño tienes que dibujar, que se supone que debes hacer una historia con Little Lulu y eso es todo. Pero hoy en día...

Spiegelman: Yo comparto esa nostalgia. Pienso, "Oh, ¿no sería genial estar emborrachándose con un montón de gente después de reunirse para rellenar con fecha de entrega a cinco días un tebeo de historietas, con todo el mundo trepando por las mismas hojas de papel, sin ser posesivos...?"

Huizenga: Y estoy seguro de que esas personas sentirían celos de nosotros.

Spiegelman: Absolutamente. Sólo puedes existir en el momento en que existes. Igual que Wally Wood, de vuelta a la época, comenzó su autoeditado witzend justo antes del nacimiento de los cómics underground. Se trataba de un intento de dar a su generación el tipo de licencia que estaba a punto de florecer en la prensa alternativa, pero lo que todo el mundo pudo decir fue: "¡Va a ser genial! Podemos mostrar tetas! ¡Es una historia llamada Animan! "[Risas.] Y ése fue el horizonte de lo que significaba la libertad para la mayoría de esas personas.

(...) Huizenga: Volviendo a lo que estaba diciendo sobre esa especie de ansiedad que pienso que pueden sertir los autores más jóvenes, es como si a veces quisieras que hubiera un tamáño estándar y un formato estándar y una audiéncia estándar, tal vez más como era antes, porque hoy en día tienes que pensar más: ¿Cuál va a ser mi audiencia? ¿Qué es lo que voy a hacer?

Spiegelman: Absolutamente. Eso no se limita a los autores más jóvenes; ésta es la nueva situación. No es tanto una cosa de la edad; se debe a la época en que estamos. Ya no somos parte de un medio de masas como lo era Jim Davis cuando creó Garfield. Había auténticos parámetros, auténticos sistemas de control. Y ni siquiera se limita a los cómics. Creo que todo en el medio ambiente en que nos encontramos ha dejado a todo el mundo en un estado de parálisis total y confusión: ¿Cómo nos ganamos la vida con lo que hacemos? Es tan cierto para los periodistas como lo es para los autores de cómics alternativos".
De una conversación entre Art Spiegelman y Kevin Huizenga, incluida en The Comics Journal #300 y traducida parcialmente en Entrecomics (hay más extractos en castellano, ver enlace)

4 comentarios:

Jordi Bravo dijo...

Muy bueno el análisis del panorama actual que se marca Spiegelman. Parece que necesitemos que nos acoten el camino para trabajar. La libertad es un abismo terrorífico, jejeje.

Pepo Pérez dijo...

Pues en esa libertad estamos ahora mismo en el cómic. Puedes publicar lo que quieras, tocar el tema que quieras, el género que más te guste (o ningún género, claro, hacer tu propia movida al margen de cualquier género), elegir el formato que prefieras, el número de páginas, incluso diseñar todo el aspecto del libro.

Pepo Pérez dijo...

Y toda esa libertad creativa no existía hasta hace relativamente poco porque (quitando a creadores independientes como los autores del comix underground y otros, anteriores y posteriores) la gran industria del cómic como producto de masas imponía sus soportes, formatos, temas y géneros estandarizados, a veces incluso estilos (el "estilo de la casa"). De esa época industrial estamos viendo los últimos momentos, con todo lo que eso implica, y en EEUU es ya evidente. Spiegelmen también toca ese tema en la conversación. De repente, los autores de cómic descubren que difícilmente pueden ganarse la vida con sus cómics. Y a pesar de eso, no paran de salir nuevos creadores, a cada cual más interesante.

Jordi Bravo dijo...

Es un momento de ebullición creativa muy interesante, Pepo. Espero que se encuentre la vía para que los creadores puedan vivir de ello sin recurrir a la prostitución. Soñar es gratis.