"En un artículo muy desafortunado, Vicente Molina Foix ha hablado recientemente de su incapacidad para entender el prestigio artístico que en los últimos tiempos han adquirido el cómic y el cine de animación. Un prestigio que es responsable de su canonización y, por tanto, de su presencia destacada en festivales, bienales, museos de arte contemporáneo y congresos académicos. La transformación en objeto de estudio de la obra de exigentes autores de novela gráfica (Spiegelman, Sacco, Crumb, Moore, Breccia…) y de largometrajes de animación (Ōtomo, Burton, Miyazaki, Docter…) se extiende a los creadores de ciertas teleseries norteamericanas (Ball, Simon, Abrams…) y de videojuegos conceptual y artísticamente exigentes (Miyamoto, Carmack, Wright, Kojima…). Ese proceso es absolutamente imparable. Y un acto de justicia. Como el cine durante el siglo pasado, esos lenguajes artísticos han tenido que desarrollarse durante décadas para ser finalmente legitimados por las instituciones. El arte no conoce límites formales; su manifestación siempre sobrepasa tradiciones y códigos prefigurados. La función del museo y de la academia, precisamente, es la generación de discursos que traten de explicar esas mutaciones".Así comienza un artículo de Jorge Carrión publicado hoy en el cultural ABCD y titulado LOS SOPRANO, SEMIÓTICA TELEVISIVA, a propósito del reciente volumen colectivo LOS SOPRANO FOREVER. ANTIMANUAL DE UNA SERIE DE CULTO (portada ilustrada por David Sánchez).
El artículo de Carrión puede leerse completo en su blog
2 comentarios:
portadón
El dibujo de Sánchez es alucinante!
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