En la ronda de preguntas, la mayoría se centraron sobre la película que acabábamos de ver, AMADEUS. Forman contó muchas anécdotas, por supuesto. Que el Mozart real era mucho más vulgar en sus cartas (a su padre, a su hermana, etc.) de lo que se muestra en la película. Que Tom Hulce, el actor que interpretó a Mozar, no sabía tocar el piano y estuvo meses practicando todos los días hasta que consiguió no equivocarse en ninguna nota del teclado (aunque la música sonaba en playback, claro). Que la risa rara de Mozart está documentada históricamente. No exactamente cómo sonaba, claro, pero sí que tenía una risa que llamaba la atención en todas las reuniones. Tom Hulce le ensayó a Forman unas diez risas distintas, y al final el director, tras partirse de la risa él mismo, eligió una de ellas. Que para Forman había tres personajes principales en la película: Salieri, Mozart y la música de Mozart, y esto se nota realmente viendo la película. Que por cierto se me reveló ayer como una fantasía romántica de alta intensidad, del más puro romanticismo "negro" para ser más exactos, una leyenda llena de ironía y tragedia. El artista competente y de talento, pero no genial (Antonio Salieri), que decide rebelarse contra un Dios al que que considera cruel por haber bendecido con la genialidad a otro artista (Wolfgang Amadeus Mozart) en lugar de a él: se rebela porque Dios "habla" por boca de otro, a través de la "música divina" de Mozart, en lugar de haberle elegido a él como mensajero. La complejidad del personaje de Salieri estriba en su deseo absoluto y envidioso. El Salieri ficticio de la película desea con obsesión demente lo que es Mozart y él no (por extensión, desea a Dios, haber sido su Elegido), y por eso mismo le admira y detesta a la vez; intenta poseer todo lo que Mozart es, su música, incluso lo intenta también con su esposa. Como no puede tenerlo, se afana en destruir el objeto de deseo. La contraposición de personalidades en la película no puede ser más significativa. Este Salieri, un soberbio F. Murray Abraham, es educado a pesar de tener un origen humilde, es trabajador, disciplinado, correcto, sabe guardar las formas y la ropa, y trabajar adecuadamente al servicio de los poderosos. El Mozart de la película es maleducado, indisciplinado, frívolo y dado a la vida disipada; es insolente, se enfrenta a sus protectores (el arzobispo Colloredo, por ejemplo, algo que sí está documentado históricamente), la complejidad de su música resulta demasiado exigente para los intérpretes y oyentes de la época, acaba arruinado en la corte de Viena, etc. A pesar de todo eso, Mozart es el artista "tocado por la gracia de Dios". El Genio.
El momento de la película en que el Ángel Caído Salieri quema el crucifijo consiguió ayer ponerme el vello de punta, igual que cuando ya en su vejez, en el manicomio, le cuenta al sacerdote confesor el plan que ideó para "matar" a Mozart, previo encargo a éste de la música para una misa de Réquiem. El sentido último del plan del Salieri de ficción era lograr un acto artístico sublime: destruyendo a Mozart, la "criatura de Dios", Salieri se vengaba del "Dios cruel" contra el que se había rebelado previamente, y además le "obligaba" a oír la música en el funeral de "su criatura" como si la hubiera escrito Salieri. El funeral de Mozart por supuesto no tuvo lugar como Salieri se lo había imaginado, con fastos, gran afluencia de público y el Réquiem sonando a toda pastilla. Mozart, que pasaba apuros económicos en el momento de su muerte a los 35 años, tuvo un entierro de tercera categoría parecido al de la película, sin ataúd, en una fosa comunitaria.
Volviendo a la mesa redonda con Forman, otra cosa que el cineasta aclaró ayer es que sí está comprobado que Salieri perdió la cabeza en su vejez y que afirmaba haber matado a Mozart (este último murió realmente, según la mayoría de investigadores, de fiebre reumática aguda), tal como atestiguaron dos enfermeras de Salieri. La rivalidad real entre ambos músicos, en cambio, parece que fue cosa del propio Mozart, instigado por un poeta amigo que sembró cizaña entre los dos. La misa de réquiem fue encargada, según historiadores recientes, por un conde admirador de Mozart. La historia del Réquiem se parece un poco a la de la fantasía cinematográfica: el conde envió a Mozart un mensajero misterioso ataviado de luto. Quería el Réquiem para su mujer, que acababa de fallecer, y deseaba hacerse pasar por el compositor del réquiem, de ahí que el conde viudo enviase a un mensajero para permanecer en el anonimato. Mozart realmente terminó obsesionándose con el encargo y creyendo, sobre todo debido a la muerte de su padre y a su propia enfermedad, que el enviado era un mensajero de la muerte, y que el Réquiem que le había encargado era el de su propio funeral.
Forman también comentó ayer que una de sus escenas favoritas de AMADEUS era aquella en la que Mozart, ya en la cama a punto de morir, le pide perdón a Salieri por haber creído que no le gustaba ni él ni su música. La ironía trágica de la escena, teniendo en cuenta que este Salieri de ficción sí odiaba a Mozart (en realidad una compleja relación de amor-odio) y pretendía plagiarle el Réquiem que le estaba sacando a trompicones en el lecho de muerte, seguía conmoviendo a Forman. Aludió también, al hilo de una pregunta, a cómo la secuencia del estreno de DON GIOVANNI fue filmada en el mismo teatro donde, doscientos años antes, Mozart había dirigido la ópera por primera vez. En la ronda final, me animé a preguntarle algo al director checo-estadounidense. Antes me disculpé porque se trataba de una pregunta personal: en muchas de sus películas yo veo un tema principal, que es el de un hombre de genio, de ideas nuevas, rebelde, que por tener justamente esas ideas nuevas termina chocando contra la autoridad, las instituciones o la mayoría dominante de la sociedad de su época, y que además no sale bien parado de ese choque. Le dije también que para mí era evidente que ése es su tema como autor, y por eso quería saber qué significaba personalmente para él, para su vida. Esta es la respuesta aproximada que dio ayer Milos Forman:
"Es verdad que es una pregunta muy personal. Sí, ese es el tema que más me interesa porque... [dudó un momento]. Yo viví de pequeño el nazismo, luego el comunismo, y más tarde... el capitalismo. Y creo que el conflicto del individuo contra las instituciones es uno de los temas más universales e importantes del ser humano. Quiero decir que necesitamos las instituciones para poder vivir en sociedad, las necesitamos realmente, incluso las pagamos, para que nos ayuden a organizarnos. Lo que sucede es que luego parece inevitable que esas mismas instituciones pasen por encima del individuo y le traten como si ellas le estuvieran pagando a él para que les sirva a ellas. Creo que este conflicto entre el individuo y la institución es muy antiguo, sigue vigente, y me interesa mucho personalmente. También porque resulta muy bueno para el drama".
Miloš Forman nació en 1932 en Checoslovaquia, hijo de padre judío y madre protestante, y quedó huérfano muy pronto. Sus padres murieron en los campos de concentración nazis porque, una vez que los alemanes invadieron Checoslovaquia, el padre (un profesor) había sido detenido por distribuir libros prohibidos por los nazis. Tras la guerra, Miloš acudió a una escuela pública en la que tuvo como compañero a Václav Havel. Más tarde estudió dirección cinematográfica en la Escuela de Cine de Praga y dirigió varias comedias, alguna de ellas muy populares en su país. En 1968, cuando la URSS invadió el país para poner fin a la Primavera de Praga, se encontraba en París negociando la producción de su primera película americana. El estudio checo para el que trabajaba le despidió, alegando que se encontraba fuera del país ilegalmente. Ante semejante revés, Forman decidió mudarse a Nueva York.
Allí trabajó como profesor de la Universidad de Columbia y codirector de la división de cine de Columbia. Pronto comenzó a dirigir en EEUU; su primer gran éxito fue ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO (1975), por la que ganó un Oscar como director. Destacan además entre sus películas americanas -consiguió la ciudadanía estadounidense en 1977- HAIR (1979), AMADEUS (1984), que ganó 8 Oscars, entre ellos su segundo como mejor director, o VALMONT (1989). Personalmente adoro dos de sus producciones recientes, que son de mis favoritas suyas y parecen facturadas por un joven de 30 años en lugar de por un señor de su edad: THE PEOPLE Vs. LARRY FLINT (1996), titulada aquí EL ESCÁNDALO LARRY FLINT, y la obra maestra MAN ON THE MOON (1999), un biopic sobre el "cómico" Andy Kaufman. Pongo las comillas porque el Kaufman real nunca se consideró cómico. Yo le considero más bien un provocador y performer; sus simulacros constituyen uno de los temas de la peli. La vi hace unos años después de que me la recomendara mi amigo Juanjo y me parece sublime, creo que debería verse en todas las escuelas de arte. En realidad se la recomiendo a todo el mundo. En ambas películas, como en otras de Forman, un individuo desafía las convenciones y el consenso establecido, y termina chocando con el poder, los jefes, las instituciones o la sociedad. Ninguno de los dos, ni Larry Flint ni Andy Kaufman, salen bien parados. Pagan el precio.
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"HOMBRE EN LA LUNA".
Video real de Andy Kaufman en su primera aparición en Saturday Night Live (1975). Lo enlazo en vez de subirlo aquí debido a "Inserción desactivada por solicitud".
"Andy Kaufman" en MAN ON THE MOON (1999, Milos Forman):
22 comentarios:
Pues oye, que envidia... me habría encantado asistir.
Yo me enteré ayer mismo por el periódico, David, una hora y media antes del tema. Fue a las 19:00 horas, en el Auditorio de la Diputación (c/ Pacífico, 54). Creo que ahí mismo siguen los cursos hasta el domingo. Más información en el primer enlace, artículo de El País.
Amadeus y Man on the Moon, vaya dos peliculones...sobre todo Amadeus, estoy flipado con ella desde la adolescencia.
Los dos peliculonazos....de esos que trauman cuando los ves de chaval o de mayor...
Otra cosa de la que me di cuenta ayer al volver a ver AMADEUS es que, joder, la actuación de Gary Oldman como Drácula viejo, incluso su maquillaje, en el Drácula de Coppola (1992) recuerda PODEROSAMENTE a la actuación y el maquillaje de F. Murray Abraham como el Salieri viejo de AMADEUS (1984).
(El Drácula de Coppola me pareció un bodrio en su momento y me lo pareció también cuando la volví a ver hace unos años, dicho sea de paso)
Y me alegra que también os guste MAN ON THE MOON... La película en sí me parece una obra de arte, pero anda que el material de partida, el Andy Kaufman real, no era también para echarle de comer aparte... Pionero del "anti-humor" y el "post-humor" tan de moda ahora entre tantos cómicos. BORAT por ejemplo parece bastante inspirada en los simulacros de Kaufman...
Hablando de Sacha Baron Cohen, ¿alguien ha visto BRÜNO, qué tal está?
hola pepo, espectadores como tu justifican todo el esfuerzo para traer a Personalidades como Milos,
enhorabuena por el blog.
me gustaria invitarte al acto de clausura del campus cinematografico donde podras de nuevo encontrarte con el gran Forman , tomar una copa con nosotros y ver los cortometrajes realizados por nuestros alumnos .
a las 21h en el centro civico
Un saludo Kike Mesa Director CAMPUS CINEMATOGRAFICO.
Muchas gracias, Kike, creo que me pasaré. Es hoy mismo, no?
ah, no, veo que será este domingo. Si no me equivoco.
A mí Bruno me pareció muy divertida.
Felicidades, Pepo, FANTÁSTICO post. Muy inspirador... que ganas de revisar todas esas grandes películas. Es cierto que Man y Amadeus parten de unos personajes y unas circunstancias apasionantes, y que con sólo un poco de ganas y talento era fácil hacer una película decente, pero Forman las borda. Un director a reivindicar, sí señor.
A mí no me parece un bodrio el Dracula de Coppola, es la adaptación más fiel del libro. Y el comic de Mignola también mola.
Buen articulo, saludos.
Alguno , que no fue aun está en la luna...
Sí, "lunático"...
Bruce, conste que soy fan del Drácula de Bram Stoker, me parece un novelón. Creo que a partir de un determinado momento el de Coppola descarrila cosa mala (a pesar del buen comienzo de su película)... A mí me pareció finalmente un rollazo, lo siento, y encima pretenciosa cuando en el fondo es de lo más banal. Ya puestos al juego de comparaciones, AMADEUS parece más "ligera" y "para todos los públicos" en la superficie, y bueno, es que realmente es muy entretenida (y está pensada, diseñada para que funcione como espectáculo y como entretenimiento) pero tiene mucha más chicha, más hondura. En los temas que toca, los matices, las escenas, los personajes...
Está claro que la comparación con Amadeus no la aguanta, Dracula no es una obra maestra, pero tiene sus cosillas. El principio está muy bien, tambien me gusta el 1º encuentro de Dracula y Mina en las calles de Londres...
De acuerdo, esos momentos que citas también me gustaron...
...el viaje en barco a Inglaterra, la tumba de Lucy.. :D
Drácula de Coppola es una "castaña" y que conste que yo amo al Coppola este de los huevos...excesiva....un experimento post Europa de Lars Von Trier....una caca....todo lo bueno de esa peli , todo lo que te guste lo encontrarás mejor y maravillosos en sus originales de referencia....KK mala y excesiva con mayúsculas y dos k's....¿alguien ha visto ya la última? es buena?....
¿Tetro? Yo no, y no me interesa. Sí he leído varias críticas, precisamente porque no pensaba verla, y me temo que la ponen a parir.
Realmente interesante el artículo. Gracias, Pepo.
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