viernes, 2 de octubre de 2009

COMIC AS ART

Me gustaría comentar algunos aspectos del reportaje y las columnas de opinión que aparecen hoy en la revista Tiempo. La primera, sobre una de mis declaraciones que por razones habituales de espacio en este tipo de reportajes, aparece recortada y simplificada. Lo entiendo y no me quejo, pero sí me gustaría comentar aquí, porque creo que el tema tiene interés, todo lo que dije al redactor, Antonio Díaz. Cuando se me atribuye que "el cómic es un medio que tiene una vocación y una intención artística", quiero matizar que un medio o disciplina no puede tener vocación artística, sino en todo caso que algunos de los autores, pocos o muchos, que se dedican a ese medio o disciplina pueden tener esa vocación artística. En este sentido, lo que comenté es que durante gran parte de su historia el cómic ha sido mayoritariamente un medio con obras producidas industrialmente (siempre hay excepciones, por supuesto, pero creo que esa generalización puede hacerse) y destinadas también mayoritariamente a un público infantil-juvenil. Es bien sabido que muchos autores de esa "edad dorada" (industrialmente hablando) del cómic no tenían conciencia artística ni se consideraban a sí mismos artistas sino, en todo caso, artesanos, comunicadores o simplemente trabajadores que probaban suerte en un medio. Unas veces se quedaban en el medio, otras emigraban en busca de pastos más verdes si no les iba bien económicamente. Nada que objetar o criticar a eso, así (creo que) fueron las cosas y de ese medio de masas producido industrialmente también salieron grandes obras.

Sin embargo, en las últimas décadas esa concepción industrial del cómic ha empezado a cambiar. Son muchos y complejos los factores que han influido en ese cambio, pero uno de ellos y no precisamente el menos relevante, es que el cómic ha dejado de ser en bastantes países ese medio de masas que fue, capaz de generar ingentes beneficios a la industria que lo producía. Por supuesto, aún persiste esa concepción industrial del cómic, que en países como Japón goza además de muy buena salud. Pero, junto a esa concepción industrial, el declive de ventas en la últimas décadas en países como Estados Unidos, Francia/Bélgica o, desde luego, España, Argentina o Italia (países todos con una larga tradición historietística), ha propiciado un cambio de paradigma. El cómic ya no produce, salvo excepciones, los beneficios económicos que producía en los años cuarenta, cincuenta o sesenta. Ya no es un medio de masas. Este factor, junto a la irrupción de nuevas generaciones de autores con una conciencia y vocación claramente artísticas (que en muchos casos no han llegado al cómic para ganarse la vida, y son conscientes desde el principio de que será muy difícil ganársela) y que hacen cómics destinados a un público adulto, son los que a mi juicio han cambiado radicalmente el medio desde aproximadamente las últimas dos décadas o algo más. Es el caso de autores que empezaron a hacer tebeos teniéndose que ganar la vida con otros trabajos o bien dependiendo económicamente de sus parejas (desde Chris Ware a Daniel Clowes pasando por Joe Matt, Joe Sacco y un largo etécera, y cito solamente autores extranjeros). ¿Por qué hacían entonces esos cómics, si no podían ganarse la vida con ellos, al menos en un primer momento (afortunadamente, la repercusión de las obras de muchos de ellos ha empezado a la larga a producir beneficios)? Pues simplemente porque eligieron al cómic como medio de expresión personal y artística.

¿Quiénes son hoy día los jóvenes que llegan al cómic? Muchos de ellos son autores con formación artística que, en lugar de elegir la pintura, el videoarte o la instalación como medio de expresión personal, artística, se han decantado por el cómic. Es el caso de Dash Shaw, Anders Nilsen, Sammy Harkham o Yûichi Yokoyama, por citar sólo a cuatro. Luego la respuesa es sí. El cómic puede ser arte, por supuesto, y lo es en muchos casos. Cuando la ambición y los resultados de determinados autores (y no me refiero ahora solamente a los contemporáneos o novísimos; los hay también en el pasado del medio) logran producir obras de una calidad que pueda adjetivarse así, artística.

Afortunadamente de nuevo, en los últimos tiempos estamos asistiendo a una auténtica revolución creativa, y se están publicando numerosas obras capaces de demostrar con resultados palpables que el cómic puede ser arte, conviviendo con su tradicional condición industrial (cada vez más en declive, insisto, y no lo digo alegrándome ni mucho menos). ¿Ejemplos de estos tebeos cuya excelencia demostraría la condición artística de la disciplina que practican? Quien esté más o menos al día de lo que se cuece hoy en los cómics, los conoce pefectamente. Otra cosa es quien, por desinterés hacia el medio (legítimo, por supuesto), no está atento a ellos. Por ejemplo, a lo que hace Chris Ware (uno de los artistas geniales vivos, de cualquier medio, en opinión de quien suscribe y de gente con muchísima más valía, reputación y carrera que yo), a Chester Brown, a Seth (y su reciente GEORGE SPROTT. 1894-1975, su obra maestra), a Daniel Clowes, Charles Burns, Jaime Hernandez, Alison Bechdel, Joann Sfar, Rutu Modan, Christophe Blain, Marjane Satrapi, Blutch, David B., Emmanuel Guibert y un largo etcétera de autores recientes, y sigo refiriéndome a extranjeros, no a españoles.


CON AMIGOS COMO ESTOS...

Para terminar, quiero abordar algunas cuestiones sobre las columnas de opinión que publica hoy Tiempo. Acerca del artículo de Vicente Molina Foix, poco que comentar salvo un par de cosas o tres. La primera, que Molina Foix se muestra repetidamente sorprendido por las reacciones airadas que ha provocado su artículo. Dice, entre otras cosas, que

"Pero, ¿por qué tanta saña sobre un artículo de 40 líneas?".

Me sorprende la ingenuidad de quien, escribiendo tal libelo (y el artículo DIBUJOS ANIMADOS lo era a mi juicio, por el tono y las descalificaciones vertidas en él), no esperase cosechar respuestas enfadadas. Cuando escribes un texto e incluyes descalificativos tan zafios como los del ya célebre artículo, es de ingenuos (o de tontos, ya que el propio Molina Foix alude hoy al final de su artículo a la "zafiedad" y "tontuna" de algunos de los que le han respondido) pensar que no vas a conseguir enfadar a mucha gente. Dicho esto, ya expresé aquí lo que pienso de su artículo. La opinión de Molina Foix es simplemente eso, una opinión, ni más ni menos. No merece más importancia, ni mucho menos algunos de los insultos que ha provocado. A mí su artículo no me ha indignado sino sobre todo divertido, principalmente por ser la suya una opinión tan indocumentada y mal argumentada. En este sentido, no merece darle más vueltas. Creo además que opiniones como la de Molina Foix legitiman (aunque sea "al revés") la consideración del cómic como un arte más. Si nadie hubiera protestado por la creación del Premio Nacional de Cómic, o por la aparición de artículos sobre cómic en los periódicos y suplementos culturales, el fenómeno de la "normalización" no sería novedad sino algo ya asimilado. Y no lo está, aún no. Es un fenómeno nuevo, está sucediendo en estos años, y además tenemos el privilegio de ser testigos de ello. Es una novedad esta consideración pero, como he intentado argumentar arriba, las cosas nunca pasan por casualidad. Si el cómic empieza a tener hoy esta consideración, o si se crean secciones dedicadas al cómic en la prensa y en suplementos culturales como ABCD (que sigue siendo el suplemento de referencia en materia de arte en este país) es porque, 1), hoy día hay muchas más personas cultas sin los viejos prejuicios hacia el cómic propios de Molina Foix y otros que yo me sé; y 2) personas de la formación y reputación de los miembros del consejo editorial del ABCD (por seguir con el ejemplo) y de otras publicaciones pensaron que ya estaba bien de ningunear al cómic, y que los tebeos hoy merecen la atención de la gente interesada en la cultura de este país, y por tanto una sección propia en sus páginas. 3) Lo anterior vale también para la creación del Premio Nacional de Cómic por parte del Ministerio de Cultura.

Segundo, me llama de nuevo la atención este párrafo de Molina Foix:

"Mi único delito en todos estos casos está hoy por hoy amparado por la ley y es además incruento, pues no sale del campo del juicio estético; Kiarostami sigue imparable su carrera de honores y el cómic goza de excelente salud, realizado, publicado, leído masivamente y premiado".
Y digo que me llama la atención porque de nuevo aparece aquí el meollo de su asunto. Cuando hace su juicio estético alude a "Kiarostami y el cómic", no dice "el cine" y "el cómic". Es decir, alude a un cineasta concreto, con nombre y apellidos, Kiarostami, no al medio cine. El cómic en cambio no merece semejante concreción, por supuesto. Era el meollo del asunto porque generalizar así sobre el cómic es otra prueba de la ignorancia sobre él. En el cómic hay de todo, como en literatura, cine y otras artes. Hay productos industriales, hay obras con vocación artística, productos industriales muy artísticos, y todos ellos buenos, malos o regulares, dependiendo del autor, de la obra, y de quien las juzgue.

Tercero, hoy también escribe Molina Foix que
"no me gustan las películas de animación ni tengo feeling por la historieta, que conozco (sin seguirla religiosamente al día, eso no) más de lo que piensan algunos de mis indignados replicantes".
Como ya dije, es legítimo no tener interés alguno en una disciplina artística, esto nos puede pasar a todos. Lo que no es legítimo es descalificarla desde ese interés y desconocimiento. Hay muchos ejemplos en su artículo DIBUJOS ANIMADOS que lo demostraban, y sólo por citar uno me quedo con esa referencia a "el manga", en genérico, como si en el cómic de un país entero como Japón (pues eso es el manga, el cómic japonés) no hubiera de todo, bueno, malo y regular, y obras con vocación artística frente a obras producidas industrialmente. Hay mangas para niños, para adolescentes y para adultos, y de todo género y temática. Y, lo siento, pero igual que Molina Foix sabe perfectamente detectar en un artículo de otra persona que trata sobre, pongamos por caso, nueva novela, que esa persona no tiene ni idea de nueva novela, los que sabemos de tebeos porque nos interesan (además de otras disciplinas, por supuesto) vemos perfectamente en su artículo un gran desconocimiento del estado actual del cómic. Un cómic que en nada se parece, y lo digo sin menoscabar su historia pasada, al que conoció Molina Foix cuando "leyó y anotó" el ensayo de Terenci Moix de finales de los sesenta que hoy cita en su columna. Cierro el tema VMF y paso página. Prefiero la respuesta humorada que dimos ayer en El Estafador.

Sobre la otra columna de opinión hoy en Tiempo, la que supuestamente viene a dar la réplica a Molina Foix (en realidad ellos dos se lo guisan, ellos se lo comen), viene firmada por un viejo conocido de los tebeos, Ignacio Vidal-Folch. Vidal-Folch que, para quien no lo sepa, escribió tebeos en el pasado (son célebres sus excelentes colaboraciones con Gallardo) y un libro teórico junto a Ramón de España titulado EL CANON DE LOS CÓMICS (Glénat, 1996), reconoce hoy que su pasión por los cómics está ya "casi extinta" (cosa que me parece muy bien, y mi aclaración hasta sobra). Y desde luego se nota que -como dice David Muñoz en los comentarios- hace tiempo que no se pasa por las librerías. Lo digo porque primero afirma estar de acuerdo con Molina Foix sobre la falta de sentido de crear un Premio Nacional de Cómic, aunque discrepe de otras cuestiones. La razón de Vidal-Folch -en el artículo que he enlazado- es que esa distinción del Ministerio de Cultura
"tendría sentido en nuestro país vecino del norte, Francia, donde todavía existen docenas de editoriales, centenares de novedades y publicaciones cada año, y miles de profesionales que se ganan la vida y complacen a su clientela, que se cuenta por millones de lectores. En España, por el contrario, la industria es precaria, la mayoría de los escasos profesionales trabaja para editoriales extranjeras y la oferta al público consiste básicamente en productos japoneses, americanos y, en mucha menor medida, franceses".
Es decir, como la industria es precaria, lo mejor es no darle premios públicos (ni subvenciones). Me imagino que esa misma lógica también podría aplicarse a la poesía o al ensayo, que sí cuentan con Premios Nacionales, o al cine español, las bibliotecas o los editores de poesía, por decir algo, que deberían quedar completamente sujetos a la lógica del mercado privado y del capital y apañárselas sin subvenciones hasta la completa extinción. ¿No?

No, por supuesto.

Pero sigamos. Añade Vidal-Folch que
"El tebeo autóctono, el tebeo nacional, que tuvo una historia interesante, prácticamente se ha extinguido, y a estas alturas del partido convocar un premio ministerial es como convocarlo para el mejor romance de ciego. Más hubiera valido crear un museo de los tebeos".
De nuevo, el mal de la desinformación y de aplicar al presente tu conocimiento del pasado. Vamos a ver. El mundo cambia, el problema es que las ideas que algunos tienen del mundo, no. Que hace años, por ejemplo durante los noventa, apenas se publicaran tebeos españoles no quiere decir que eso siga siendo igual. También parece que si tienes que escribir en la prensa sobre cine actual, poesía actual o, yo qué sé, pintura actual, debes documentarte primero, pero si se trata de cómic, no. En ese caso no hace falta informarse, se puede opinar "sobre la marcha" porque "ya me conozco el tema". Pero este tema de la "extinción de la historieta española" en realidad no es opinable porque no se trata de una materia subjetiva, sino objetiva. Basta mirar los listados de publicaciones. Datos en la mano: voy a citar algunos de los tebeos nacionales producidos recientemente aquí, no para editoriales extranjeras. Para empezar, el antiguo colaborador de Vidal-Folch, Gallardo, ha publicado no hace ni dos años MARÍA Y YO (2007, Astiberri). Max, otro compañero de generación de Gallardo, publicó hace poco BARDÍN EL SUPERREALISTA (2006, La Cúpula), lo mismo que Daniel Torres, que no sólo retomó su serie ROCO VARGAS en esta década, también ha publicado este año la novela gráfica BURBUJAS (2009, Norma). Pere Joan publicó AZUL Y CENIZA (2004, Inrevés). Felipe Hernández Cava ha firmado dos álbumes recientes, SOY MI SUEÑO (con Pablo Auladell, 2008, De Ponent) y LAS SERPIENTES CIEGAS (con Seguí, 2009, Factoría K de Libros). Fermín Solís tiene un montón de tebeos publicados en esta década; el último, BUÑUEL EN EL LABERINTO DE LAS TORTUGAS (2008; 2009, Astiberri). Santiago Valenzuela también ha estado desarrollando a lo largo de esta década una ambiciosa serie titulada LAS AVENTURAS DEL CAPITÁN TORREZNO (2001-2005, De Ponent), además de otros cómics. Miguel Brieva no para de publicar, y por citar sólo dos de sus libros, ahí están DINERO (2008, Mondadori; autoeditado originalmente en los primeros dosmil) o BIENVENIDO AL MUNDO. ENCICLOPEDIA UNIVERSAL CLISMÓN (2007, Mondadori). David Muñoz publicó el año pasado SORDO, junto a Rayco Pulico (De Ponent), entre otros tebeos que tiene a lo largo de esta década. Antonio Altarriba y Kim han sacado este año un novelón gráfico como EL ARTE DE VOLAR (2009, De Ponent). Ramón Boldú también tiene este año nuevo cómic, EL ARTE DE CRIAR MALVAS (2009, Astiberri). Paco Alcázar, el año pasado (EL MANUAL DE MI MENTE, 2008, Mondadori, además de otros títulos anteriores). Otros autores que publican regularmente en El Jueves tampoco paran de publicar, dentro o al margen de El Jueves: Manel Fontdevila tiene unos cuantos álbumes en estos años (por citar solo uno, SÚPER PUTA, 2007, Glénat), además de sus recopilatorios en El Jueves, y lo mismo Monteys, Carlös, Pedro Vera, Bernardo Vergara (este mes saca álbum en Diábolo) o Manuel Bartual, que acaba de publicar dos cómics, dos, SEXORAMA (2009, El Jueves-RBA) y ¡ESCUCHA ESTO! (2009, Astiberri). Todo esto sigue siendo material español, producido en España. Sumo y sigo. ARRUGAS, de Paco Roca, aunque producido por y para Francia, ha sido un verdadero fenómeno de ventas en España tras su publicación por Astiberri en 2007. Juanjo Sáez tiene varios libros en esta década, como VIVIENDO DEL CUENTO (2003, Mondadori) o EL ARTE. CONVERSACIONES IMAGINARIAS CON MI MADRE (2006, Mondadori), en 2009 ha sacado un álbum sobre Los Planetas y prepara nuevo cómic para el año que viene. Mauro Entrialgo ni te cuento, es otro autor que no para de publicar. Miguel Ángel Martín también sigue publicando en España. TMEO sigue en activo, publicando la revista y álbumes aparte. Ángel de la Calle ha publicado en dos volúmenes, luego uno recopilatorio, su novela gráfica MODOTTI (2003-2007, Sins Entido). Yo mismo, no me voy a dejar fuera por falsa modestia, tengo publicados dos álbumes de la serie EL VECINO (2004 y 2007, Astiberri), que realizo junto a Santiago García, y el tercero está a punto de salir a menos de un mes vista, además de un montón de historietas cortas en revistas como NSLM, EL MANGLAR o 2 VECES BREVE, en donde también publican o han publicado bastantes autores españoles. Santiago García, por cierto, ha publicado junto a Javier Peinado LA TEMPESTAD (2008, Astiberri) y HÉROES DEL ESPACIO 1 (2009, Planeta DeAgostini), y junto a Javier Olivares EL EXTRAÑO CASO DEL DOCTOR JEKYLL Y MR. HYDE (2009, SM). Max Vento, cuyas declaraciones aparecen en el reportaje del semanario Tiempo, tiene dos álbumes publicados de su saga ACTOR ASPIRANTE (Dolmen), y un tercero que aparecerá en 2010. Daniel Acuña, David López, Ken Niimura, Man, Kenny Ruiz y Víctor Santos, entre otros, publicaron intensamente en España antes de volar hacia el mercado extranjero. Luis Bustos ha publicado hace unos meses ENDURANCE (2009, Planeta DeAgostini). Mario Torrecillas, Tyto Alba y Pablo H. debutaron este año con SANTO CRISTO (2009, Glénat). Hernán Migoya publicó el año pasado OLIMPITA junto a Joan Marín (2008, Norma), entre otros tebeos recientes. Gallardo de nuevo, junto a Paco Roca, vio publicado también en 2009 su EMOTIONAL WOLD TOUR (2009, Astiberri). Más nombres que están publicando en España y no trabajando para el mercado extranjero. Javier de Isusi (tres álbumes publicados estos años de su serie LOS VIAJES DE JUAN SIN TIERRA, 2004-2009, Astiberri), Pepe Gálvez, Toni Guiral y Joan Mundet (11-M. LA NOVELA GRÁFICA; 2009, Panini). Sergio Córdoba, Juaco, Sagar Fornies, Carlos Giménez, Jorge García, David Rubín, Jali, Carlos Portela, Sergi San Julián, Santi Arcas, Calo, Pedro Rodríguez, Pere Mejan, Miguel B. Núñez, Jacobo Fernández, Enrique Vegas, Luis Durán, Fidel Martínez, Borja Crespo, Laura, Alberto Vázquez, Clara Tanit, Jorge González, Pablo Auladell, Sonia Pulido, Lola Lorente, Alfonso Zapico y un largo etcétera. Más un montón de nuevos fanzines con autores jovencísimos que publican cómics. Lo siento por los que no menciono, de verdad, pero no me puedo acordar de todos.

Todos ellos son historietistas españoles en activo, que han publicado cómics en años recientes o incluso este mismo año, y siguen preparando proyectos producidos AQUÍ, no para el mercado extranjero. ¿Sigo? Creo que no hace falta. Lo que hace falta es informarse mejor antes de escribir columnas o artículos en la prensa. Saludos.

26 comentarios:

Bruce dijo...

vmf (pongo las siglas con minúsculas a posta) demuestra un conocimiento profundo con los dos ejemplos que cita: Mortadelo en su 1ª columna y Asterix en la 2ª. Ya no hablo más de vmf porque me he aburrido.

El otro (quinta)columnista en cambio hace una afirmación devastadora:

'(el comic) se maneja mal con la penetración psicológica y con el drama, pero en cambio es un formidable vehículo para otros géneros: el humor, la fantasía futurista o la confesión autobiográfica' y se queda tan ancho. Bien por él.

Pepo Pérez dijo...

Bueno, eso es una afirmación subjetiva. Con la que yo no estoy de acuerdo, claro. Basta leer alguno de los cómics recientes que, precisamente, buscan una penetración psicológica nunca antes conseguida en el cómic. De Ware a Burns pasando por, yo qué sé, muchos. Supongo también por ese párrafo que en una fantasía futurista por ejemplo no cabrá el drama pero bueno, lo dejo ahí.

Lamasthu dijo...

Amén a todo lo dicho. Fantástica respuesta sobre el tema Pepo. No tengo ni una coma que añadir sólo que no estoy del todo seguro que la industria este tan en retroceso. Creo que, como dices, en las últimas décadas el cómic ha cambiado pero creo, más bien, que se ha "añadido" algo a lo ya existente pero que la industria, que se sigue sosteniendo sobre todo en los cómics de superhéroes, se mantiene más o menos igual. Aunque reconozco, no como otros, que es un análisis en el que puedo entrar en profundidad.

Octavio B. (señor punch) dijo...

para mí el quid de la cuetión está en la naturaleza de lo artístico,en qué es un arte.
para mí no tiene que ver con las aspiraciones del artista como pareces apuntar, Pepo (pues a lo largo de la historia cambian, evidentemente... ¿le negamos su naturaleza artística, un ej, a los autores de códices miniados del románico, porque su aspiración poco tenga que ver con nuestro concepto de lo artístido y nuestras aspiraciones contemporáneas respecto al arte?). Tampoco, claro, con pensar en determinado receptor (en este sentido se tiende a menospreciar todo lo que va dirigido a infantes, como los dibujos animados -grosso modo, digo por entendernos-), sino en contemplar si el supuesto arte tiene un lenguaje, unas características propias, intrasferibles, que lo definan. Así en la escultura como en el cómic. Y a mayores, una forma artística se estudia en su evolución temporal. En sus diversas escuelas, por ejemplo. Luego evidentemente, dentro de una disciplina artística habrá autores magistrtales y otros "del montón", pero su cuantificación (como la contabilidad de obras "para adultos") no es lo que otorga cualidad de arte (aunque, en fin, raro es que no abunden... y en el cómic, como lenguaje etc etc, las hay a montones, ¿no?). Da igual que hablemos de música, de cómic o de arquitectura.
Y en todo caso, no es un tema importante, mientras se reconozca a los autores de historieta un aimportancia determinada que, desde luego,m no se corresponde al ninguneo de Foix.

Jordi Bravo dijo...

Muy buen análisis/réplica Pepo. Lo más indignante es que exista gente que supuestamente se dedica a la cultura y que se jacten de estar a favor de condenar una larga tradición artística/popular a la muerte como solución a sus males, cuando estos no son creativos sinó financieros. Sólo añadir que yo veo que cierto tipo de intelectuales hacen bien en alejarse del cómic. Personalmente lo prefiero. Cierto tipo de manifestaciones culturales se benefician de estar fuera de la órbita academicista. De este modo consiguen alejar a los indeseables al menos.

Pepo Pérez dijo...

Octavio, tienes razón, y ya digo que hay "productos industriales" que resultan ser francamente artísticos, en los tebeos, en el cine y donde quieras. Lo que quería decir, y por eso insisto, es que hoy día hay cantidad de autores que hacen cómic con conciencia de artista, lo hacen con esa intención, lo cual no garantiza evidentemente la calidad de los resultados. Pero no se ponen a hacer cómics precisamente para ganar dinero en una industria (lo cual está muy bien, no lo critico) sino como medio de expresión personal, como medio creativo. ¿Sammy Harkham hace un tebeo minoritario como POBRE MARINERO -una maravilla- para ganarse la vida? A mí me parece que no. Entonces, ¿para qué lo hace? Pregunto. ¿Y Anders Nilsen, para qué hace DOGS AND WATER, una obra maestra (en MITOLOGÍAS, editado en ESpaña por Fungencio Pimentel?

Dicho esto, no quiero en absoluto quitar mérito a quien sí hace tebeos para ganarse la vida. Miller ha ganado mucho dinero en la industria a lo largo de su vida y la vez también me parece un gran artista, y lo cito solo como ejemplo obvio en esta casa. Lo que quería decir es que hoy día hay muchos autores con esa conciencia clara de artistas, que conviven -a veces en el mismo lado- con la gran industria que es o ha sido el cómic a lo largo de gran parte del siglo XX.

Max Vento dijo...

Wow, Pepo. Deberías mandar la lista de publicaciones recientes a Vidal Folch, o por lo menos ponerla en los comentarios.

CARLOS P. dijo...

Cada vez que leo algo de IVF me cabreo más, no se ni porque le hacemos tanto caso. No creo que se la merezca, igual que no se la merece un analfabeto hablando de cultura. A los ignorantes, como dice la palabra, hay que ignorarlos y ya se callarán.
De todas formas una contestación digna de mención.

Óscar Palmer dijo...

"El mundo cambia, el problema es que las ideas que algunos tienen del mundo, no".

Más conciso y al grano, imposible. En realidad, todo se reduce a eso. A eso y a un ombliguismo desmesurado que lleva a según quienes a convencerse de que cuando las cosas dejan de interesarles no es culpa suya, sino del medio (el que sea), que se ha echado a perder. Chapeau por la entrada, Pepo. Sinceramente, creo que los textos de estos dos señores no merecían una respuesta semejante, no tenían categoría suficiente como para suscitarla, pero en cualquier caso me alegra haber podido leerla. Saludos.

toni bascoy dijo...

Enhorabuena, fantastica entrada.
A mi la columna de IVF me ha parecido mas sangrante que la de VMF: el primero parece un virgen hablando de sexo, el segundo parece un viejo impotente hablando de sexo.
Por lo que a mi respecta, que les den.

Guillermo Velasco dijo...

Ah! Ahora lo entiendo... Vicente se ha dedicado a escribir y al cine PORQUE NO SABE DIBUJAR!!! Por eso confunde/relaciona tanto ambas artes, y se muestra tan arisco con aquello en lo que se siente fracasado XD

Ovi-One dijo...

En serio, nadie mejor que tú para replicar a esta gente. Estás bien informado, argumentas, sabes de lo que hablas... Creo que pocos podrían haber puesto mejor que tú los puntos sobre las íes para esta clase de gente que se empeña en nombrar al cómic como un arte acabado y extinto.

Lo que más me cabrea es que la opinión de esta clase de gente es la que impide que otros quieran acercarse siquiera a un libro repleto de viñetas.

Qué lástima.

Pepo Pérez dijo...

Ovidio, te respondo brevemente:

1) no creo que su opinión cuente ya. Sinceramente. Pertecene a otro mundo, un mundo del pasado.

2) Tienes más respuestas bien documentadas, y argumentadas, enlazadas en este blog y en otros.

Marcosuiz dijo...

Muy interesante el articulo.
Un apunte:¿no crees que bajo esa concepcion industrial del comic que apuntas no han salido tantas obras artisticas o mas( la cuestion no es la cantidad)que bajo esa concepcion artistica del comics por parte de los autores que apuntas?;creo que no hace falta dar muchos ejemplos y supongo que casi seran los mismos los que todos tenemos en mente:desde George Herriman a Jack Kirby,etc...

Pepo Pérez dijo...

Sí, claro, lo digo al menos dos veces en el post (o tres). Entiendo que nuestra habitual tendencia a pensar en términos dicotómicos (yo el primero) te haga pensar que pienso que no, que la industria no puede ser "artística". El factor "industria" condiciona el modo en que se acercan los autores al cómic, y en muchos casos lo que se ven obligados a hacer, pero NO es un impedimento a la posibilidad de producir obras con calidad que podamos juzgar como artística. Ya lo digo arriba en este mismo hilo, Miller es un creador que casi siempre ha trabajado en la gran industria -aunque haya forzado sus límites-, no es un autor que podamos calificar precisamente de marginal o minoritario, y a mí me parece un gran artista. En los ejemplos que pones también coincido, Herriman, Kirby, y muchos otros.

Little Nemo's Kat dijo...

Ya el "El canon de los comics" de Vidal-Folch y Ramón de España parecía denotar que la pasión de sus autores por el cómic comenzaba a extinguirse; se trata de un canon en el que se comienza por definir al cómic como (literalmente) una "subcorriente de la literatura popular" y se continúa con una enumeración de autores relevantes tomados en su mayoría de la escuela franco-belga; obviando a casi todos los grandes creadores estadounidenses, japoneses, etc. Se trata de un canon subjetivo, evidentemente, pero tan tan restringido y corto de miras que como referencia bibliográfica tiene una valía muy limitada (pese al muy abarcador anuncio de su título).

santibilbo dijo...

OPINO lo mismo que litle Nemos Kat, El Canon fue uno de los libros de comic más vergonzantes que he leido, entre el descaro y la ignorancia.Y en esos tiempos eran tios mu respetados.Ha desaparecido de la biblioteca, el caso que me apetece releerlo.Y extraordinarios articulos, Pepo, yo tambine creo que lo de Vicentito daba casi hasta ternura.Ignacio desde que dirige El Pais ya solo entiende de confederalismos y corresponsabilidad fiscal, no habla de memeces desde que se acabaron Remy,Pratt y cía

Strauss dijo...

Pepo, estoy de acuerdo con tu contestación a las manifestaciones de Vidal...pero creo que este mismo autor señala una característica del cómic que me parece muy interesante ahondar:

"El lenguaje del cómic resulta decepcionante en algunos registros temáticos, pero muy válido e incluso idóneo para otros. Se maneja mal con la penetración psicológica y con el drama, pero en cambio es un formidable vehículo para otros géneros: el humor, la fantasía futurista o la confesión autobiográfica, como demuestran las espléndidas realizaciones de las últimas generaciones de profesionales norteamericanos y franceses"

Creo que no le falta razón en este apartado al señor Vidal: la penetración psicológica tanto en cine como en cómic aburre a más no poder y, si se quiere emular a Proust, lo llevamos claro. Actualmente existe una edición (aún no terminada) de la trasposición al cómic de "en busca del tiempo perdido": sencillamente no dan pie con bola. Ese cómic tiene tanto de la obra de Proust como Carmen de Mairena de guapa. Precisamente la obra de Proust tiene como elemento diferenciador i vanguardista una penetración psicológica que perdura a lo largo de centenares de páginas. ¿cómo puede un ilustrador gráfico sintetizar todos esas disquisiciones y refelxiones en unas cuantas viñetas? Y, lo más importante: ¿cómo se representa la reflexión psicológica? El cómic, como el cine, son visuales, por ello necesitan de la recreación de una historia, de una acción.

¿cómo se puede trasponer "Crimen y castigo" al cómic? ¿Los pensamientos de Raskólnikov, cómo se pueden representar gráficamente?

Sinceramente creo que Vidal ha metido el dedo en la llaga y él lo sabe bien, porque a la hora de guionizar cómics seguro que se encontró con este problema más de una vez.

La literatura también tiene su punto flaco o débil: por ejemplo una persecución automovilística en el cine o el cómic es muy adecuada, pero en la literatura se hace muy abstracta. Del mismo modo que expresar la situación en un punto determinado ya sea un mapa, etc, en el cine o el cómic puedes enseñar el mapa y la situación visual exacta...con la literatura se tendrían muchos problemas para hacer entender al lector una situación exacta; quizá por ello, "el señor de los anillos" utiliza mapas intercalados para facilitar la comprensión del lector.

Pepo Pérez dijo...

La adaptación a Proust que comentas me parece muy mala. Y creo, sinceramente, que tu pregunta está mal enfocada. No se trata de traspasar Crimen y Castigo al cómic, porque Crimen y Castigo se escribió como novela. Se trata de hacer cómics con el lenguaje del cómic. Y en estos 10 o 15 años, te lo aseguro, se están desarrollando recursos narrativos para poder aspirar a esa penetración psicológica y a lo que en realidad queramos. Si quieres ver reflexión psicológica, te invito a leer (si no lo has hecho ya) Agujero Negro, o cualquier cómic de Chris Ware. El cómic, por cierto, también puede usar la palabra, aunque sea distinto el efecto de la literatura al ir con imágenes al lado. la última historieta que leí de Chris Ware era una recreación de, atención, los primeros años de vida de un bebé. Y te aseguro que es alucinante.

Una última cuestión con el tema de la penetración psicológica: pensamos con imágenes. Lo dicen los neurólogos de hoy día.
No sé si eso te dice algo respecto al cómic.

Strauss dijo...

Ante todo te quiero agradecer que me hayas contestado y no hayas rehuido a la cuestión que planteaba…porque ésta no se puede resumir en un par de líneas; debido a ello me veo forzado a recurrir a la elaboración de un comentario demasiado largo, para mi gusto, pero, creo, necesario, para que se entienda lo que quiero expresar y, te pido disculpas, por el “tocho” que mando, esperando que comprendas mis motivos.

“Se trata de hacer cómics con el lenguaje del cómic”

Sí, tienes razón, el ejemplo de una novela no es muy adecuado teniendo en cuenta de que hablamos de dos medios distintos.

“se están desarrollando recursos narrativos para poder aspirar a esa penetración psicológica y a lo que en realidad queramos”

Totalmente de acuerdo contigo: hace unos 20 años se empezaron a dar cuenta de que el cómic era un terreno prácticamente inexplorado y que como medio podía ofrecer a los creadores muchas posibilidades. El cómic, más que nunca ha entrado en una dinámica de desarrollo y de experimentación; lo mismo que hace décadas lleva haciendo el cine.

Pepo he leído cualquier tipo de cómic que se haya publicado los últimos 15 años: ya sea de Marvel, los de 5 estrellas de Álvaro Pons, Manga, etc. Me gustan mucho los cómics y, por consiguiente, intento estar al día en todas las novedades. Con ello, quiero expresar en relación a la penetración psicológica, que mi postura no es axiomática ni inflexible. Hablo desde la sensación que me aporta la lectura de un cómic como “señal y ruido”. En él, Gaiman, realiza esa penetración psicológica, y, al mismo tiempo, demuestra que el relato interno claudica ante la representación en imágenes. El dibujante se harta de poner caras y caras del personaje, para acompañar el texto, pero no se trata de ponerle caras a una introspección o meditación de un sujeto determinado, sino de acompañar gráficamente lo que se dice. ¿Cómo representas gráficamente ideas abstractas? Ese es precisamente el problema que tuvo el dibujante Dave Mckean, gran profesional, por cierto, que en este libro hizo un trabajo grandioso, pero ello no obsta a que en los momentos de reflexiones internas del personaje principal, las imágenes representen un señor sentado pensando, y ello a lo largo de una secuencia de varias viñetas que llegan a cansar, porque la imagen representada siempre es la misma, únicamente varía el texto.

Strauss dijo...

Vidal-Folch no dice que en el cómic no quepa la introspección psicológica, dice que el medio no se defiende bien…se puede hacer pero no acaba de cuajar. Al menos, eso es lo que interpreto de sus palabras.

Analízalo, Pepo, y verás que un diálogo se puede manejar bien pero una intropsección psicológica es muy difícil de ser representada en imágenes; ya sea en el cómic o en el cine. Y cuando hablo de introspección psicológica no hablo de 5 líneas, que eso lo metes en una viñeta y va que tiras. Hablo de 150 líneas de introspección o más. ¿qué hacemos, ponemos un señor meditando y nos quedamos tan panchos?

Las imágenes acompañan el texto, lo definen, lo perfilan. ¿cómo se pueden representar ideas abstractas sin un hilo conductor? La viñeta necesita encuadrar las imágenes en algo o sobre algo (como dicen los franceses, “le décor”). Muchas veces estas reflexiones llevan comparaciones y análisis de características del objeto sobre el que se esta reflexionando. ¿Cómo representas gráficamente eso?

Que el cine o el cómic no lleven bien el relato psicológico no quiere decir que las obras que estos medios puedan ofrecer a la cultura sean menores que “crimen y castigo” o “Hamlet”, ni mucho menos. Pero si evidencia que el cómic y la literatura son medios distintos y cada uno con sus potencialidades y características propias.

La literatura utiliza el lenguaje; el cómic el lenguaje y las imágenes; el cine el lenguaje hablado y las imágenes en movimiento. Lo que diferencia la literatura del cómic y el cine es que puede prescindir de las imágenes, lo cual permite elaborar disquisiciones filosóficas o psicológicas, totalmente abstractas. ¿por qué? Porque muchos conceptos son abstractos y no se pueden representar en imágenes claras y nítidas. El concepto “intuición” no se puede representar en imágenes, podemos elaborar una imagen aproximativa, que es lo que hacemos ante este tipo de conceptos (como tú bien señalas en la manifestación en que citas a los neurólogos y las imágenes). Coche, mesa, teléfono, todo ello lo podemos representar con imágenes puras y claras, pero “intuición”, “ambivalencia”, todos estos conceptos los representamos en imágenes…pero, qué imágenes!!! ¿por qué nos cuesta mucho entender un texto filosófico y muy poco uno de historia? Porque la representación gráfica del lenguaje contenido en el texto de historia es fácilmente representable, ya que contiene conceptos no abstractos fáciles de representación, pero el texto filosófico lo debemos leer con lentitud y, a veces ni eso nos salva, porque la representación en imágenes de los conceptos que contiene el texto es aproximada pero no es clara ni nítida, debido a que asociamos imágenes con conceptos abstractos, que muchas veces tienen poca relación con la imagen que hemos escogido para representarlas. Por eso hay personas que tienen más facilidad de comprensión que otras: porque pueden elaborar más rápido esa representación y, lo más significativo, la imagen escogida es plenamente eficaz. ¿no pusiste como ejemplo a Jung y sus problemas con las matemáticas? Lo abstracto es de difícil representación, por ello las personas que son de letras se mueven con facilidad con las novelas o los textos históricos, pero ante ideas filosóficas, como la lógica, etc, o las ciencias técnicas, claudican debido a esa dificultad en la representación de imágenes para conceptos abstractos. Las reflexiones filosóficas son abstractas, totalmente abstractas, no concretizan nada, sólo exponen ideas. No cuentan ninguna historia, no hay, por consiguiente, algo en que sostener las ideas. Decía Arquímedes: “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. El cómic, como el cine, necesita de un hilo conductor, de una historia, de una acción, que haga de punto de apoyo, pero las reflexiones abstractas ¿cómo representarlas?

Strauss dijo...

La historia, como disciplina, puede perfectamente, ser traspuesta al cómic, porque es como un relato, mejor dicho, son muchos relatos unidos. La filosofía o la psicología, como disciplina, no se pueden representar en imágenes. Es posible representar la vida de un filósofo, pero no sus ideas, esto es, no sus propias introspecciones psicológicas.

Ya que eres autor de cómic (o no, a tenor de la ideología de Sergio Bleda) ¿cómo solucionarías esta viñeta? Te pongo un ejemplo: tú y un amigo guionista decidís hacer la biografía de Kant en cómic, al cabo de unos meses el guionista ya tiene finalizado el texto. Todo parece sencillo, porque consiste en narrar una historia, pero en la plancha número 20, el guionista aborda el pensamiento kantiano de forma resumida y señala que debes hacer una serie de 3 viñetas, en las que, a cada una de ellas, les corresponda un texto entrecomillado: a la primera viñeta le corresponde “Sean cuales sean el modo o los medios con que un conocimiento se refiera a los objetos, la intuición es el modo por medio del cual el conocimiento se refiere inmediatamente a dichos objetos y es aquello a que apunta todo pensamiento en cuanto a medio.” A la segunda: “Tal intuición únicamente tiene lugar en la medida en que el objeto nos es dado. “ A la tercera: “Pero éste, por su parte, sólo nos puede ser dado si afecta de alguna manera a nuestro psiquismo.”

¿Lo solucionarías como hace Mckean con un tío sentado a lo “el pensador” de Rodin”? Bueno, ¿y si la reflexión es muy larga, qué hacemos 25 viñetas a lo “el pensador” de Rodin”?

¿Si el cómic no claudica ante las reflexiones psicológicas o las ideas filosóficas dime cómo lo harías tú? No me entiendas mal: no es un reproche, es una pregunta. Personalmente, no le veo solución a este tema, yo no sabría representarlo gráficamente, me rindo, me veo incapaz de hacerlo.

Todo medio tiene sus características positivas y negativas. Si hubiese un medio perfecto, que pudiese contener todas las cualidades existentes, no coexistirían otros distintos a él, ya que éste aportaría por sí mismo, lo que el resto aportan por separado. No le veo ningún problema a que el cómic o el cine tengan esta carencia ya que ostentan otras facultades que la literatura no puede aportar. No se trata de un combate entre literatura y cómic sino de analizar qué pueden aportar.

Perdona, isnsito , una ves más, por el rollo pero llevo años con esa sensación en mi mente y, hasta la fecha, ningún autor ha conseguido demostrarme lo contrario...de verdad, me gustaría que algún día un cómic consiguiese hacerme cambiar de parecer, pero a tenor de la explicación sobre la representación del lenguaje en base a imágenes, veo difícil que ello se pueda producir. Y, créeme, me apena mucho, porque prefiero el cómic a la literatura.

Pepo Pérez dijo...

Ahora sí te he entendido. Lo que propones -me refiero a los ejemplos concretos- yo lo solucionaría usando imágenes por relación. O imágenes alegóricas, si es posible. Eso significaría que las imágenes aportarían otros significados al texto, pero no lo veo algo malo sino todo lo contrario. Tienes un ejemplo magnífico en que se hizo: Karasik y Mazzucchelli cuando adaptaron Ciudad de Cristal. El principal problema de ese libro es que contenía muchos pasajes de introspección. La acción se podía representar en cómic con medios "clásicos", pero ¿y las partes de reflexión del narrador, o las meditaciones del protagonista? Como seguro que lo has leído, ya sabes cómo se las apañaron. Yo no creo que se perdiera fuerza o profundidad por el hecho de pasarlo al cómic. Al contrario, creo que se añadieron significados al texto. Y creo que ese es el camino en estos casos. No desde luego el la adaptación a Proust que comentamos anoche.

Strauss dijo...

He leído "Ciudad de cristal" un muy buen cómic; recuerdo perfectamente lo que señalas. Es una buena solución. Las imágenes por relación y las alegóricas requieren de varias viñetas solapadas o superpuestas a la principal, tipo DK2. Ya había pensado en algo así, hasta me surgió la idea de poner algún esquema a página completa...pero aquí entraríamos en el terreno de las múltimples viñetas por página y de las viñetas superpuestas o adicionadas a una viñeta mayor que ocupe toda la página, como en DK2.

Entiendo perfectamente lo que me comentas y creo que de esta forma sí se podría llegar a rezlizar una introspección psicológica; lo de las ideas filosóficas lo veo más difícil, ya que únicamente se me ocurre el medio literario o esquemas puros con flechas y enlaces, vamos, como unos apuntes universitarios, esto es, no me puedo imaginar una trasposición de la "crítica de la razón pura" en cómic, aunque confieso que me gustaría muchísimo encontrarme con esa versión en cómic...vamos, estaría dispuesto a pagar un precio desproporcionado por un cómic así.

En el cómic existen multiplicidad de formas para narrar una historia, claro ejemplo de ello es el libro "99 ways to tell a story", también lo son "ciudad de cristal" o DK2. Pero aquí entraríamos en apetencias personales, ya que personalmente, prefiero los cómics a una viñeta, es decir viñeta a viñeta, vamos como si fuese una película de cine. El ver una viñeta a tamaño folio o similar me introduce más en la historia, me siento más partícipe, por ello prefiero los cómics con pocas viñetas por página...y ahora que llega el tema digital, creo que podré leerlos todos en esta forma determinada. Ello satisface mis apetencias personales y el que quiera seguir con la página completa no hay problema, se cambia la opción y listos: esa es la grandeza de la informática. Lo malo (para mí, que me gustan las viñetas a página entera, no para el que le gusten los cómics en formato plancha) es que con un Jimmy Corrigan o un DK2 no se puede leer viñeta por viñeta porque han sido pensados para leerse en conjunto a toda página, con cambios de sentido de lectura, giros, lectura de viñetas verticales, etc.

Strauss dijo...

Pepo:

Llevo entre todo ayer y hoy pensando en los mensajes anteriores y he llegado a la conclusión de que tienes toda la razón:

"se están desarrollando recursos narrativos para poder aspirar a esa penetración psicológica y a lo que en realidad queramos"

Después de darle muchas vueltas y de volverme a releer los libros de "99 ways" y "ciudad de cristal", creo que cualquier idea por abstracta que sea puede ser objeto de trato por el cómic. Me ha costado verlo pero estos 2 autores, me han aportado ejemplos determinantes que han vencido mi convicción referente a la incapacidad del cómic para abordar este tipo de ideas.

Vencer una convencimiento requiere mucho más esfuerzo que vencer una simple idea preconcebida. Gracias por haberme hecho recapacitar y poder, de esta forma, retractarme de una idea errónea que se había fijado en mi mente en forma de convicción.

Pepo Pérez dijo...

Bueno, entiendo el problema que planteabas porque el "viejo cómic" estaba muy lejos de poder representar ese tipo de cuestiones. PEro es que precisamente ahora hay autores que están trabajando en ese campo. Evidentemente, queda mucho por hacer (¡menos mal!), muchos recursos narrativos que explorar, pero sí creo que ya hay obras que se atreven a meterse en esos campos. Gracias a ti por los largos comentarios, a ver si tengo un momento y los aprovecho de algún modo ; )