Adiós, Chris Marker
(Chris Marker en El Cultural, artículo de Carlos Reviriego)
(Chris Marker en Jot Down, artículo de Pablo Mediavilla Costa)
Canal de Kosinki (Chris Marker) en YouTube
¿Cuándo supo que se podía ganar la vida con el cómic?
Yo nunca pensé que me podría ganar la vida haciendo nada. Ya estuve contratada y nunca más podré estarlo. Tengo un problema con la autoridad y te aseguro que me despedirían al primer día del contrato. Hice trabajillos para poder pagarme los estudios; entonces me decía que bastaría con ganar lo suficiente para poder comer pasta. Pero jamás pensé que alguien podría querer publicar mis libros ni que fuesen a tener éxito. Además, tampoco soy una persona muy gastadora, aunque puedo llegar a serlo. Si tengo 10 euros, vivo con 10, y si tengo 100.000 vivo con esos 100.000; pero no significa que sea más feliz cuando tengo los 100.000. Vivo con lo que tengo. Ahora estoy encantada porque, evidentemente, tener dinero está muy bien. ¡Ojalá todo el mundo lo tuviera! Estoy segura de que el ser humano está hecho para el lujo. Es fácil acostumbrarse a él, pero es mucho más difícil acostumbrarse a la miseria. La naturaleza humana está hecha para el confort. Dicho esto, prefiero ser pobre y hacer lo que me gusta, que a la inversa.
Entiendo que habrá rechazado algún trabajo por ideas políticas.
Claro. Una marca de coches me propuso hacer un anuncio con el eslogan del mayo del 68 y lo encontré indecente y repugnante. No se puede vender coches con eslóganes revolucionarios. O vendes coches o haces la revolución [...].
Aparte de con las novelas gráficas y el cine, ¿no le dan ganas de decir públicamente lo que piensa?
Me invitaron a la televisión para ser la representante de Irán en unos debates. Hace 12 años que no voy a mi país y hace 18 que no vivo allí. ¿En nombre de qué voy a ir yo a hablar de los problemas de los iraníes de hoy? ¿Qué credibilidad tendría? También en el momento de la revolución iraní, me decían que fuera a la televisión porque la gente en Irán me adoraba. ¿Cómo iba a decirles que salieran a la calle mientras yo tomo cafés en las terrazas de París? Lo haría si pudiese estar en la calle con ellos. Para mi ego y mi posición social sería muy fácil. Pero ya no vivo allí, la información que me llega es de segunda mano y jamás me permitiría hablar en su nombre. Detesto ese punto de vista de los exiliados. Mi historia acabó en 1994 cuando me fui de Irán y ahora no puedo decir nada. Por esas mismas razones tampoco podría escribir un cómic sobre las revueltas árabes actuales.
¿Por qué continúa editando sus libros con la pequeña editorial L’Association?
Porque cuando nadie los quería, ellos me los publicaron. Ahora las grandes editoriales me buscan, pero si mis libros dan dinero, quiero que la gente que creyó en mí al principio pueda beneficiarse.
«Enhorabuena. Han sido… ¿8 años en el Capi?Un poco menos de 8 años. Creo que en agosto o septiembre de 2004 empecé a escribir mi primer número, que salió en noviembre de ese año.
¿Por qué ahora?En parte es el comienzo de una transición del trabajo de encargo a otros libros en los que mantengo los derechos. Con el trabajo de encargo he llegado a un punto en el que me estaba empezando a sentir exhausto. Como si mi depósito de cómic superheroico estuviera casi vacío, básicamente. Ha sido un trabajo genial y creo que he encontrado maneras de introducir mi voz ahí, pero también hay muchas otras cosas que quiero hacer como guionista, así que me voy a dedicar a eso durante un tiempo».
La noticia llega apenas una semana después de que el dibujante Paolo Rivera anunciase que se despide de Marvel para, precisamente, dedicarse a realizar trabajos en los que pudiera conservar el copyright. La lista de autores que se alejan del trabajo por encargo -del cual no retienen derechos, al tratarse de personajes propiedad de la editorial- no deja de crecer, y es muy posible que pronto haya que añadir el nombre de Brubaker a otros como Rivera, Robert Kirkman, Brian K Vaughan, Mark Millar, Roger Langridge o Chris Roberson».
Mi etapa en Action Comics termina en el número 16, en Batman Incorporated concluyo en el número 12, y después de eso no tengo planes para ningún tebeo de superhéroes mensual durante un tiempo. Multiversity son ocho números y tengo 30 páginas sueltas para un proyecto de Wonder Woman, pero esas son historias finitas.
No estoy diciendo que nunca volveré a escribir superhéroes. Es sólo que mi relación con ellos ha cambiado, especialmente después de terminar en la colección, y no estoy seguro de si quiero mantener el mismo nivel incesante de producción.
[...] Creo que más o menos he trabajado con todo aquello que he sentido alguna vez sobre esos personajes. Fue un poco como ir al psiquiatra y tumbarse en el diván el tiempo suficiente para darse cuenta de "¿en qué estaba pensando?" [Risas] No lo sé. Sé que hay un montón de maneras diferentes de usarlos, pero ahora me siento como que estoy llegando al final de un largo periodo intensivo en el que había estado hablando de ciertas ideas usando el lenguaje de los superhéroes, si es que eso tiene sentido. Quiero probar algunas ideas nuevas y explorar las oportunidades que siguen llegando de escribir novelas y guiones para la pantalla.
hay que señalar que el artista pintó este bisonte con ocho patas, sugiriendo movimiento... casi una forma de protocine.
La representación del movimiento ha sido una preocupación constante de los artistas, en todas las épocas y todas las culturas. En los orígenes de la mímesis encontramos cosas como la danza y el canto, reproducciones de fenómenos de la naturaleza y de movimientos animales, incluyendo sus sonidos característicos, y es probable que muchas pinturas rupestres fueran ejecutadas en el curso de rituales religiosos. El estatismo de la creación visual, en aquellos casos, sería sólo el resultado congelado de una acción. Vemos ahí ya una disyuntiva que va a mantenerse más o menos latente a lo largo de los sigloes, y que resultará trascendental para el arte contemporáneo: la imitación real (mediante recursos perforamtivos) de movimientos efectivos, y la representación simulada de los mismos con imágenes estáticas (pinturas o esculturas).
Es esto último lo que preocupó intensamente a los artistas de la Edad Moderna. Era un asunto sobre el que se discutía en los talleres, y de ahí que fuera abordado por todos los tratadistas. Leo Battista Alberti, en su libro sobre la pintura, no olvidaba esos movimientos del ánimo «que los doctos llaman afecciones», pero era demasiado pronto para teorizar sobre la expresión de las pasiones y se mostró más interesado en las cosas que se planteaban a diario sus colegas [...]. También le importa mucho que el artista sepa reproducir de modo adecuado los movimientos de los animales y los de las cosas que no tienen vida.
[...] ¿Se puede hacer, pues, una «iconología del movimiento» en la época renacentista? Sin duda, al menos en algunos casos. Ciertos temas lo exigen, como las batallas, y cabe aventurar la hipótesis de que este género pictórico, tan importante desde fines del Quattroccento, haya surgido de la confluencia entre múltiples factores, con dos de ellos dominando de modo especial: las pulsiones políticas (encaminadas a la glorificación de las acciones bélicas emprendidas por los príncipes y estados renacentistas), y el deseo de los pintores de demostrar sus habilidades resolviendo lo más difícil, es decir, la interacción y la variedad de muchos cuerpos, con distintos tipos de movimientos.Por supuesto, esos pintores no estaban cultivando ninguna forma de "protocine" ni mucho menos de "protocómic" al intentar representar movimientos, procesos o secuencias en sus obras. Eran pintores, pintaban.
A día de hoy, Ditko probablemente se ha llevado muy poco de su cocreación multimillonaria. No tiene la propiedad del personaje y le pagaron una modesta tarifa por página en la época. Cobra royalties cada vez que los cómics se reeditan, pero dice que no ha ganado nada de las películas, a pesar de que su nombre aparece en los créditos.
"No", declara al Post cuando se le pregunta si se le pagó algo por las cuatro últimas películas de Spider-Man.
"No he estado involucrado con Spider-Man desde los sesenta."
En cualquier caso, el dibujante no parece muy interesado en el dinero. A pesar de que podría ganar miles de dólares haciendo comisiones para los aficionados, se niega constantemente. En su lugar, sigue haciendo cómics autoeditados en blanco y negro con títulos como "The Avenging Mind".
"Los hago porque es lo único que me dejen hacer", dice al Post, sugiriendo que las grandes editoriales ya no están interesadas en su trabajo.----