Las categorías 'cómic de genero' y 'cómic de autor' NO son incompatibles. A lo largo de la historia del cómic hay ejemplos de cómic que podemos calificar de autor construidos desde los esquemas narrativos de algún género concreto (la ficción de género se basa en la repetición de una serie de códigos-estructuras narrativas-estereotipos, una repetición que procura introducir variaciones en cada nueva narración para generar el interés del espectador/lector; este paréntesis fue una idea que apunté yo tras releerme en el tren hacia Madrid un artículo estupendo de Peter Coogan).
¿En qué momentos históricos? Una de las ideas repetidas en la mesa redonda de ayer con Pepe Larraz, Juan Díaz Canales y Kano en el GRAF 2013 es que, si tenemos en cuenta que el cómic de género ha sido cultivado intensamente por la industria de los tebeos durante todo el siglo XX, la mayoría de momentos (que no todos) en los que el autor pudo deslizar su voz propia (temas/estilos personales) en ese cómic de género fueron aquellos en los que no había mucho dinero que perder y, por tanto, la industria permitió esos márgenes de creatividad extra: editoriales/colecciones al borde del cierre, personajes secundarios que no importaban ya a nadie, etc. Ejemplo: el Daredevil de Miller en los primeros 80; el Swamp Thing escrito por Alan Moore en la misma época. A mí se me olvidó apuntar el caso de Steranko, tal vez el primer "autor" en sentido estricto que pasó por Marvel (antes de marcharse por sus choques con Stan Lee y Martin Goodman/Sol Brodsky). Steranko era un autor de cómics de nueva generación que, a diferencia de los veteranos, veía el cómic como una forma legítima de expresión, un arte gráfico a explorar, y a ella aplicó tanto recursos del pop art y el op art como todos los trucos de impresión y color que había aprendido tras su paso por la imprenta y la agencia publicitaria en las que había trabajado previamente; su visión de autor, a mi juicio, consistió en esa concepción "total" del comic book como campo formal de experimentación gráfica. Llegó a controlar todo el proceso creativo en un momento (finales de los sesenta) en que nadie más hacía eso en la industria del comic book: guión, lápiz, tinta y hasta las indicaciones de color. Steranko también era un erudito sobre el cómic de su país que pronto escribiría una de las primeras historias del comic book americano. Como ha quedado claro en muchas declaraciones e historias cruzadas, Steranko no era alguien al que el editor pudiera cambiar alegremente sus cómics.
(reportando en directo desde el Graf Madrid 2013)
(continuará)
Steranko, portada para Nick Fury, Agent of S.H.I.E.L.D. (#4, septiembre 1968) |