domingo, 7 de noviembre de 2010

LEGITIMACIONES

"Pero las dificultades que la fotografía había causado a la estética tradicional eran un juego de niños comparadas con aquellas que el cine le anunciaba. De ahí la ciega violencia que distingue los inicios de la teoría cinematográfica. Así, Abel Gance compara por ejemplo el cine con los viejos jeroglíficos: «Henos aquí, por un prodigioso retroceso, vueltos al plano de expresión de los egipcios... El lenguaje de imágenes no está aún a punto por cuanto nuestros ojos aún no se han hecho a ellas. Todavía no hay sufiiente respeto, culto, por lo que expresan». O, como escribe Séverin-Mars: «¿Qué arte tuvo un sueño... más poético y, al tiempo, más real? Así considerado, el cinematográfo se convertiría en un medio de expresión absolutamente excepcional, en cuya atmósfera no deberían moverse sino personajes superiores en el pensamiento en los momentos más misteriosos y perfectos de su recorrido». Por otra parte, Alexandre Arnoux concluye una fantasía sobre el nudo planteando directamente esta pregunta: «Todas las audaces descripciones que hemos empleado hasta el momento, ¿no deberían quizás desembocar en la definición de plegaria?». Es muy instructivo ver cómo el deseo de hacer entrar al cine en el "arte" obliga a estos teóricos a introducir en él, a través de sus interpretaciones, con irreverencia sin igual, elementos del culto [sagrado]. Y sin embargo, en la época en que estas especulaciones se publicaron, ya existían obras como L'opinion publique o La ruèe vers l'or.

No obstante, esto no impide a Abel Gance recurrir a la comparación con los jeroglíficos, mientras que Séverin-Mars habla de cine como podría hablar sobre las pinturas de Fran Angelico. Es característico que también hoy en día incluso autores [...] busquen el significado que corresponde al cine justamente en la misma dirección y, si no de manera directa en lo sacro, sí sin duda en lo sobrenatural".
Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, 1936.

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"Encontrar cómics más allá de nuestro milenio es más bien difícil.
A primera vista, los jeroglíficos egipcios parecen encajar perfectamente en nuestra definición [de cómic].
Pero todo depende de lo que entendamos por la palabra 'ilustraciones'.
[...] Aquí está la escena completa, pintada hace unos 32 siglos para una tumba de 'Menna', antiguo escriba egipcio.
Como pasaría 2700 años después en Méjico, los egipcios leían sus cómics en zig-zag. [...] En este capítulo, no he hecho sino rascar la superficie... La columna de Trajano, la pintura griega, los pergaminos japoneses... Todo ello debe ser cuidadosamente examinado".
Scott McCloud, Entender el cómic. El arte invisible (1993), pp. 12- 15.

A buen entendedor...

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