"Pero siempre hay una revuelta contra las cosas establecidas. He citado a Goscinny y Charlier... Ellos también se rebelaron un poco en los sesenta contra las revistas de cómic que ya existían. Del mismo modo, en los años 1970-75, Mandryka, Bretécher, Gotlib... también se rebelaron contra Goscinny porque representaba la vieja escuela... De la misma manera, estos jóvenes que vienen de L' Association se han rebelado contra los paradigmas dominantes de los 80 y 90, y han creado lo que han creado, y ampliado, bajo mi punto de vista, el medio. Los cómics se han enriquecido considerablemente desde que yo empecé en los sesenta. Cuando era un muchacho, los tebeos eran para niños... Ahora, los hay casi con suerte -pienso en Boule et Bill, o en Titeuf-, pero el campo de la investigación y exploración en los cómics se ha enriquecido considerablemente y yo lo encuentro maravilloso".--Guy Vidal, citado en el fabuloso libro de Bart Beaty UNPOPULAR CULTURE. TRANFORMING THE EUROPEAN COMIC BOOK IN THE 1990s, p. 185 (University of Toronto Press). La cita procede de una entrevista que puede leerse completa en BDParadisio. Vidal (1939-2002) fue periodista, guionista y editor en editoriales francesas de cómic. Nacido en Marsella, trabajó como editor para Dargaud, y fue en esa gran casa editorial donde participó en momentos claves de la historia reciente de la BD.
Así fue desde los buenos tiempos de la revista Pilote (primer número, octubre de 1959), a cuya redacción en Dargaud Vidal se incorporó en los años sesenta llegando a ser mano derecha de Goscinny y trabajando con autores como Uderzo, Charlier, Giraud, Christin, Mézières, Reiser, Mandryka, Claire Bretécher, Gotlib, Cabu, Fred, Tardi, etc. En los primeros setenta, Vidal fue nombrado redactor jefe de Pilote y tomó las riendas de la revista ante el cansancio de Goscinny, harto de los "jóvenes rebeldes" que se habían "amotinado" a rebufo de mayo del 68 (además de los citados antes por Vidal, Giraud-Moebius fue también uno de esos rebeldes). Entre 1981 y 1982 Vidal abandonó Dargaud para incorporarse a una editorial más innovadora y pujante entonces, Les Humanoïdes Associés, aunque apenas un año después volvió a Dargaud. Guy Vidal también escribió guiones, por ejemplo, en la serie GRINGO para el dibujante Víctor de la Fuente, para Morris en algún álbum de LUCKY LUKE y para otros dibujantes como Alexis, Florenci Clavé o Antonio Parras.
Un número de Pilote como éste, noviembre de 1972, traía el siguiente contenido:
- Portada de Tardi
- SALADE DE SAISON, Claire Bretécher
- Leconte
- Pelaprat y Poppe
- Vidal y Chakir
- Alexis
- DEMAIN IL SERA TROP TARD, Dorville
- BRINDAVOINE, Tardi
- L'ARTISAN DU BONHEUR (Cellulite), Claire Bretécher
- Forest
- L'ÉNONCE DE L'HORRIBLE DRAME, Bazzioli y Caza
- LA VIE QU'ON MÈNE, Mandryka
- ACHILLE TALON, Greg
- SERGENT LA TERREUR, Frydman y Touis
- PHILEMON, Fred
- Charpentier
- CHACUN SON TRUC, Massonnat
- Cabu (dos páginas)
- Jean Florac
- Cartry
- MUSÉE PILOTE, Catherine Langeais
VACAS FLACAS. En 1998, Dargaud perdió el pleito que le había puesto la editorial de Albert Uderzo, Éditions Albert-René. A consecuencia de ello, Dargaud perdió los derechos para seguir editando los primeros 24 álbumes de ASTÉRIX (la mayoría serializados originalmente en la revista Pilote de Dargaud antes de ser recopilados en álbum, y todos publicados antes de que Uderzo fundara su propia editorial en 1977 tras la muerte de Goscinny; aquí arriba, portada de Pilote de ese año tras su fallecimiento) y también los derechos sobre ediciones extranjeras de dichos álbumes. El efecto, lo explica muy bien Bart Beaty en su libro, fue devastador. Tras perder el juicio de 1998, Dargaud dejó de ingresar los ingentes beneficios que producían las reimpresiones de todos esos ASTÉRIX, aproximadamente millón y medio de copias vendidas de todos los álbumes al año, y unas 60.000 copias de cada álbum vendidas también por año. Esas ventas suponían para Dargaud "entre el 35 y el 40% de los ingresos de la compañía y aproximadamente el 80% de su margen de beneficios. La pérdida súbita de ese título -sumado a la indemnización que la compañía debía a Uderzo- casi provocó la quiebra de la firma", afirma Beaty en su libro. Tras semejante revés, la compañía fue completamente reestructurada, y Guy Vidal recibió el encargo de descubrir nuevos talentos para la editorial.
LA NUEVA OLA. Fue entonces cuando Vidal se dirigió a L'Association, una pequeña editorial que había agitado la escena francesa desde 1990 con el objetivo de publicar tebeos de autor alternativos a la gran industria francobelga, tanto en temática, más libre y a menudo al margen de géneros y personajes establecidos, como en estilos de dibujo y formatos de publicación: novelas gráficas de tamaño variable, sin número de páginas delimitadas de antemano y en blanco y negro, frente al tradicional y rígido álbum de 46-48 páginas en color, dominante hasta entonces en la industria francobelga. L'Association había sido fundada en 1990 como cooperativa de autores por Jean-Christophe Menu, Stanislas, Mattt Konture, Killoffer, Lewis Trondheim, Mokeit y David B.; este último precisamente publicó su obra magna LA ASCENSIÓN DEL GRAN MAL en L'Association entre 1996 y 2003. Al hilo del relativo éxito que había obtenido la serie LAPINOT de Lewis Trondheim en la L'Association, Vidal creó una nueva línea editorial en Dargaud, a la que bautizó significativamente con un nombre que recordaba a la vanguardia del cómic galo de los sesenta que trabajó en la revista Pilote. La nueva colección de Dargaud fue bautizada Poisson Pilote, y para ella Vidal captó a Trondheim y a David B., junto a otros artistas que tenían una sensibilidad o estética parecidas. Como afirma Beaty en su libro,
"es justo decir que Poisson Pilote representó un intento de vender la idea de independencia dentro de los confines de una gran casa tradicional que publicaba álbumes".
De este modo, junto a obras de Trondheim y David B., en la colección Poisson Pilote vieron la luz las series EL GATO DEL RABINO y EL MINÚSCULO MOSQUETERO, ambas de Joann Sfar (que también había publicado previamente en L' Association), ISAAC EL PIRATA de Christophe Blain, LES ENTREMONDES de Manu Larcenet, LES PAUVRES AVENTURES DE JÉRÉMIE de Riad Sattouf o L'INSPECTEUR MORONI de Guy Delisle, entre otras.
Los premios no tardarían en llegar. LAS AMÉRICAS, el primer y deslumbrante álbum de la serie ISAAC EL PIRATA, de Blain, ganó el premio Alph'Art al mejor álbum en el festival de Angulema de 2002, igual que Larcenet en 2004 por el primero de LOS COMBATES COTIDIANOS.
Según relata Beaty, no faltaron entonces las críticas a la intención de Dargaud -y otras grandes editoriales como Dupuis- de aprovecharse de la creatividad de L'Association. David B. respondió expresamente:
"Los grandes editores nos han solicitado, nos han pedido que vayamos y hagamos en su casa lo mismo que hacemos en L'Association. A la larga, ha sido lo mismo con las concesiones necesarias. El blanco y negro no era inevitable; hicimos álbumes de 46 a 56 páginas a color. Hubo peajes obligatorios. Pero aparte de eso, fui absolutamente libre para hacer lo que quise tanto en Dargaud como en Dupuis".
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EPÍLOGO. Hoy día, tras la marcha en 2006 de David B. y Lewis Trondheim de L'Association por desavenencias con Jean-Christophe Menu, y también de Joann Sfar algunos meses después, la pequeña editorial parece haber agotado su ciclo creativo, y solo parece garantizar su estabilidad económica la superventas Marjane Satrapi. En palabras de David B. en el reciente Salón de Barcelona, "L'Asso está muerta". Asimismo, el impulso renovador de L'Association se expandió hace años hacia otros autores y editoriales, incluyendo a las grandes casas como se ha visto, siendo asimilado por la industria francesa hasta el punto de que la historia de ese movimiento ya ha sido contada y analizada en entrevistas, artículos y libros teóricos. Por ejemplo, en el de Bart Beaty.
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Más:
-UNPOPULAR CULTURE, de Bart Beaty, completo en Google Libros
-La nouvelle BD en un artículo de Santiago García publicado en el ABCD
-Extractos del libro de Bart Beaty y de una entrevista suya realizada por Tom Spurgeon en Con C de Arte
7 comentarios:
La portada de Jije para Fort Navajo es la caña...
El golpe de estado generacional incluso al timón de las principales cabeceras francesas ¿no tuvo algo que ver con la crisis que vino inmediatamente después? Creo que sí, al igual que creo que era una revolución necesaria, pero que como toda revolución, no tuvo freno, sólo el del público cuando les dio la espalda, que es algo que hubiera ocurrido más tarde o más temprano por agotamiento del modelo anterior…
Los autores de la Asociación han sabido amalgamar las mejores virtudes de ambos modelos: el aliento clásico de las aventuras de toda la vida contado de una manera que sólo es posible tras el paso de la apisonadora de Metal Hurlant y compañía.
El "golpe" de Pilote fue, hasta donde yo sé, entre el 69 y el 70-71, más o menos. ES decir, antes de la crisis del petróleo. Me imagino, también por lo que sé, que fue algo orgánico, más un choque continuo de visiones y planteamientos, entre la vieja escuela y la nueva. En aquella nueva escuela, por supuesto, había mucha influencia de la contracultura.
En la nouvelle BD de los 90 y primera mitad de esta década sí que tuvo que ver,y mucho, la crisis de la gran industria francesa de los 90. El ejemplo de Dargaud es paradigmático, que perdió su gallina de los huevos de oro en 1998, pero la crisis fue general y profunda. En los 90 bajaron las ventas mucho, se cerraron revistas importantes, etc. Como suele suceder en estos casos, los autores de L'Asso eran los hombres correctos en el momento correcto. Se rebelaron como nueva generación contra los planteamientos dominantes en la industria; para resumir, reclamaron el cómic como plataforma de creación artística y autoral, y no solo como industria de entretenimiento. Y la libertad creativa solo suele ser posible en los márgenes, no en la gran industria. Tiempo después, esa gran industria de entretenimiento, inmersa en su crisis de los 90, acudió a estos nuevos autores para regenerarse, adaptarse a los nuevos tiempos con nuevos productos y de este modo remontar la crisis. The same old story. En el ínterin, un montón de buenos tebeos, tanto en L'Asso como en otras pequeñas editoriales, y ojo, también en grandes como Dargaud o Dupuis. Entre esos tebeos, algunas obras maestras. Eso ganamos todos.
Del fenómeno que comento en el post también me interesaba otra cosa, y era el acto mental de comparar la renovación que supuso la generación de Pilote en los 60-70 frente a la renovación mucho más reciente que ha supuesto la generación de L'Association / Poisson Pilote (Dargaud). La llamada nouvelle BD, para resumir. De hecho, hay un puente clarísimo respecto a los autores de la reciente nouvelle BD. Gente como David B. mencionan a autores en blanco y negro de los 70 como su principal influencia comiquera: Tardi (que es una influencia común a otros autores de la nouvelle BD), Crepax, Pratt, Muñoz... Es en esos autores de los 70 donde están las raíces comiqueras (por supuesto, hay muchas otras influencias de otras artes, dependiendo del autor) de bastantes autores de L' Association. Con Baudoin como puente entre los 70 y los 90, por cierto.
Y otra cosa. Hay autores claves de la generación de los 60 como Giraud o Mézières que flipan bastante con algunos autores de la nouvelle BD como Blain o Blutch, incluso hay bastante buen rollo (caso de Giraud con Sfar o con Blain). Y normal que lo flipen.
Es verdad que el movimiento que agitó las banderas de la revolución creativa en la BD iba en paralelo con la otra “Gran Revolución”, y que la contracultura sirvió de caldo de cultivo para muchas de las cosas que se cocinaron en Francia y Bélgica, pero me quedo con lo que dices de los márgenes y la libertad porque ahí es donde está el quid de la cuestión: El lector estándar puede consumir sin problemas raciones generosas del Blueberry de Gir, pero no puede sostenerse con un menú que tenga como plato principal el Moebius más lisérgico.
Por supuesto. La historia de la nouvelle bd habla también de eso, de la "tensión" entre la gran industria y el "artista independiente". Al final todo se integra, hay retroalimentación. Para que exista L' Asso, por poco que vendiera en algunos títulos, hace falta una industria y un mercado, hacen falta librerías donde vender sus productos y lectores habituales de cómic que vayan a su librería habitual y que, a lo mejor, se interesaran por los tebeos de L' Asso. Y para que ese mercado, esa industria, exista, hace faltan productos comerciales. Un distribuidor o un librero no pueden vivir "solamente" de pequeñas editoriales, necesita grandes ventas de determinados productos comerciales. Y a su vez esa gran industria, véase el sello Poisson Pilote, aprovecha la creatividad de esos autores en principio marginales para seguir engrasando su maquinaria comercial. Sfar, David B., Trondheim, Blain, son autores consagrados en la industria francesa, y lo son desde hace tiempo. Y sin embargo, los primeros trabajos importantes de Trondheim o David B. se los autopublicaron ellos mismos en una pequeña cooperativa: L ' Association.
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