Mostrando entradas con la etiqueta Chris Nolan. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chris Nolan. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de septiembre de 2020

¿castaña considerable?

Muy bueno lo que indica Jordi Costa en este reportaje sobre los "señores del futuro" que nunca vemos en TENET (siguen un par de spoilers). A mí también me llamó mucho la atención eso. ¡Enemigo invisible! Que a la postre son los malos en la estructura argumental de la peli. Pero resulta que, en fin, esos "señores del futuro" están intentando salvar al planeta de nuestro presente de calentamiento climático. Es decir, las Greta Thunberg del futurrro son las que estarían detrás del rrrrruso malo-muy malo que quiere cambiar nuestro presente. No estoy seguro de que ese sea un mensaje deliberado de Nolan porque en 'Interstellar' el tono era casi opuesto: admonición sobre el futuro ambiental en la Tierra; pesimismo por el agotamiento de recursos y los cambios irreversibles que hemos introducido en el planeta. En caliente, al salir del cine, ese mensaje subrepticio en TENET achaqué más bien a cierto caos de guion, pero bien podría ser un deslizamiento inconsciente de Nolan, como apunta Jordi Costa también. En 'The Dark Knight Rises' el asunto anti-Occupy Wall Street estaba, en efecto, clarinete. Su director era un liberal rico asustado por las protestas durante la crisis derivada del crash financiero de 2008. Ojo, TENET no me parece mala porque sea o no sea "de derechas". El debate no es ese. Veredicto: "castaña considerable". Muy buenas igualmente las observaciones de Jordi Costa sobre el modelo actual de cine de acción.


miércoles, 1 de agosto de 2012

ALZAMIENTO

«Voy a procurar no incluir demasiados spoilers, pero tal vez no deberías leer esto hasta que hayas visto la película, aunque solo sea porque no quiero imponer mi lectura filosófica del filme en tu propia experiencia del mismo. 
Así que es una película sobre Occupy Wall Street, ¿no? 
Más concretamente, una película acerca de las ansiedades de rico blanco de Hollywood sobre Occupy Wall Street, ¿no? 
No soy la primera en hacer esta observación, pero aun sin haber leído las reseñas que discuten los paralelismos, me distraje tanto por el uso torpe de la imaginería de Occupy que no pude entrar en la historia tal como yo esperaba. La película nos muestra lo incomprendidos que son los ricos; son usureros, cierto, y oprimen y reprimen sin saber realmente que lo están haciendo. Pero lo que descubrimos una vez que son derrocados es que realmente nos estaban salvando de nosotros mismos todo el tiempo. Porque los pobres se vuelven malos *rápidamente*. Igual que uno no tiene idea de a cuánta gente matarían los pobres si tuvieran la más mínima oportunidad. 
Los villanos de esta película se han alzado de la pobreza expresamente para partir caras, apuntar direcciones y destruir el Orden Mundial. No hay ni un solo marco de pensamiento en este relato en el que el mundo pueda ser reestructurado desde abajo y obtener resultados positivos. 
Es más, visualmente vamos a representar a los criminales como manifestantes... vamos a combinar esos dos mundos. Es más, cuando permitimos que personas injustamente encarceladas salgan de la cárcel, aún así son malos. Sólo por si te lo estabas preguntando. 
Los autores dicen que las conexiones no eran intencionadas... por supuesto que no lo eran. Así es como las inquietudes culturales funcionan en la pantalla. Por eso Godzilla trata realmente de la guerra nuclear y King Kong sobre los otros culturales, y Crepúsculo sobre las ansiedades relacionadas con el poder del feminismo. The Dark Knight Rises demuestra cuán profundamente ha penetrado la ansiedad sobre la guerra de clases en la conciencia popular. 
Batman trata de la justicia, tanto si la justicia se alinea con el imperio de la ley como si no. Tal vez por eso me resultó tan frustrante ver una revisión de la historia de Batman que parece tan cuidadosa solo para inferir que, cuando se les otorga la facultad de actuar por sí mismos, el colectivo del 99% son un montón de idiotas de mierda. Y que solo el patrón rico y guardián de Gotham –incluso una vez humillado por los egoístas y desconsiderados pobres– puede rescatar a la ciudad y salvar a la gente. La benevolencia de la élite. Simplemente son mejores que nosotros».
El extracto procede de la reseña que acaba de publicar Brenna Clarke en la web Graphixia. Y la película de la que está hablando, sobra decirlo, es THE DARK KNIGHT RISES (2012), de Christopher Nolan. Yo estoy de acuerdo, tal vez sobra decirlo también, con por lo menos lo menos el *99%* de lo que dice. Ahora, también es cierto que me pareció la película más entretenida de las tres de esta trilogía. Santiago García escribió hace más de una semana una reseña donde hacía una lectura del filme muy parecida a la de Brenna, dando lugar a un interesante debate (ver comentarios en el enlace).


Por mi parte, apuntar rápidamente un par de cosas ahora. Que Nolan y su equipo han conseguido ofrecer una visión propia de la mitología de Batman me parece indiscutible, y eso ya de por sí es, creo, mérito suficiente con una historia tan larga como la del Hombre murciélago, durante la cual se han ofrecido tantas versiones del personaje tan dispares, incluso contradictorias. Poco o nada tiene que ver el primer Batman de 1939, de Bill Finger y Bob Kane, con el que se publicaba en los cincuenta, y este tampoco con el Batman de los setenta de Denny O'Neil y Neil Adams, ni este con el de Frank Miller de 1986. Ni siquiera este último se parece demasiado al Batman del propio Miller de 2001. Poco tiene que ver el Batman televisivo de los sesenta con el cinematográfico de Tim Burton, y ninguno de los dos anteriores tienen mucho en común con el de Nolan, más allá de las premisas básicas del personaje: vigilante, justiciero, huérfano (rico) porque a sus padres (ricos) les mató un criminal para robarles.


Dicho esto, no pienso que el guión de THE DARK KNIGHT RISES se haya construido con una intención planificada de enviarnos un mensaje articulado sobre el tema 99% vs. 1%, o "indignados" contra la élite que dirige el mundo (y que nos aplasta cada vez más). No creo, de verdad, que con esa perversa revolución popular comandada por –no lo olvidemos– un pobre tan malvado como Bane se nos haya querido "avisar" deliberadamente de que los indignados del mundo real son todos como él. Al contrario, como escribe Brenna en su reseña, los paralelismos del filme no son intencionados. Pero por eso mismo son más sinceros, porque se filtran desde la visión del mundo de Nolan, desde las inquietudes de su entorno social. Que, sí, es la visión del mundo de un rico y famoso de Hollywood.

Me decía hace un rato Santiago que el tema de esta película es el miedo, en realidad de toda la trilogía. Tiene razón. Los miedos de nuestra época, empezando por los terrores que trajo el 11-S tal como se proyectaron en la primera entrega de la saga (2005), hasta llegar a los nuevos miedos sociales del final de la década. Ahora mismo, miedo a un porvenir que parece cada vez más oscuro (al menos para la mayoría) y al colapso social, miedo al fin de la civilización capitalista sin un modelo de recambio a la vista; miedo, en fin, al choque de clases conforme las diferencias sociales aumentan hasta límites desconocidos en Occidente desde hace muchas décadas. Desde el punto de vista de los ricos, en el que Nolan se sitúa inconscientemente (sinceramente por tanto), se trata del miedo al "99%": espabilad los de arriba, porque los de abajo vienen pisando fuerte. Aunque allá arriba todo parezca que os va igual de bien, le susurra Catwoman al héroe rico, aquí abajo pintan bastos para vosotros. A Tale of Two Cities, desde luego. Es el miedo del 1%, que en la película se proyecta en la masa como un supuesto "miedo a la libertad". Es el miedo que vuelve a sentir Bruce Wayne atrapado en el pozo de los desheredados, el mismo pozo del que surgió un pobre tan temible como Bane. Pero al alzamiento de los pobres le sigue el del rico, que restaura el orden para bien de todos. Todo ello según este Batman. El de Nolan, por supuesto.




Actualización 7 Agosto 2012

Santiago enlaza más reseñas de la película en un nuevo post de Mandorla. Todas ellas –las que cito abajo y otras– hacen la misma lectura, la diferencia es que el filme de Nolan se celebra o se rechaza dependiendo de dónde se sitúa el reseñista, a la derecha o a la izquierda política. ¿Blockbuster del año? Al menos el más discutido, según parece.

«El mensaje es que, aunque sea injusto, el statu quo es mejor que las alternativas. 
Pero la película también nos ofrece una ventana a la ansiedad de las clases dominantes. En todo el mundo, las masas están despertando.
El 1%, siempre ha presentado la revolución como un atajo a la tiranía. Pero para aquellos que han participado y han sido inspirados por los movimientos de los últimos años, este cinismo les parecerá completamente ridículo. Ellos ofrecen una visión mucho más optimista del futuro que la presentada por el hombre murciélago» (Jonny Jones)

«El libre mercado nos levanta a todos. Las "revoluciones" del pueblo conducen inevitablemente a la tiranía. El perdón y la autosuperación redimen a la sociedad, mientras que las extorsiones de amargados en el nombre de la "justicia social" la envenenan. Ninguna de estas simples verdades se ocultan en la película. Por eso los críticos de izquierdas de ambas costas han reaccionado a la película con la misma ceguera voluntaria con la que ven la historia». (Andrew Klavan)

martes, 19 de julio de 2011

MÉTETE LA PORRA POR DONDE TE...


Santiago García ha dedicado en las últimas semanas una serie de posts a los supervillanos que me han disparado la imaginación y la curiosidad, y me han hecho darle vueltas a algunas ideas. El último post de la serie, dedicado a NÉMESIS, también me ha hecho interesarme lo suficiente en el tebeo en cuestión como para leerlo. NÉMESIS es una miniserie de 4 comic books publicada en 2010 por el sello Icon de Marvel, que permite conservar a los creadores los derechos de autor (en España la publicará Panini este otoño). Está escrita por Mark Millar, dibujada por Steve McNiven y coloreada por Dave McCaig.

Digo que me ha interesado lo suficiente como para leerlo porque yo hace tiempo que había perdido el interés por el trabajo de Millar, a pesar de los habituales elogios de alguien cuya opinión tengo en alta estima, el visionario Nacho Vigalondo. Quien por cierto y como muchos de vosotros ya sabéis, está preparando una adaptación al cine de SUPERCROOKS, otro cómic de Millar dibujado en este caso por Leinil Francis Yu, inédito todavía pero en fase de realización. Otro cómic que va sobre, sí, supervillanos, concretamente sobre un grupo de supervillanos que, huyendo del excesivo número de superhéroes por habitante de Estados Unidos, deciden venir a España para dar un gran golpe. A lo que iba. Millar (Mark) dejó de interesarme exactamente desde su trabajo para Marvel en THE ULTIMATES, que en mi opinión no sólo era aburridísimo, el mayor pecado para un tebeo de superhéroes, sino que revelaba un cinismo en las ideas y argumentos de Millar para explotar con sensacionalismo el título, y afianzar su estrellato en el comic book, que me resultaba exasperante.

NÉMESIS ES UNA CIFRA,
dice Santiago en su post, con
razón. Una de las mejores ideas de NÉMESIS, un supervillano a la altura de los tiempos que corren, es decir, alguien sanguinariamente amoral cuya misión es causar el mayor mal posible sin motivos personales, es justamente ésa. Su carácter abstracto como personaje o, si se prefiere, metafísico. Esto le eleva por encima de su materialidad concreta y le convierte en una idea, una entidad, un "agente del caos", un poco como lo era el Joker de THE DARK KNIGHT (la película de Chris Nolan); no por casualidad la primera publicidad de NÉMESIS llevaba el lema "¿Qué hubiera pasado si Batman fuese el Joker?". O como el Anton Chigurh de NO ES PAÍS PARA VIEJOS, la novela y la película (Bardem en esta última, en efecto). Sólo que aquí, a diferencia de la película de Nolan, el juego de valores morales está ingeniosamente subvertido, y hay un inequívoco placer –con esa absoluta amoralidad que sólo la ficción permite– en el mal que despliega Némesis, en su facilidad para atacar a los intocables y poderosos, en su inhumana capacidad para masacrar a ciudadanos corrientes pero, especialmente, a policías y otros representantes de la autoridad establecida. Es la crisis, estúpido, la crisis.


(cuidado, que vienen curvas, también conocidas como **SPOILERS**)

A pesar de que en el tebeo te cuenten otra cosa al principio, más adelante se revelará el auténtico "origen" de Némesis, que le devuelve al enigma absoluto que era al comienzo. Se trata de un enorme acierto de Millar. En realidad, casi podríamos ver el calvario del policía protagonista y su familia como el que atravesaba la familia del abogado de EL CABO DEL MIEDO, versión Scorsese, sólo que dentro de un tebeo de superhéroes (supervillanos, ejem). Y a Némesis, como aquel mal "metafísico" (un Dios negro, o más bien su enviado en la Tierra, un anticristo) que encarnaba Robert De Niro en la película de Scorsese, un auténtico ángel vengador. Purificación familiar, previa expiación de culpas ("secretos y mentiras") a lo bestia. Bueno, a lo bestia-bestia. Estamos hablando de un guión de Millar.


Y luego, por supuesto, está el superior del villano. Si Némesis es un anticristo, su superior sería un Dios negro de los negocios. Los dioses caminan entre nosotros, parece decirnos este tebeo, porque su poder absoluto les permite ser dioses. Pero son de carne y hueso, y desde luego materialistas. Y desde ese materialismo absoluto hacen el mal, por supuesto. Viva el mal, viva el capital. Y porque, como decía Santiago, todo es un juego para ellos. O, como dicen en un artículo que no tiene nada que ver con esto (o sí),

We are nothing to them

---

Entre las viñetas de NÉMESIS hay muchas elipsis marca Millar. La planificación no es el típico y cansino estilo storyboard, aunque pueda parecerlo en un primer vistazo. No lo es por las elipsis abisales, que imprimen ese ritmo personal que Millar lleva practicando desde hace al menos una década, y que a mí particularmente me gusta mucho. Las viñetas panorámicas son otro recurso habitual que evoca al "cine" (aunque en realidad no lo es), y que ya estaban en THE AUTHORITY hacia 1999, antes incluso de que llegara Millar y Quitely a la serie. Para todo aquel que sigue su trabajo, no hay mucho que explicar porque lo sabe perfectamente: Millar lleva años concibiendo sus cómics pensando en posibles adaptaciones a la pantalla. En realidad, son como una maqueta de bajo presupuesto para posibles películas. Ningún reproche, si son como ésta. Cuando terminé de leer NÉMESIS, pensé que sí, que bien, que me había entretenido y a ratos fascinado, pero que era sólo comida rápida.

Esa misma noche me encontré pensando en algunos cabos sueltos de la trama, volviendo a algunas escenas. Y, de repente, me di cuenta de que el tebeo tenía más sustancia de lo que había pensado en un primer momento. Hay algo en él, por otra parte, que me recuerda a cierto tipo de historias que fascinan a los orientales, en las que un villano inaprensible, casi una incógnita no humana, extorsiona a gente de buena vida, gente poderosa, y les obliga a base de sufrimiento a pensar en lo afortunados que son, y en lo fácilmente que pueden dejar de serlo, volverse masa, desgraciados como la mayoría. Y de repente, me encontré pensando en un peliculón de Kurosawa como EL INFIERNO DEL ODIO, que por cierto estaba basado libremente en una novela policiaca (de Ed McBain). Los sueños americanos de los japoneses producen monstruos.


MILLAR (MARK),
es sin duda uno de los autores que lleva tiempo marcando el nuevo camino en la industria americana del comic book. Un camino que, en la era de la novela gráfica, es decir, de la mentalidad de autor dueño de todo lo que crea con la máxima libertad, se dirige hacia el mismo horizonte. El del cómic de autor. Sí, incluso en la tradición del comic book de superhéroes. Mientras las grandes editoriales tradicionales se hunden poco a poco, atrapadas en los barrotes de oro de sus propias franquicias intocables, los autores más vivos y espabilados tienen un plan. Ahí está MillarWorld, dueño de todo lo que crea junto a sus dibujantes, para explotar los derechos de sus creaciones en otros medios si se tercia, con un control total de sus productos. Por ejemplo, para hacer una película con Nacho Vigalondo sin tener que pedirle cuentas a nadie, ni rendirlas. Tampoco me parece casualidad que lo más interesante creativamente hablando que ha hecho Millar, al menos a mi juicio, no ha sido con personajes propiedad de Marvel o DC, sino con personajes libres de las ataduras de grandes corporaciones (THE AUTHORITY) o bien de entera creación propia, caso de WANTED o de este NÉMESIS. A su propia escala, Warren Ellis lleva años haciendo lo mismo.

No hace mucho, Miller (Frank) daba un salto parecido cuando decidía sobre la marcha que su HOLY TERROR, que hacía en principio para DC y protagonizaba Batman, ya no iba a ser Batman ni lo iba a sacar con DC. El mensaje puede leerse como sigue: esto es mi creación, y voy a hacer con esto lo que le me dé la gana, en todos los aspectos y ámbitos posibles. El gesto, viniendo de quien viene, es importante porque Miller siempre fue un modelo a seguir para otros autores del comic book. Me pregunto qué pensaron los jefazos de DC cuando se enteraron de que iban a perder las ventas que Miller les aseguraba con ese proyecto. Ahora, me pregunto también cuánto tiempo tardarán figurones como Grant Morrison (y otros) en saltar de un barco que se hunde. Y qué planes tiene, como Millar, como Miller, para montárselo por su cuenta.

A menudo, aquellos a los que nos gustan los superhéroes, los que hemos leído superhéroes toda la vida y tenemos la casa repleta de ellos, hemos reclamado superhéroes nuevos, por amor de Dios, superhéroes que revitalicen el género y lo hagan volar por encima de las cenizas que quedan de viejos personajes que tienen 50, 60 o 70 años de historia a sus espaldas. Nada más, y nada menos. Tal vez estemos ya ante el umbral de una nueva era en este sentido, favorecida por la novela gráfica, y los nuevos superhéroes -de autor, por supuesto- están por llegar. Superhéroes... o supervillanos.

---

Postdata.

En efecto, NÉMESIS me ha hecho recuperar la fe en Millar (Mark). Tanto que he empezado a recuperar no sólo tebeos suyos antiguos, también viejos archivos al respecto. Permanezcan atentos a sus pantallas.