No tengo hogar, no tengo zapatos, no tengo dinero, no tengo clase. No tengo falda, no tengo jersey, no tengo perfume, no tengo cama, no tengo trabajo, no tengo dinero, ni sitio donde quedarme. No tengo padre, no tengo madre, no tengo niños, no tengo hermanas ni hermanos, no tengo fe, ni iglesia, ni dios. No tengo vino, ni cigarrillos, ni ropa, ni país. No tengo estudios, no tengo amigos, no tengo amor, no tengo nombre. No tengo tierra, ni agua, ni comida, no tengo hogar, ya dije que no tengo ropa, ni trabajo, nada de nada. No tengo amor, no tengo dios.
¿Y qué es lo que tengo? ¿Qué es lo que tengo? ¿Por qué sigo viva de todos modos?
Voy a decirte lo que tengo y nadie me lo puede quitar. Tengo pelo en mi cabeza, tengo mi cerebro, tengo mis orejas, tengo mis ojos, tengo mi nariz y mi boca, tengo mi sonrisa. Me tengo a mí misma. Tengo mi lengua, tengo mi barbilla, tengo mi cuello, tengo mis tetas, tengo mi corazón, tengo mi alma y mi espalda, tengo mi sexo. Tengo mis brazos, mis manos, mis dedos, mis piernas, mis pies, mis dedos del pie y mi hígado. Tengo mi sangre.
Tengo vida. Tengo vida. Tengo dolores de cabeza, y dolores de muelas, y malos ratos también, igual que tú. Tengo vida. Tengo mi libertad. Tengo vida. Tengo vida y voy a conservarla todo lo que pueda. Tengo vida y nadie me la va a quitar. Tengo vida.
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Harlem, 1969. Un año después de la canción, grabada en 1968 tres días después del asesinato de Martin Luther King, y un año antes de abandonar Estados Unidos:
jueves, 18 de junio de 2009
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5 comentarios:
Peazo canción, peazo señora!!
Besitos
Y que sólo suene por cohes o pantalones...
Sí, esto mismo decía yo anoche acordándome de aquel spot publicitario. Esta es nuestra sociedad del espectáculo. Capaz de coger cualquier cosa, darle la vuelta a su significado como un calcetín y además hacer pasta con ello.
Que enorme, doña Nina. Y que fariseos...
Simplemente genial, me encanta esta canción....
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