"Todo lo anterior se viste habitualmente con el nombre de “Influencia”. En realidad, este término se usa casi siempre de un modo bastante inapropiado. Pensemos en Spielberg. Un director que, sumando recursos provenientes del cine clásico norteamericano visualmente más atrevido (Lean, Ford, Aldritch) destila un estilo de planificación que, sin plantear una ruptura formal decisiva, sí renueva el ritmo dentro del plano, y ciertas políticas de montaje, dando por resultando una reinvención del espectáculo. El director “influído” por Spielberg debería sentirse arrastrado por una ambición similar: Llevar a cabo un replanteamiento formal y temático del cine comercial igual de decisivo y memorable. En otras palabras, el director de cine influído por Spielberg está condenado a dirigir de un modo diferente a Spielberg.--Nacho Vigalondo, sigue aquí. Visto en Así (No) se hizo
Sin embargo, estamos acostumbrados a que lo que llamamos influencia se manifieste en forma de, precisamente, imitación. Y llamamos heredero de Spielberg a aquel que utiliza los mismos movimientos de cámara que Spielberg, las mismas ópticas, mismo estilo de banda sonora o misma política de dirección de actores. Al que cita a Spielberg.
Influencia y cita no son lo mismo. Lo primero es ámplio, marca una vida entera, transforma una personalidad, puede ser insondable, puede ser inconsciente. Lo segundo es una decisión tomada.
Llamamos influencia a la cita. Y es un vicio que padece el joven cineasta y cierto tipo de crítico: Ambos caen en la trampa de pensar que repetir de forma explícita y reconocible los recursos de Hitchcock, Ford, Scorsese Gordard, Tarantino o Reygadas, te hace participar de ellos.
La gramática [del cine] se aprende en 120 minutos. Pero encontrar un estilo, una retórica y una temática relevante, intransferible y que resista al paso del tiempo es labor de toda una vida. Citar es fácil, no es más que darle la documentación necesaria a la persona que hace el trabajo duro y pedirle que lo repita. Pero ser influído de un modo fructífero conlleva una mezcla complejísima de voracidad, intrepidez, curiosidad y suerte".
miércoles, 19 de agosto de 2009
INFLUENCIA Vs. IMITACIÓN
Etiquetas:
cine,
Nacho Vigalondo,
Steven Spielberg
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario