domingo, 10 de enero de 2010

RESPUESTAS CONTUNDENTES

Y hablando de la revista Tiempo, todo el mundo que haya estado en los últimos meses siguiendo la actualidad comiquera está al tanto de la polémica generada por cierta columna de Vicente Molina Foix en dicha revista y las posteriores reacciones de los "afectados" en forma de réplicas públicas, comentarios en los blogs comiqueros (yo mismo escribí aquí al respecto) y en el propio blog de Molina Foix, e incluso insultos hacia su persona, muchos insultos de hecho. Pues bien, en el último número de la revista El Manglar (Dibbuks), John Tones escribía en su sección A MACHETE algunas reflexiones sobre el fenómeno. Ahora que ha pasado un tiempo prudencial, puede ser el momento de pensar con cierto distanciamiento no tanto en la columna de Molina Foix sino en las reacciones que desató. Creo que el texto de Tones, copiado aquí con su permiso expreso, puede ayudarnos a hacer esas reflexiones, cada uno en su casa, porque su planteamiento es exactamente ése: distanciarse del asunto, aludir a fenómenos equivalentes de los que ha sido testigo y usarlos como espejo en el que reconocernos. O no.

22 de septiembre de 2009
Respuestas contundentes


He contemplado espectáculos similares a la respuesta que ha obtenido entre el fandom la tristísima columna de Vicente Molina Foix sobre los comics en la revista Tiempo. Los he contemplado, concretamente, en el tiempo en el que estuve trabajando como redactor jefe de Superjuegos Xtreme y muy gustosamente me responsabilicé, de cara al público, de los contenidos y enfoques (a veces abierta y gozosamente provocativos), pasándome cada mes por foros, blogs y demás ágoras virtuales para recibir alabanzas y collejas de los lectores.

El público que lee revistas de videojuegos es complicado de tratar: es muy joven y ha heredado, por ignorancia y porque no se le ha ofrecido ninguna alternativa, los problemas que la industria ha ido heredando desde los tiempos de Super Nintendo y Mega Drive. Con un concepto de la rivalidad entre marcas orientado claramente al beneficio económico, los fans de géneros, sellos, compañías, revistas, personajes, franquicias y consolas defienden con uñas y dientes la parcela de su elección (o la elección de su padre, que es el que pone la pasta), marcando el territorio, despreciando lo ajeno y enorgulleciéndose de actitudes tan poco constructivas como el desconocimiento del otro y la hipérbole del yo. Mucho de eso he detectado en la furiosa respuesta que se ha levantado ante la columna de Molina Foix.

Estamos de acuerdo en lo esencial: la columna es un disparate. Desde la infravaloración de un medio con más de un siglo de edad hasta el insólito desprecio involuntario de ese cine del que se supone que Molina Foix es experto, el texto es un rosario de insensateces. Exabruptos propios de hermano viejo, vanidoso y rácano (¡los premios para el cine! ¡qué es esto de dar reconocimiento a pintamonas), rencores mal asimilados (los suplementos culturales hablando de Tintín en vez de hacerlo de Lolita, cosa que no solo es falsa, sino que hace intuir al lector despierto qué habría opinado Molina Foix de Lolita en su día, una novela que hasta hace muy poco era considerada pornografía y, por tanto, cultura de vertedero). Pero no es una columna ofensiva, porque es ignorante, presuntuosa, vacua y necia. Es una columna que no va a ningún sitio, que solo va a convencer a conversos y que no va a hacer dudar a ningún lector de cómics. Es una columna que, en justicia, debería haber pasado desapercibida.

Pero no ha sido así: el fandom se han lanzado como perros rabiosos sobre la yugular de Molina Foix, y no ha habido blog, foro o red social dedicada al cómic que no haya eructado su muy obvia opinión sobre la columna, muy poco abierta a opinión por otro lado. El blog de Molina Foix se ha llenado de comentarios sonrojantes que le sugieren que lea más a a Corto Maltés, a Watchmen, a Persépolis y a Maus. O sea, a lo de siempre. Vamos a combatir la opinión tópica con nuestro propio catálogo de inopinables, con nuestro propio inmovilismo y nuestro propio “tú eres tonto”. Se han llegado a leer los habituales “yo me enorgullezco de no haber leído ningún libro ni haber visto ninguna película suya, pero…", pero se creen con potestad para hacer recomendaciones culturales bajo el lema de “el cómic también es cultura”, que como sabemos por la mala experiencia, es una frase comodín, a menudo vacía de contenido, que suelen bramar gente de base cultural muy cogidita con pinzas.

Al final, dudo que Molina Foix haya aprendido lo más mínimo sobre tebeos, pero eso ya nos lo veíamos venir. Pero como pasa con los guardianes de las esencias que me ladraban en los foros de videojuegos, la impresión que me queda es la misma: si Molina Foix hubiera estado abierto a un par de ideas ajenas, estas habrían quedado ahogadas por la furia y el ruido.
John Tones

1 comentario:

PAblo dijo...

Creo que tiene su punto de razón en lo que comenta, aunque creo que todo el mundo tiene derecho a defender, sin llegar al insulto como en muchos casos se produjo en esta polémica, aquello que le gusta con las argumentaciones que estén a su alcance.

El problema es que esa ausencia de formas (buenas) que se produjo y ese apasionamiento puede ser fácilmente manipulable por gentes como Molina Foix y sus seguidores para enrocarse en sus posiciones y erigirse como víctimas, cosa que por otro lado a los demás ni nos va ni nos viene porque ellos se lo pierden.

Impacientes Saludos.