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jueves, 15 de abril de 2021

Daños colaterales


DAÑOS COLATERALES

PEPO PÉREZ
PEPOPEREZ@ELPERIODICO.COM

METRALLA

Autora: Rutu Modan
Traducción: Eulália Sariola y Bárbara Virgil
Editorial: Sins Entido
Páginas: 168
Precio: 18 €    
Sinopsis: dos jóvenes israelíes buscan al padre desaparecido de uno de ellos, que podría ser la víctima no identificada en un atentado.

Metralla se gana al lector por varias razones. Principalmente, por ofrecer una panorámica razonablemente realista, cercana en ocasiones a la textura documental, de la vida cotidiana en Israel. No pretende evitar el ruido de fondo que todos sabemos, el conflicto con los palestinos, pero tampoco convertirlo en el centro de la obra precisamente porque se quiere mostrar el punto de vista de la gente 
corriente que, a fuerza de convivir con la violencia, se ha acostumbrado a ella e incluso –algún momento hay de eso- se la toma ya con humor negro. Sí, es un atentado suicida lo que pone en marcha la historia, pero se trata sólo de la excusa argumental, no el tema del
libro. Una chica avisará a un joven taxista de que su padre, al que no ve el pelo hace años, podría haber muerto en la explosión, y sobre la búsqueda que ambos emprenden se construye la trama. Pero ni las consecuencias de esa búsqueda ni los daños colaterales del atentado serán los que podrían imaginarse.
   En realidad, la israelí Rutu Modan (Tel Aviv, 1966), ilustradora, editora y profesora de Bellas Artes en su país, ha querido construir algo que, para entendernos, tiene más el tono de una road movie independiente que de un docudrama político. A la autora le interesa mostrar conflictos familiares larvados, escenificar relaciones amorosas de manera desmitificada y, en suma, captar la ambivalencia y complejidad de los sentimientos humanos. Es indudable que Modan tiene talento y sensibilidad para escribir escenas convincentes –los personajes hablan y actúan sin explicarse jamás directamente-, y también para resolverlas con soluciones sofisticadas que escapan al cliché. Su tratamiento narrativo es oblicuo y neutro; su ritmo, pausado. El acertado dibujo también aporta distanciamiento, un grafismo de línea clara muy sintética que recuerda al de los manuales de instrucciones, aunque sin renunciar al naturalismo en los gestos y escenarios. No deja de ser significativo que el libro esté siendo un éxito en Italia y España, pero permanezca inédito en su país de origen.
—-
Una reseña que publiqué en El Periódico de Catalunya en febrero de 2007.

martes, 31 de enero de 2017

cómics en Rockdelux febrero 2017

Nuevo mes, nuevo Rockdelux. El de febrero. Y en su interior, tras esa entrada que nos da Joe Crepúsculo desde la portada, la sección de cómic, habitual en la revista desde hace más de 20 años, que este mes trae dos páginas. Al grano: contenidos:

«En tiempo desquiciado», un artículo de Fernando Castro Flórez que pone en relación la Dialéctica de la ilustración de Adorno y Horkheimer con V de Vendetta (ECC), de Alan Moore y David Lloyd, y el presente-futuro diagnosticado por Marcos Prior y David Rubín en su particular Gran hotel abismo (Astiberri);

—6 reseñas 6, a saber:
    Last Man 7 (Diábolo), de Vivès, Balak y Sanlaville, reseñado por Alex Serrano;
    Diagnósticos (La Cúpula), de Diego Agrimbau y Lucas Varela, por Gerardo Vilches;
    Mundo plasma (Reservoir Books), de Calpurnio, reseñado por Laura Fernández;
    Jane, el zorro y yo (Salamandra), de Isabelle Arsenault y Fanny Britt, por Xavi Serra;
    Intemperie (Planeta Cómic), de Javi Rey adaptando al cómic la novela de Jesús Serrano,  
    Stuck Rubber Baby (Astiberri), de Howard Cruse, reseñados estos dos últimos por Daniel Ausente; 

Gerardo Vilches entrevista a Rutu Modan aprovechando su reciente paso por Madrid para promocionar su libro La cena con la reina (Fulgencio Pimentel), tres columnas en las que la historietista israelí repasa sus principales obras y aún tiene espacio para dar su opinión sobre el conflicto palestino;

Daniel Ausente repasa por último la producción reciente de Joann Sfar en España en un artículo titulado «Joann Sfar y el sueño europeo», donde traza un recorrido que va desde su último Klezmer, Kishinev de los locos (Norma) a Si Dios existe (Confluencias). Su diagnóstico para Europa, me temo, no es demasiado prometedor. Con esta nota «inquietante», volveremos el mes que viene en la sección de cómic de Rockdelux. Si todo sale bien, con otra entrevista y muchas más reseñas y artículos. 
 
 

sábado, 2 de julio de 2016

cómics en rockdelux julio-agosto 2016

Nuevo Rockdelux en kioscos, el número de julio-agosto de 2016. Y dentro de la revista, más páginas dedicadas al cómic. En la sección regular, dos páginas con:

1) reseñas de  
—El ala rota (Norma), de Antonio Altarriba y Kim, cómic destacado el mes que reseña Daniel Ausente, una «memoria del silencio» en palabras de este último;
El olor de los muchachos voraces (Astiberri), de Loo Hui Phang y Frederik Peeters, que la reseñista Laura Fernández describe como «western queer» (Laura, escritora, periodista cultural y gran lectora de cómics, es por cierto la nueva firma que se incorpora a la sección de cómic en Rockdelux);
Paseos de un gourmet solitario (Astiberri), de Jiro Tanichui, un «haragei gastronómico» según la reseña de Miguel Ángel Pérez-Gómez;
Aquí vivió. Historia de un desahucio (Nube de Tinta), de Isaac Rosa y Cristina Bueno, reseñada por Isabel Guerrero («estrago paradigmático de nuestra Gran Depresión, el desahucio bien merecía su cómic», comienza su texto);
Jack Palmer en Bretaña (Norma), o «el detective secundario» según Raúl Minchinela, otro cómic más en esta saga ya clásica de Pétillon;
Jamilti y otras historias (Astiberri), los relatos breves en cómic de la israelí Rutu Modan que reseña Isabel Guerrero;
Hotel California (Sapristi), de la francesa Nine Antico, un «diario de una groupie» en etiqueta descriptiva del reseñista, Gerardo Vilches; 
Que no, que no me muero (Modernito Books), espléndida novela gráfica «de enfermedad» abordada con una perspectiva inusual, tanto en voz narrativa como recursos formales, realizada por María Hernández Martí y Javi de Castro (reseña Isabel Guerrero en columna destacada, que etiqueta la obra como cómic «contra la autoayuda»)

2) Entrevista de Isabel Cortés a la dibujante francesa Marion Fayolle, que se complementa con la reseña de su último libro en España, La ternura de las piedras (Nórdica), por Mireia Pérez. Cito de la entrevista de Isabel: «Como referentes principales que dan forma a su singular imaginario, Marion cita “las ediciones de L’Association y el cine de la nouvelle vague”».

Por último, en el cuerpo central de la revista, Rockdelux dedica este mes dos páginas donde un servidor repasa toda la trayectoria de una leyenda como Frank Miller con motivo de su estancia en Barcelona, invitado de honor del Saló del cómic. Incluye declaraciones del artista y una espléndida foto tomada por Ismael Llopis (diseño de la revista no menos espléndido de Gemma Alberich).
ROCKDELUX, SIEMPRE CON EL CÓMIC. Ya que estamos aún bajo la resaca electoral, por qué no imitar cutremente los eslóganes políticos. Mejor que eso, os deseo a todos un feliz verano. Los primeros días del estío son mis favoritos del año, así que HAY QUE APROVECHARLOS. Mientras duren.

domingo, 7 de diciembre de 2014

grandes relatos

¿Qué grado de autobiografía hay en tus cómics? Es ficción, pero utilizo muchas cosas de mi experiencia y mi familia. En "Metralla", el padre no es exactamente mi padre, pero se parece bastante... En "La propiedad", la abuela es una combinación de mis dos abuelas. Hay otro personaje, Avram Yadognik, basado en mi tío. Es alguien amable, pero muy irritante (risas). Aunque, en general, la historia es una ficción. 
[...]
Para tratar el conflicto israelí-palestino, ¿es también mejor pensar en el presente que en el pasado? Sí, son cosas diferentes, pero encuentro muchas similitudes. Muchos polacos se quejan de que los judíos han perdonado a los alemanes, pero no a ellos. Y los judíos se muestran muy coléricos con los polacos porque piensan que colaboraron con los alemanes. Cuando hablo con alemanes de mi generación, compartimos más o menos la misma narración sobre el pasado. Quién era la víctima y quién el opresor. Y podemos empezar a construir una nueva relación. Con los polacos, tenemos narraciones diferentes. Los judíos piensan que los polacos eran antisemitas y los polacos que ayudaron a los judíos. Fue muy difícil para mí aceptar que no creían en mi narración. Y con los palestinos tenemos un problema parecido. Nuestra historia no les convence. Y seguimos enzarzados por la narración. Es muy difícil llegar a un acuerdo para empezar a construir algo nuevo. Por eso hay que aceptar la ambigüedad, la complejidad, y no solamente una opinión. 
Eso es algo muy difícil...Es muy difícil, ¡pero hay que aceptar que lo es! Por un lado, mantengo mi narración y, al mismo tiempo, la olvido. Hay que recordar y olvidar a la vez.
Extractos de la entrevista a Rutu Modan realizada por Vicenç Batalla para Rockdelux (sigue en el número de diciembre de la revista, ya en kioscos).