lunes, 7 de diciembre de 2009

LUCES DEL VECINDARIO

(foto: Esther Timonet)

El viernes pasado se presentó EL VECINO 3 en la librería Luces de Málaga, la ciudad donde nací y donde vivo. Quería, además de dar las gracias públicamente a todos los asistentes por su presencia, ofrecer aquí una pequeña crónica de lo que allí se dijo, en parte como agradecimiento, en parte para recordar una noche que fue muy especial para mí por razones obvias. El anfitrión de la librería, José Antonio Ruiz, dio paso a los presentadores: David Sánchez-Lafuente (a mi lado en la foto, con camisa de cuadros y perilla), Sebastián Escámez (el que habla por el micro en la foto) y Manuel Arias (con gafas, en la esquina derecha de la foto), todos ellos amigos muy queridos. Aunque Santiago García no pudo desplazarse a Málaga, estuvo muy presente en los comentarios e intervenciones. Entre el público, caras conocidas, algunas desconocidas y también alguna grata sorpresa para mí.

Sebastián Escámez, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Málaga, hizo de maestro de ceremonias conduciendo la charla e intercalando algunas de sus habituales morcillas humorísticas que provocaron las risas del personal, y desde luego, las mías. Además de moderar, Sebas también nos contó su interpretación de El Vecino 3 -hablando de "interpretaciones", todos dieron la suya propia-, que paso a copiar resumidamente en sus propias palabras. Aviso de que a partir de ahora van unos cuantos SPOILERS sobre la trama del tebeo:

"Me pregunto en concreto por qué este superhéroe nos resulta tan cercano a nosotros, tan "vecino". Creo que Javier/Titán nos devuelve una imagen de nuestra existencia que nos resulta muy oscura, ilumina una verdad acerca de ciertos aspectos de nuestra existencia que nos pasan habitualmente desapercibidos. En especial sobre la FICCIÓN como trama de la vida, y la SOLEDAD como amenaza que se cierne continuamente sobre nosotros. En cuanto a la ficción como tema, en El Vecino 3 aparece en forma de mentira deliberada, de fantasía, de ilusión, de simulacro. El Vecino 3 nos cuenta cómo las bolsas de símbolos sin necesaria correspondencia con las formas duras -las cosas, la "cruda realidad" en definitiva- sostienen nuestra existencia. En ocasiones, una de esas bolsas se rompe como una burbuja y nos vemos patéticamente solos con nuestra máscara, tal como le ocurre a Javier/Titán en algún momento del libro. Precisamente la soledad es, junto a la ficción, el otro gran tema de El Vecino 3. La soledad derivada de la dificultad para comunicarnos, motivada por la torpeza o simplemente por la dificultad de hacerle un hueco a la novia o al amigo entre tanto trabajo. Y también la soledad asociada a ese vivir entregado a la ficción, porque la ficción para funcionar necesita del conciliábulo clandestino: podemos vivir cómodamente en la ficción mientras creemos en ella, pero cuando dejamos de creerla apartándonos del común de los crédulos, nos sentimos realmente solos".


Por su parte, Manuel Arias, también profesor de Ciencia Política, me pasa las siguientes notas de su charla:

"1. La co-evolución del dibujo y los temas. Hay un progresivo despojamiento en la serie reflejado por el dibujo: se ha pasado del estadio estético al estadio ético (Kierkegaard); de los Coen a Dreyer.

2. Cómic de adultos. El Vecino 3 trata de temas que sólo un adulto puede comprender bien, porque trata de situaciones y hechos que se leen de manera distinta en distintos momentos de la vida. En ese sentido, la obra funciona como obra de reconocimiento (del lector respecto de lo representado).

3. Tema: la madurez. Y las ambivalencias de la madurez: los intereses se confunden con las emociones y la vida no es como la imaginábamos (por ejemplo, el sexo es imperfecto y todos mienten mucho, la gente se muere, etc).

4. Tema: el miedo a la madurez, entendida como autodefinición, o cierre biográfico. Los protagonistas masculinos tienen miedo a dar los pasos que los definirán, pasando de la apertura intrínseca a la juventud a la definición propia de la edad adulta: uno es ya algo y no puede seguir siendo un proyecto de muchas cosas posibles. Eso angustia porque es un paso más, en el fondo, hacia la muerte. Pero la aceptación de eso también es la asunción de la realidad y una muestra, digamos, de humildad individual.

5. El Vecino como cómic español, con figuras muy reconocibles de nuestro paisaje como el opositor, el primo del pueblo, o incluso la madre. La universalidad a través de la particularidad".


Finalmente, David Sánchez-Lafuente, profesor de Filosofía, nos contó también su visión de El Vecino 3, que resumo con estas notas. El tebeo para él es una sinfonía de la mentira, de la hipocresía y todos sus contrapuntos conceptuales (sinceridad, medias verdades, mentira piadosa, etc.). Toda esa sinfonía se pone en práctica en la obra, y ahí puede verse la distinción entre uso (creación, puesta en práctica del lenguaje) y mención (ensayo teórico que habla de la creación, metalenguaje). El lector se convierte en un ensayista al leer El Vecino 3, si es buen lector. Haría falta, según David, un término nuevo para "mentira piadosa", porque este último término nos remite a un código de referencia basado en la verdad/la mentira que resulta obsoleto, y que en el tebeo además es completamente "maltratado". Para David hay una página clave en este sentido, aquella en la que Lola y Rosa conversan sobre el borrador de novela que ha escrito Javier, porque mientras asistimos a la conversación que ellas tienen sobre Javier, podemos ver la cara que pone este último.

El gesto de Javier parece responder a lo que Rosa está diciendo de él (nada bueno, aquello negativo que dicen de nosotros en nuestra ausencia y que jamás querríamos oír), cuando en realidad Javier está en otro lugar, en una discoteca, y su mala cara responde a la frustración por no haber encontrado a la joven becaria que anda persiguiendo (engañando de paso a Lola), y que constituye otra de las mentiras que se ha contado a sí mismo. La simultaneidad de acciones que se entrecruzan en la misma página a lo largo de todo El Vecino 3 permite este tipo de juegos semánticos. Lola por su parte se engaña a sí misma cuando piensa lo que piensa sobre el talento como novelista del hombre al que quiere (Javier), pero también se engaña respecto a lo que le pidió a Rosa (que le dijera la verdad sobre lo que piensa del borrador de novela de Javier) porque está claro que Lola NO quiere saber lo que Rosa piensa de verdad, Lola sólo quiere oír lo que ella misma piensa, lo que ella quiere creer. Rosa por su parte se dará cuenta de que la sinceridad es la única virtud de quien no tiene ninguna otra cuando le dice la verdad a Lola -la verdad que en teoría Lola le ha pedido- de lo que piensa sobre la novela de Javier: que es un borrador incorregible porque Javier no tiene talento como escritor. Sobre las propias mentiras de Rosa, para David ella "no se ha acostado jamás con Fermín" (el primo de pueblo de José Ramón que viene a visitarlo a la ciudad) en el universo cerrado de la relación Rosa-José Ramón, y por eso Rosa niega el hecho con completa "sinceridad" ante José Ramón, porque en el universo clausurado Rosa-José Ramón existen un montón de justificaciones para haberse acostado con Fermín: José Ramón antepone sus estudios a Rosa y, peor aún, la niega ante su familia (José Ramón miente presentando a Rosa como una "vecina", una "amiga", y como no su novia, porque le da miedo admitir esa verdad ante su familia), y todas esas justificaciones permiten a Rosa crear un universo paralelo con Fermín que no existe en el universo de su relación con José Ramón.

También según David, y probablemente de un modo del que no éramos conscientes los autores, El Vecino 3 crea un SIMULACRO (en el sentido de Baudrillard, una copia que no tiene original) que contiene el mundo-pensamiento postmoderno, EXCEPTO en un elemento de la historia: el "PÓLIPO" de la madre de Lola. El rostro de la madre, cuando el médico le dice que tiene un "pólipo", refleja una SERENIDAD HONESTA, la serenidad de la honestidad, que enlaza directamente con la realidad (y no con el simulacro) por la vía de la MUERTE. Y ahí es cuando El Vecino 3 rompe con todo el discurso postmoderno reflejado en el resto del libro.

Hasta aquí el resumen de las intervenciones de Sebas Escámez, Manolo Arias y David Sánchez-Lafuente. Después participó el público con sus comentarios y preguntas. Entre otras cuestiones, y a pesar de que no estuviera presente Santiago, se dijeron cosas muy buenas sobre su trabajo, por ejemplo sobre los diálogos. También recuerdo que hablamos sobre el tema de la vocación en la vida (incluyendo falsas vocaciones; de nuevo la ficción como base de nuestra existencia), y también respondí a varias preguntas sobre el proceso creativo del tebeo, sobre las razones del cambio de formato y sobre algunos recursos narrativos con los que quisimos experimentar en este Vecino. Tras la firma de ejemplares, vino algo no menos importante: nos fuimos justo al lado de la librería para tomarnos unos vinos en la Casa del Guardia. Gracias, AMIGOS.

5 comentarios:

Santiago García dijo...

Seguro que fue una velada fabulosa, especialmente con los vinos y demás. Gracias desde aquí por su apoyo a esos tres fenómenos, Sebas, Manolo y David. No hay dinero para pagaros...

el tio berni dijo...

Muy interesante, y se nota que los conferenciantes han sabido leer el libro, cada uno con sus claves, eso sí. Con alguno no estoy del todo de acuerdo, pero es que creo que El Vecino 3 no es un libro con una interpretación cerrada. De hecho es el más abierto (y el mejor) de los tres.

elpablo dijo...

no tiene guasa el pepo! al que no conosía yo era a david, un mostro.

Pepo Pérez dijo...

Gracias por venir y por tu intervención en la ronda final de comentarios y preguntas, Pablo.

Jorge dijo...

Interesantísimo. Jo, esto non hace más que aumentar mis ganas (aún no lo he leído). Por cierto, me encantó la referencia a Kierkegaard, ha sido mi autor favorito durante muchos años.