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jueves, 6 de junio de 2013

TABLÓN DE AVISOS


ROTULAR CON MAX

Max va a impartir un taller de rotulación para cómic el 29 y el 30 de junio en Casa de la Familia Plómez (La Quinta de Sordo. Calle Rosario, 17, Madrid). No es la primera vez que he hablado en este blog de la rotulación, por su importancia y porque es un tema que me interesa personalmente. Sobre el taller de Max, toda la información en la web de Familia Plómez


(-algunos posts sobre rotulación en Es muy de cómic

-algo más sobre rotulación en el blog de Eddie Campbell
-Max anuncia su taller de rotulación)



400 GOLPES

Astiberri, la editorial con la que he crecido y me he hecho mayor en esto del cómic, celebra sus 400 golpes, o títulos publicados desde su fundación en 2001. Para conmemorarlo ha publicado este catálogo, una guía que incluye recomendaciones de sus cómics por parte de escritores, cineastas, bibliotecarios y otras personalidades de la cultura. Pero también, importante, organiza una fiesta el próximo sábado 8 de junio en el bar Picnic (Calle Minas, 1, Madrid) a las 22:00 horas.


Precisamente Santiago García, mi compañero de viaje con El Vecino, se ha marcado un emotivo post al respecto donde repasa su historia personal con Astiberri, que inevitablemente forma parte de la mía.

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En breve retomaré el blog, en cuanto termine el curso y me descargue algo de trabajo en varios frentes. Además, voy a tener cosas buenas para contar debido a una inminente aventura relacionada directamente con el cómic, así que espero hacerlo desde aquí. Nos leemos pronto

jueves, 27 de mayo de 2010

LOS TENTÁCULOS Y LA GAMBA

Éste es el primer tebeo de Spiderman que tuve en mi casa, o sea, que me compraron mis padres en el quiosco del barrio. ¡El Dr. Octopus viene a alquilar la habitación que Tía May tiene disponible! Una cosa llevó a la otra, claro, y hoy sabemos cómo terminó aquello... Pero bueno, que me pierdo. A lo que iba. Acostumbrados como estamos hoy a ediciones españolas dignas (siempre habrá alguna excepción, claro, pero el nivel general es bueno y en algunos casos incluso se superan las ediciones originales) siempre está bien recordar de dónde venimos. AMAZING SPIDER-MAN 54, noviembre de 1967, versus versión española de Vértice, revista quincenal "para adultos", 15 de mayo de 1976.

Tras esa portada de Lopez Espí que sustituía la original de John Romita y con un formato mayor que el comic book americano, típico de nuestros tebeos de la época, nos encontramos con una versión "escala de grises" del episodio, impresa solamente con el fotolito del negro. Todo el mundo que leyó los tebeos Marvel en la España de entonces sabe que se publicaban en blanco y negro; aún faltaba para que llegara el color a las ediciones de Vértice, anunciado en su día a bombo y platillo como un auténtico lujo. Hay que tener en cuenta que estas ediciones ya habían supuesto un gran avance respecto a los libritos previos de Vértice: ahora al menos no se remontaban y retocaban todas las viñetas. Aparte de eso, se puede jugar en la página al "busque las diferencias". Para empezar, esa gloriosa rotulación del título en castellano, "Los tentaculos y la trampa", que imita perfectamente la original, y para continuar eliminamos enterito el texto introductorio que aparecía en la sombra del Dr. Octopus, para qué tanta palabrería superflua. Abajo a la izquierda, nos cargamos también el cartucho de texto con la explicación del asterisco (la típica nota del editor Marvel indicando el número y la colección donde sucedió aquello a lo que hacen referencia los personajes en la viñeta), y de paso, borramos el otro texto de apoyo en forma de flecha en la esquina inferior derecha de la página original, lo cual por supuesto obliga en ambos casos a retocar el dibujo para disimular lo que se ha borrado. Unas cuantas baldosas por aquí, unas hojitas en el seto por allá, y listo. En el cartucho de texto circular, fuera créditos (autores del episodio: Stan Lee, John Romita, tintas de Mickey Demeo, o sea, Mike Esposito, rotulación de Sam Rosen), que nadie los necesita porque "los tebeos los hace una máquina", tal como mucha gente decía en la época, y aprovechamos el espacio libre para inventarnos por completo un texto de apoyo. España' 76. Faltaban treinta años para que autores como Chris Ware o Art Spiegelman pudieran revisar y aprobar las ediciones extranjeras de sus obras antes de enviarlas a imprenta.

miércoles, 28 de abril de 2010

LA ROTULACIÓN, SEGÚN MOEBIUS

Una página del apéndice que aparecía al final de SILVER SURFER: PARÁBOLA (edición española de Forum), el cómic que dibujó Moebius con guión de Stan Lee, y donde el dibujante comentaba la rotulación de sus tebeos. Cortesía de David Aja (gracias). Pincha en la imagen para ampliar, etc.

ROTULANDO

Y ya que salía esta historieta de Robert Crumb un par de posts más abajo, aprovecho para comentar un curioso y delicioso librito que ha publicado Blur Ediciones. Se trata de ROTULANDO IN SPANISH. LETTERING EN ESPAÑOL, de Nono Kadáver, que recoge algunas de sus rotulaciones para ediciones españolas de tebeos, como ésta de arriba para Crumb, Peter Bagge (abajo del todo), Gilbert Shelton (también abajo del todo), Daniel Clowes, Johnny Ryan o Joe Sacco. La verdad es que ver estos rótulos fuera de su contexto me ha hecho pensar en varias cosas. Primero y sobre todo, en la importancia que tiene la rotulación manual en el cómic, ahora que en algunos casos se está perdiendo por el uso de fuentes de ordenador. No se trata de reivindicar lo manual frente a lo mecánico porque sí, es que la rotulación manual es la que permite precisamente integrar los textos del cómic con el dibujo, sobre todo si éste último está hecho a mano como lo está en la mayoría de los tebeos. Rotulando a mano es como se consigue "dibujar" los textos, y de este modo que los textos aparezcan plenamente integrados con los dibujos en la página, en lugar de leerse en dos planos separados. Esto lo saben bien los autores, y en los últimos años hay una preocupación especial por la rotulación, hasta convertirla en un recurso fundamental en las historietas (Chris Ware, Daniel Clowes, Seth o Manel Fontdevila son algunos de los casos más evidentes). Por eso, rotular con una fuente de ordenador los textos de un tebeo como el KRAZY KAT de Herriman, por poner un solo ejemplo, significa cargarse buena parte del contenido gráfico del cómic. Lo repito para dejar claro lo que quiero decir: el texto es dibujo en el cómic. Y si uno elimina ese "dibujo" que es el texto con una fuente mecánica, sin intentar imitar mínimamente la rotulación manual en la traducción española, se está cargando una buena parte del grafismo que hay en ese cómic.

Hace nada cruzaba un mail con David Aja (arriba, páginas suyas sin colorear para CAPITÁN AMÉRICA y DAREDEVIL) donde me explicaba que él siempre rotula provisionalmente los textos antes de enviar las páginas a Marvel, para que el rotulista americano tenga una guía de cuál es el sitio donde van, el tipo de letra y el efecto que quiere lograr en cada caso. También dibuja sus propias onomatopeyas para unificarlas con el trazo del dibujo. Y es normal. La rotulación es fundamental en cualquier página de cómic, y en el caso de muchos dibujantes una verdadera seña de su estilo. Es imposible imaginar una historieta de Crumb sin su personal rotulación a mano, pero lo mismo le pasa a la de Moebius, y afortunadamente ambos han solido tener en las ediciones españolas un buen rotulista que imita su caligrafía. Hablando de caligrafía, de eso justamente se trata en este asunto. Porque la caligrafía no sólo se manifiesta en el texto rotulado, también en el dibujo de cada autor, y de ahí que haga falta una caligrafía parecida para integrar en las viñetas los dos elementos, texto y dibujo, y que aparezcan como si fueran hechos por una sola persona.

Volviendo a Nono Kadáver, el prólogo de este librito que comentaba publicado por Blur es revelador porque recoge declaraciones suyas. No me resisto a copiar aquí algunas de ellas. Nono comienza explicando que su padre "era arquitecto, de los de antes, con su bata blanca y sus rotrings. [...] Delineaba sus planos y una cosa que me fascinaba por encima de todo era esa rotulación tan limpita, sin plantillas, algo que me influyó mucho cuando empecé a dibujar cómics". Por si alguien no lo sabía, Nono, además de rotulista para tebeos de otros, es ilustrador y dibujante de sus propios tebeos (TONI BOLINGA). Y rotula a mano a otros autores, como se ha dicho, para las traducciones españolas, usando para ello diversas herramientas:
"Todo vale. Básicamente rotuladores de toda clase, mucha tinta china y pincel pero nunca plumilla, me salen unos trazos de puta mano. [...] Siento mucha admiración y respeto por los falsificadores, sobre todo por los de documentos oficiales y papel moneda [...]. No, no bromeo. Creo que, incluso falsificando, cada uno deja su impronta. Aunque en este curro hay que buscar soluciones que se asemejen a lo que podría haber rotulado el autor, mi pulso y mi trazo nunca será el mismo que el tuyo. Lo que sí que hay que hacer es olvidarse del estilo personal de cada uno y adaptarse al del artista. Eso se consigue leyendo mucho, diseccionando sus trabajos, en el fondo, aprendiendo de ellos porque lo único importante es que el acabado final se asemeje todo lo posible al del autor".
Abajo, dos muestras más de sus rótulos para cómics de Peter Bagge y de Gilbert Shelton, quien por cierto le felicitó en persona por su trabajo. Nono también opina sobre la situación reciente en la rotulación de tebeos por parte de las editoriales. "A todo esto se suma que, como buenos negociantes que son, en los últimos tiempos han decidido ir a lo barato: una Comic Sans, que lo rotule el sobrino del jefe y así todo queda en casa. Lo de los rotulistas es un oficio del siglo pasado. La mayoría de la gente que se dedicaba a este negocio debe estar de esta manera". Un algo más de su trabajo como rotulador: "En principio lo que hay que hacer es ceñirse a reflejar lo que dibujó y rotuló el autor, ahora bien, a veces resulta que donde había una M en inglés (que tapaba el dibujo), resulta que sale una I en castellano. Obviamente, habrá que hacer un 'arreglillo'. El reto es que no se cosque el lector y hay casos en los que no se da cuenta ni el autor. Misión cumplida".