viernes, 29 de enero de 2010

POR SECCIONES


Ayer en la Fnac descubrí que el EPILÉPTICO de David B. estaba situado estratégicamente tanto en la estantería de novela gráfica como en la mesa de novedades de la sección de narrativa. Literaria, evidentemente.

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(cuanto más tiempo pasa, más se agiganta este cómic de David B., o al menos eso me parece a mí, y mira que el autor lo empezó hace casi quince años, en 1996, y no lo terminó hasta 2003. Con los años se ha vuelto cada vez más grande. Lo comentaba ayer con Santiago, y me respondió que Eddie Campbell -creo que era Campbell, si mal no recuerdo- había dicho que cuando se hace una novela gráfica no se trabaja para el presente, sino para diez, veinte o treinta años vista. Campbell sabe de lo que habla: empezó a dibujar FROM HELL en 1989, y el recopilatorio no salió hasta una década después. Fue a partir entonces, tras recopilarse en un solo libro todo aquello que él y Alan Moore habían publicado pacientemente por entregas durante años, cuando la obra comenzó a ser conocida fuera del mundillo, a aparecer reseñada en multitud de sitios, a ser opcionada para Hollywood -hubo película finalmente, como todo el mundo sabe, en 2001- y, en fin, a ser el FROM HELL que ahora es)

1 comentario:

santibilbo dijo...

Pues opino igual Pepo, de lo que yo conozco, creo que es la mejor obra de los ultimos 20 años.Otras serán más cool, otras más analiticas, otras descubren continentes formales y puede que alguna se le iguale en ambición temática y profundidad psicológica.
Pero esta magna opus contiene en suntuosa sintesis todos esos aspectos mencionados.Formalmente es capaz de combinar elementos clásicos con precisión y hondura( desde el encuadre al trazo,a la acumulación en el plano o a la austeridad compositiva si es menester.Cómo combina lo clásico para provocar efectos renovadores y epatantes, pero hondos , me parece su gran recurso formal.Ese dibujo , esos encuadres esos encadenados tan concretos e icónicos, tan abrasadoramente expresionistas se hacen a la vez abstractos, analíticos, con la precisión de un bisturí, pero donde no se disecciona para curar, sino para que nos llene el misterio, el dolor, lo perdido, lo que se nos escapa.Esto se sdecúa tanto con la ambición temática y conceptual que pocas veces veremos mejor calzar un guante: El analisis traumático, la búsqueda de la identidad, la necesidad de expiación y también de arreglar cuentas,La despiadada crítica social e ideológica a la banalidad espiritual se conjuga y confronta con la irrupcion amenazante y liberadora de lo mítico y a través de esta materia oscura, curarse y salvarse con el ARTE, ese sueño tan modesto y triste, si se lo mira a los ojos con valor.
Esta experiencia cuasi religiosa nos hace ascender desde la bruma negra del dolor hasta la calida oscuridad del misterio, que se doblega en las forjas duras del artista para timidamente darnos una chispa de sentido y comunión.
Otro día escribiré sobre el jardín armado, otra obra claramente religiosa en su sentido más profundo.
Ah,me acabo de comprar el tomo, yo los leí, por albumes en la biblio.Y es que el poso y la relectura y la espera también ensanchan una obra.No sé cómo lo veré ahora, ya te contaré