miércoles, 29 de diciembre de 2010

LINT

Anoche terminé de leer el último ACME de Chris Ware, y confirmé la sensación que había tenido mientras lo leía, la de que estaba ante un cómic histórico. ACME NOVELTY LIBRARY nº 20, titulado LINT (Drawn and Quarterly), es a mi juicio lo más grande que ha hecho Ware hasta el momento, y si estamos hablando de un genio, como yo creo que es a juzgar por su obra anterior, estamos hablando de un antes y un después en la historia del cómic, y como tal creo que será juzgado este cómic dentro de unos años, con la perspectiva suficiente. Alguno podrá pensar que cómo se puede ser tan atrevido e incluso "arrogante" de anticiparse al futuro para afirmar tal cosa. Bueno, entonces diré simplemente que os leáis el tebeo. Porque lo que hace Ware en LINT parece sobrehumano, un salto dimensional no ya en su trayectoria sino en la propia historia del cómic. Esto ya no tiene nada que ver con el rollo formal "McCay-Herriman-King-etc." con el que Ware se "fogueó" en la primera etapa de su carrera para encontrar su lenguaje y su discurso como autor. LINT está muy lejos de eso, es profundamente diferente, y lo es, como no puede ser de otra manera, por la forma.

Ahora mismo me resulta imposible imaginarme cómo podrá superar esto Ware y, a la vez, sospecho que podrá hacerlo en el próximo ACME. He visto cosas que no creeríais... me refiero, ya en serio, a cosas que no he visto jamás en un cómic. Lo que más me asombra de todo, por encima de su monumental dominio de la forma y del derroche de innovación y trabajo que pone en cada página (hay que verlo para creerlo, su trabajo de orfebre, su paciencia para el acabado), es su esfuerzo permanente por contar las cosas con dibujos+palabras, de una manera imposible de trasladar a otros medios, literatura, cine, etc., a nada que no sea un cómic. O, mejor dicho, que no sea un cómic de Chris Ware. A LINT se le podría dedicar una reseña de 50 folios y aún así quedarte corto; son tantos los temas que aborda o sugiere, desde la representación de la conciencia al "estadio del espejo" en la infancia profunda, pasando por, se me ocurre ahora, el descomunal efecto narrativo de las elipsis temporales de una página a otra. Así que sólo mencionaré muy por encima tres cosas.


1), el sentido del diseño de Ware. Si ya sabíamos que era un diseñador supremo, hay que leer LINT para ver qué cumbres está escalando ahora. Para Ware el cómic ES diseño por encima de cualquier otra cosa, porque sólo el diseño le permite alcanzar la complejidad y profundidad de su voz narrativa. 2), la noción de "stream of consciousness" cobra un nuevo sentido aquí, sin ningún parecido con la literaria o con ninguna otra que se haya construido antes en el cómic (por ejemplo, nada que ver con la que logró Miller en sus tebeos de los ochenta), y cobra ese nuevo significado precisamente por el esfuerzo de Ware en representarla visualmente, tratando al texto como si fuera dibujo y a los dibujos como si fueran "palabras" o signos. Por ejemplo, esos pequeños circulitos que van apareciendo al lado de las viñetas "principales", y que parecen evocar bien las ideas del inconsciente, bien los pensamientos residuales que aparecen y desaparecen en la periferia de nuestros cerebros mientras estamos concentrados en otra cosa. Pequeñas viñetas circulares, diminutas, que sugieren unas veces los arrepentimientos o errores del pasado, y otras el deseo futuro por cosas y personas. Por ejemplo, ese torrente de frases incompletas e incoherentes que a menudo flotan alrededor de las imágenes dibujadas, evocando la naturaleza del pensamiento, la materia de los recuerdos y del deseo.

3), el punto de vista, único. Como me decía Pablo el otro día con toda la razón, el punto de vista de LINT es de una singularidad tal que no puedes encontrarlo en ningún otro sitio, cómic, novela o película, al menos que yo haya visto o leído. Es un punto de vista subjetivo y, la vez, por la misma forma que emplea Ware para representarlo, objetivo y omnisciente. Es como si LINDT estuviese narrado A LA VEZ desde dentro y desde fuera, desde las profundidades de una mente única, individual e irrepetible, la del sujeto protagonista, y desde la visión externa "de Dios", casi casi casi como si ambas miradas fuesen la misma. Sujeto y objeto presente en las mismas páginas. Una vez más, esto es posible por la forma. Que es contenido. No puedo evitar sonreír ahora ante esas afirmaciones –que he leído, que no me invento– de que Ware "no cuenta nada". LINT es tan, tan denso (y lo es, esto es lo más asombroso, de una forma predominantemente visual) que sus apenas 72 páginas se tardan en leer como si fueran 300 de un tebeo normal. Pero claro, LINT es cualquier cosa menos un tebeo "normal".

¿Que qué cuenta LINT? Una vida entera, la de un tal Jordan Wellington Lint, cuya personalidad se va revelando más y más compleja gracias a las sucesivas capas de significado, que añaden pequeños detalles biográficos que descubrimos cuando menos lo esperamos. Las primeras 16 páginas de LINT ya las leí el año pasado, pues fueron incluidas en la antología de narrativa literaria que preparó Zadie Smith, que incluía, entre diversos relatos de escritores, dos historietas, una de Ware y otra de Clowes. Ahora Ware ha continuado esas páginas hasta contar la vida completa del sujeto. Pero, como digo, no cuenta sólo los hechos de esa vida. LINT aspira a atrapar la percepción, la mente y el alma del sujeto biografiado, y creo que lo consigue. Hay que leer LINT para entenderlo, el mejor tebeo que he leído no ya de este año que acaba, sino de muchos años atrás. Se suele decir a menudo que el cómic aún no ha dado sus CIUDADANO KANE, sus EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO. Bueno, tal vez Ware esté produciendo ya algunas de esas obras equivalentes, y tenemos el privilegio de asistir a ello en presente, conforme lo hace en tebeos tan monumentales y, sí, emocionantes como este LINT. Leerlo es también comprender por qué Ware está ya en una dimensión diferente a la de todos sus coetáneos. Una dimensión como de un futuro lejano o, más bien, de un mundo alternativo al que nadie más puede viajar.

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Reseña en Little Nemo's Kat

22 comentarios:

Simon dijo...

Mierda. Acabas de hacerme un regalo de Navidad inesperado (junto, probablemente, con el sexto de Cerebus, que imagino que por ahí empezará su deriva hacia el machismo).

Sobre todo porque pensaba que los Acme eran de contenidos seriados, y tener que pillarlos todos me echaba para atrás...

Pepo Pérez dijo...

no, qué va, te lees este sólo y fuera, empieza y termina.

J-PAS dijo...

Lo tengo pendiente de lectura... Me pongo a ello y leo tu reseña! No quiero estar condicionado!!!!!

Álvaro Pons dijo...

Una obra maestra inapelable.
Aunque con Ware esto empieza a ser un tópico... :)

el tio berni dijo...

Es una barbaridad, es estratosférico. Me hace gracia lo que comentas de la densidad y el tiempo que se tarda en leer, porque, efectivamente, yo no pude dormirme hasta que lo acabé, a las 6 de la mañana. Tiene otra cualidad que pocas veces va unida a la densidad, y es que, joder, es absorbente, es adictivo, hay una sensación de que, a pesar de que en entre página y página hay elipsis de años, uno no debe detener el flujo de información que está recibiendo. Tienes razón, hacen falta muchas palabras para describir esto. O eso, o ser un genio capaz de reinventar el lenguaje como precisamente lo hace Ware.

Otra cosa, que también comentas y que me ha llamado la atención es lo diferente que es esto a todo lo que ha hecho antes. Y antes ya había hecho obras maestras, pero es que el tío quiere más, no acaba de estar conforme con sus logros, que para otros son ya de ciencia ficción.

En serio, es leerlo y no creerlo. Sinceramente, Ware cuestiona TODO lo que sabemos y damos por hecho en el cómic. Los conceptos de dibujo, de secuencialidad, de elipsis, de estructura, de diseño de página, todo.

Y ya lo último que me flipa: a estas alturas hay en España 5 (cinco) tomos del ACME sin publicar. No doy crédito.

Pepo Pérez dijo...

¿cinco solo?

el tio berni dijo...

Y acabo de darme cuenta de una cosa: Con Ware empieza y acaba la década. Y el salto que él solito ha dado en una década, no lo ha dado el cómic en cinco.

el tio berni dijo...

"¿cinco solo?"

Bueno, me refiero a los ACME en tomo, del 16 al 20, me he saltado los cuadernillos previos cuyo material (aunque no de manera completa) ya se ha recopilado en Jimmy Corrigan y en el Catálogo de Novedades ACME. Pero tienes razón, como mínimo se me olvidaba el tomo de Quimby the Mouse, con lo cual ya serían 6 tomacos. Esto es inaudito.

Pepo Pérez dijo...

ah, ok.

"Y el salto que él solito ha dado en una década, no lo ha dado el cómic en cinco décadas".

Suscribo.

Anónimo dijo...

A mi es que menos me gustó de los últimos 3.

El 18 me parece su obra maestra y el 19 le sigue.
Inclusive me gustó menos que Corrigan.

En mi opinión se vuelve tan didáctico (en lo diagramático) que interrumpe el pacto de lectura.

Tal vez el mejor equilibrio lo logra entre el 18 y el 19.

Saludos!

Pepo Pérez dijo...

oh : (
lo del pacto de lectura, a mí me encantó en algunas páginas tirarme unos pocos minutos para leerlo todo, buscando la manera de leerlo "correctamente"... luego me daba cuenta de que a menudo había varias maneras posibles de leerlo, y lo entendías igualmente.

el 19 me pareció increíble, pero el nuevo más aún. De verdad que me ha dejado turulato.

un saludo, kioskerman!

Iñaki dijo...

Con tanta pasión has conseguido que lo pida en Amazon! Ya te contaré.

Pepo Pérez dijo...

Espero que te guste! feliz año, Iñaki, Álvaro, y los demás.

guillermo dijo...

Es muy grande este tio.....
Lastima q como decís nos tengamos que pegar con el ingles los que no somos poliglotas para poder disfrutar de este genio.
Alguno sabe pq no se publica mas en español?, la edición del "catalogo" de mondadori era estupenda ( no se de traducción, pero de maquetacion, rotulación,etc perfecta)
No se vendió bien? ( yo lo veo en muchas librerías "no especializadas")
No es rentable debido al coste de hacer ediciones tan curradas?
Alguien sabe si hay planes/rumores para editar, algo al menos, en la lengua de Cervantes?

Pepo Pérez dijo...

Ni idea, Guillermo. A ver si le publican aquí más cosas, claro que sí.

Little Nemo's Kat dijo...

Cien por cien de acuerdo en todo lo dicho. Este tipo es uno de los 4 ó 5 artistas vivos más importantes del momento. Y tengo la sensación de que, en este caso, su valía se va a ver reconocida más pronto que tarde en forma de consideración mediática, académica, editorial, etc. Lo que hace es demasiado grande como para pasar desapercibido.

Gracias por el link y por el post, Pepo. Abrazos.

Pepo Pérez dijo...

No hay de qué, por favor. Sí, yo creo también que Ware trasciende el medio: no sólo es el mejor ahora mismo en el cómic, creo como tú que está en la primera división mundial de artistas vivos, en general, de diversas disciplinas. Y está teniendo además un reconocimiento en vida, que siempre es de agradecer para el autor.

El Miope Muñoz dijo...

Hay que explorar o pensar o tomar como punto de partida la idea de Ware/el tebeo/el diseño. Estupendo trabajo, Pepo.

Pepo Pérez dijo...

Estupendo trabajo el de Ware en LINDT, ja, ja... ; )

jmm dijo...

Os dejo el vínculo de las fotos que saqué de la expo en la galería Adam Baumgold de New York, con todas las páginas del álbum:

http://www.flickr.com/photos/workinpana/sets/72157625302234754/

Como curiosidad, podréis comprobar que cada plancha original vertical está compuesta por dos de las páginas apaisadas del libro, se me ocurre que quizá porque se publicara previamente en algún tabloide USA.

Pepo Pérez dijo...

gracias, jmm. Acabo de subirlo a un post, me encantan las fotos. Feliz año nuevo, por cierto.

J-PAS dijo...

La verdades es que me gustó más el nº19. Este me parece una versión 2.0 del "Wilson"... Por temática, por recursos y por todo.
Vamos, que si al de Clowes se le puso por las nubes (con o sin razón) a este hay que hacerle un monumento y subirle a los altares.

Lo peor de todo es enterarse que nos abandonas... :(

Mucha suerte Pepo en todo lo que hagas.

Se te echará de menos...