martes, 18 de agosto de 2009

ES UNA CIUDADANA.


FREAMON
Sabes, interrogar es más un arte que una ciencia.
Tienes que ir abriéndote paso por instinto, más que otra cosa.

Mira, echa un vistazo a esto.

KIMA
¿Quiénes son?

FREAMON
Bailarinas que trabajan en el club de Barksdale.
Les he puesto nombre a partir de hojas de reclamaciones de hostelería, y de los archivos de la oficina de empleo.

Si tuvieras que escoger a una de estas chicas como informadora, ¿cuál sería?

KIMA
Ella.

FREAMON
¿Por qué?

KIMA
Pues para empezar porque no está fichada. Es sólo una foto de Tráfico.

FREAMON
¿Por qué más?

KIMA
No sé. No sabría decirte.
Me gusta su cara.

FREAMON
Alma, conciencia, como quieras llamarlo. Es una ciudadana, ¿verdad?

KIMA
Lo lleva en sus ojos.

FREAMON
Instinto, detective.


--THE WIRE, primera temporada, episodio 8, LECCIONES. Historia de David Simon y Ed Burns, guión para televisión de David Simon, dirección de Gloria Muzio.

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ACTUALIZACIÓN ES LA HORA DE LEGALIZAR LAS DROGAS (gracias, Óscar)

"El oficial de policía encubierto de Baltimore Dante Arthur estaba haciendo lo que hacía bien, arrestar a traficantes de droga, cuando se aproximó a un grupo en enero. Lo que no sabía es que uno de los sospechosos conocía por un arresto anterior que Arthur era policía. Arthur recibió dos disparos en la cara. En el tiroteo que siguió, el compañero de Arthur devolvió el fuego y le dio a uno de los sospechosos, tres de los cuales fueron detenidos luego.

En muchos sentidos, Dante Arthur fue afortunado. Vivió. En todo el país, un oficial de policía muere en ejercicio del deber casi cada día.

[...] Habiendo luchado en la guerra contra las drogas, sabemos que darla por terminada es lo correcto, para todos nosotros y especialmente para los contribuyentes [...] El economista de Harvard Jeffrey Miron estima que terminar la guerra contra las drogas nos ahorraría 44 mil millones de dólares anuales, mientras que los impuestos [derivados de legalizarla] aportarían unos 33 mil millones adicionales".
Peter Moskos y Stanford "Neill" Franklin, ex-policías de Baltimore, en The Washington Post

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"No puedes llamar guerra a esta mierda. Las guerras acaban".
--THE WIRE

33 comentarios:

Mikel dijo...

Vamos, que te está gustando THE WIRE, eh? Jeje!

Pepo Pérez dijo...

Estoy a punto de acabar la primera temporada (capítulo 13), y la cosa está realmente emocionante por muchas razones. De todos modos, esta escena del capítulo 8, y esos diálogos, me tocaron especialmente. Con pocas palabras se dice mucho. Como debe ser.

Pepo Pérez dijo...

Vamos, que sí, que no es por insistir, pero The Wire me parece muy buena. Es género negro en presente, de nuestro tiempo, y hecho con un montón de talento y amor por lo que se hace, y con una intención evidente de denunciar males del sistema (una denuncia nada grosera ni plasta ni solemne; una denuncia implícita, deducida desde la ficción, y dejando bastante margen al juicio del espectador) .

De todos modos, hay una cosa que... el otro día lo comentaba con un amigo. Este tipo de series y la denuncia que plantean es, a la larga, otra válvula de escape del sistema. Me parece ejemplar la intención (y el talento) de los creadores de la serie, David Simon y Ed Burns, periodista de sucesos y policía respectivamente, de mostrar cómo funcionan de verdad las cosas; me conmueven muchas escenas y personajes de la serie, igual que las cosas que dice Simon en las entrevistas desde su conciencia de izquierdas en EEUU... pero una vez que ves la serie, no puedes evitar la sensación de sentirte mejor al reconocer la denuncia y participar de ella. Pero la denuncia de la situación no basta para cambiar las cosas, las cosas siguen igual o peor (yo diría que peor en estos tiempos, a muchos niveles). Sin embargo, el propio sistema ofrece la posibilidad de criticarlo y denunciarlo... incluso de hacerse famoso y tener éxito haciéndolo. Incluso de mitificar por sus fans series de televisión como esta. Pero esa crítica no basta por sí sola para cambiar nada. Y sin embargo, parece que viendo ficción como The Wire acalláramos nuestra conciencia o nos sintiéramos mejor respecto a la realidad. Incluso nos entretenemos (disfrutamos, vamos a decirlo claro) convirtiendo en espectáculo (y ahí Guy Debord no se equivocaba) todo, todo, todo, hasta las miserias del sistema. Nada que objetar a Simon y Burns, como digo les alabo su talento (mucho) y su loable intención. La vida tiene estas paradojas, y el capitalismo ya no digamos. Pero...

Lepetomane! dijo...

Macho, felicidades por descubrir The Wire. La mejor serie de televisión que haya existido, en mi opinión. Si Perdidos es Uncanny X-Men, The Wire es Watchmen: un tapiz sociocultural.
Si es que a cualquiera que haya flipado con Alan Moore, le tiene que encantar por cojones The Wire. Es una serie que lleva los planteamientos relativistas en la ficción al siguiente nivel.
Para mí redefine la épica clásica ajustándola a valores más actuales, menos ligados a las pulsines de muerte, más racionales. Durante sus cinco temporadas te radiografía no sólo una ciudad americana, sino la realidad del país y si me apuras de occidente. El darwinismo social al que nos vemos forzados por las élites, la corruptibilidad de cada ámbito laboral, la flexibilidad ética del poder, el enfermizo teatro de ilusiones de las economías imparables... y no deja títere con cabeza. Va diseccionando transportes, construcción, justicia, periodismo, ayuntamiento...esta serie está hecha con un nivel de profundidad pocas veces visto antes. Prepárate para la dos, si crees que Lester Freemon u Omar son de los mejores personajes vistos en la tele, espérate a descubrir a los Sobotka y su sindicato de estivadores. Ríete de los Lunes al Sol.

Pepo Pérez dijo...

Me encanta tu comentario, Lepetomane!, pero creo que a las series de cómic aún les falta bastante para alcanzar el nivel de The Wire. Tampoco me atrevería a compararla con Watchmen porque me temo que The Wire gana por goleada. Entiendo tu comparación, ojo, pero espero que también se me entienda a mí.

Pepo Pérez dijo...

Y no se trata sólo de los personajes, situaciones, tramas entrelazadas... Son también los diálogos. ¿En qué tebeos lees diálogos como los de The Wire? En pocos, muy pocos. Y no desde luego en Watchmen, creo yo, a pesar de sus pretensiones de realismo. Recordemos los parlamentos de Ozymandias, como cuando explica su plan maestro y con ello todo el argumento de la serie...

Lepetomane! dijo...

Entiendo lo que dices, y no dejas de tener cierta razón. Es como los Simpson en FOX, un canal abiertamente ultra-conservador. Pero aún así, ¿qué deberían hacer un ex-periodista y un ex-policía? ¿No crees que ya han intentado ciertas cosas por medios aparentemente más legítimos? David Simon fue despedido de su periódico porque como periodista se empezó a interesar en algo que, como él mismo dice en su entrevista a El País, falta en el periodismo actual: los porqués.
Esta serie expone al dominio público esos porqués. Y no son sólo los lobbys saudíes, es decir, no es una movida demagógica a lo Michael Moore. También habla de rasgos culturales, de responsabilidades personales.
Sobre todo, expone el lado de occidente que occidente no quiere ver. Esas casas atestadas de niños camellos que se cuidan los unos a los otros, pero cuyos códigos, creados la vida que las grandes economías les ha dejado tener, les obliga a tener que vivir un nivel de sacrificio completamente deformado. Esos mandos de policía, líderes políticos, preocupados por las estadísticas, por mantener su estatus, y todo esto retratado desde una humanidad pasmosa, sin más juicio que los hechos en sí.
Es decir, creo que hacer The Wire, es de hecho, hacer algo. Escribir The Wire es hacer mucho más que escribir The O.C. El mero hecho de que una ficción se implique de una forma tan limpia, abierta, en un análisis a varios niveles de las sociedades occidentales, es suficiente de por sí en esos aspectos. Y me parece que da lecciones a la gente de la que en parte mama, como Robert Altman, como Iñárritu, porque consigue todo ese nivel de contenido desde el género, es decir, desde la humildad de un caso policial, de un supuesto "producto del entretenimiento".
Si es que soy un flipado con The Wire, me parece el "A Sangre Fría" del entretenimiento audiovisual ( fíjate como me paso ). Está narrada con pulso periodístico, prosaico y puramente narrativo, con humanidad e intención de veracidad, jugando a veces con tu morbo, planteando lo legendario de algunos personajes paralelamente a sus mezquindades...¡parece escrita por Capote!

Pepo Pérez dijo...

Diálogos del nivel de The Wire te los encuentras hoy sobre todo en determinados autores franceses, creo yo. En Guibert, por ejemplo, se me ocurre a bote pronto.

Pepo Pérez dijo...

"¿qué deberían hacer un ex-periodista y un ex-policía? ¿No crees que ya han intentado ciertas cosas por medios aparentemente más legítimos?"

No, si ya digo que hacen lo que pueden. Y lo hacen de puta madre, además. Y no creo que te pases con la comparación con el Capote de A Sangre Fría.

Lepetomane! dijo...

Si, la verdad es que la comparación se me queda corta. En efecto, lo más parecido a The Wire que he leído en cómic, aun muy por detrás, son radiografías históricas como Bois Maury. Y con la octava parte de contenido. Que no, que The Wire es alucinante, se come lo que le pongas delante.
Respecto a los diálogos te doy toda la razón. Hay frases dignas de un Halcón Maltés, pero de una actualidad apabullante.

Lepetomane! dijo...

Además, los personajes. Particularmente estoy flipadísimo con Bubbles. Siempre que vemos a un yonki es como una especie de Gollum, hasta en la tan cacareada "Requiem por un Sueño". Aquí es un ser poderosamente humano. Y se echa un colega ( lo dejo aquí, que hay spoiler ) que es nada menos que este señor:
http://www.youtube.com/watch?v=dc86_Weoye0&feature=fvst

Pura clase.

Óscar Palmer dijo...

"Esa crítica no basta por sí sola para cambiar nada".

Eso es completamente cierto, Pepo, pero lo mejor de The Wire como "entidad" al margen de como obra de arte es que Simon & Burns sí que contribuyen al cambio, no sé si con la crítica pero sí mediante el hecho de plasmar esa crítica desde una propuesta estética y narrativa que se nutre y reproduce la realidad. Gracias a que una de sus principales exigencias ante la HBO fue la de grabar en Baltimore, en localizaciones reales, dando trabajo a actores de allí y también a muchos que ni siquiera eran actores, han conseguido revitalizar economías y reinsertar a cantidad de gente. Muchos de los personajes que intervienen en la serie han sido presidiarios, camellos y de todo, que reconocen que si no hubiera sido por la serie seguirían en la calle o estarían de vuelta en la trena. Ya lo hicieron con "The Corner", su anterior miniserie, que es también cojonuda. Y lo están volviendo a hacer con "Treme", su nuevo proyecto para HBO, a estrenar en 2010, que va de cómo una serie de personajes, principalmente músicos, encaran la reconstrucción de Nueva Orleans un año después del Katrina. La cantidad de dinero que está gastando la HBO al grabar la serie en el barrio real de Treme, que es el que le da nombre a la serie, está ayudando cantidad a reactivar la economía de mucha gente en la zona. Es decir, que yo creo que aquí hay algo más que mera crítica, y que hay una intención premeditada por parte de Simon & Burns para crear, al mismo tiempo que una ficción, nuevas oportunidades para gente que se ha quedado sin ellas, reinvirtiendo fondos del gran capital directamente en el ciudadano. No olvidemos que, de hecho, todo esto (y la carrera de Simon como guionista) viene de Homicidio, libro escrito por Simon y convertido en serie televisiva por Barry Levinson, otro oriundo de Baltimore que fue el primero en rodar una serie policiaca-criminal en exteriores precisamente por el mismo motivo (muchos de los actores de Homicidio reaparecerían posteriormente en The Corner y en The Wire).

Pepo Pérez dijo...

Sí, el personaje de Bubbles es acojonante. No he visto nunca un yonqui así en una pantalla.

"Simon & Burns sí que contribuyen al cambio, no sé si con la crítica pero sí mediante el hecho de plasmar esa crítica desde una propuesta estética y narrativa que se nutre y reproduce la realidad"

Veo que no se me ha entendido bien. No me refería tanto a Simons & Burns sino a todos los que ven sus series. A nosotros.

Óscar Palmer dijo...

Pues tienes razón, Pepo, te había entendido mal, sorry. Respecto a los espectadores, evidentemente cada palo tendrá que aguantar su vela y, hombre, si de cada cien hay 99 que se limitan a fliparlo y disfrutarlo, pero hay uno al que le sirve para replantearse un poco las cosas, sobre cómo vive su vida y cómo se relaciona con sus semejantes y qué puede hacer para contribuir un poquito, aunque sea ínfimamente, a que las cosas vayan mejor en su entorno inmediato (de momento es que sólo has visto la temporada ambientada en "las torres", pero ya verás cuando llegues al puerto, a las aulas o a los pasillos del ayuntamiento y los periódicos), pues ya será bastante. Mejor eso que nada. Y yo creo sinceramente que de The Wire se pueden sacar lecciones vitales muy válidas, ¿eh? Yo desde luego se las he sacado. Y ojo que no estoy diciendo que tu comentario no sea válido ni mucho menos, que creo que sí lo es, pero sí pienso que igual que sirve para acallar la conciencia de unos y que se sientan mejor con la realidad, también creo que ayuda a que otros sean más conscientes de la misma y puedan actuar en consecuencia. Como siempre, en última instancia, todo depende del individuo y prefiero pensar que obras de este tipo, al margen del disfrute, hacen más bien que mal. Por expresarlo con grosera simplicidad, no es lo mismo ver Generation Kill que Transformers 2. La primera es una visión realista y desoladora de la burocratizada guerra moderna y la segunda es un anuncio de tres horas de reclutamiento para las fuerzas armadas, y eso sí que me parece socialmente perjudicial. Bueno, lo dejo que veo que me voy por las ramas. Saludos.

Nadie nadie dijo...

Hola, felicidades por el blog, que visito a diario. Como soy otro adicto a The Wire me engancho a la discusión. quizá es pronto para saber el impacto que tendrá en los espectadores, americanos o extranjeros, una serie como The Wire. La serie toca unos temas brutales a lo largo de la serie, temas en los que la opinión pública está muy enrocada, como las drogas y los drogadictos. El solo hecho de que en una serie de ficción comercial (por muy hbo que sea) se diga en voz alta que quizá no sea tan mala idea legalizar las drogas de alguna manera ya me parece un cambio asombroso respecto a toda la ficción policíaca hecha anteriormente. Se está sembrando ideas, quizá en gente joven, futuros votantes, que acabarán encarando los problemas con menos prejuicios en la mochila. Si yo fuera un estadounidense con hijos y viera la cuarta temporada creo que me sentiría obligado a revisar mis puntos de vista sobre la educación que están recibiendo mis hijos...

Y me quito el sombrero ante Simon y Burns por atreverse a asumir esos planteamientos en entrevistas y coloquios, en lugar de excusarse con el argumento de que todo es ficción.

También me parece un tanto injusto comparar Watchmen con the Wire y concluir que The Wire es mejor. Es como comparar una acuarela con un edificio. ¿Frank Lloyd Wright era mejor artista que Turner? No necesariamente.
En The Wire han trabajado cientos de personas, incluidos algunos de los mejores escritores estadounidenses contemporáneos, Simon incluido. En Watchmen Alan Moore y Dave Gibbons (y el colorista) se dieron la pechada ellos solitos. Cada cosa tiene su dificultad técnica y en cada medio uno demuestra el talento que le ha tocado.

Lepetomane! dijo...

Hombre, si comparo Watchmen con The Wire es por la vastedad de contenido y por la generatriz relativista de ambas obras. De hecho creo que ambas parten de un análisis de la sociedad occidental muy influida por la teoría crítica y por el estructuralismo. Ambas usan un género popular para plantear cuestiones sobre los valores de occidente, ambas enriquecen su discurso a base de secundarios impagables... y en ese sentido The Wire le da una sobada a Watchmen, ya que consigue no ser tan moralista como la mayor parte de las obras de Moore.

Pepo Pérez dijo...

Estoy de acuerdo en que Watchmen estaba muy influida por los (post)estructuralistas -y por la contracultura también-, de ahí creo que yo que arrancaba gran parte de su planteamiento: "vamos a deconstruir un género entero del cómic".

Ahora bien, si no nos la cogemos con papel de fumar, y somos sinceros (bueno, hablo por mí al menos), las ambiciones que pueda haber en Watchmen y en The Wire son parecidas hasta cierto punto, y por ahí lo de comparar (y siempre comparamos todo con todo, que levante la mano quien no lo hace): ambas tienen vocación "novelística", vocación de ficción realista, de dar voces a todos los personajes y mostrar la complejidad del mundo, vocación de densidad literaria capaz de "resumir un mundo entero" en una ficción que parte de códigos de género (superhéroes en Watchmen, género negro en The Wire)... pero los resultados netos de una y otra obra -creo yo- son bastante diferentes, en el carácter adulto y la calidad literaria.

Para empezar, en el cómic vamos muy atrasados en el terreno "novela", con todo lo que eso implica: ¿o es casualidad que el término 'novela gráfica' se popularice justamente a partir del 86, o sea, a partir del DKR, MAUS y Watchmen? Para mí que no.

Casi todos los modelos previos del cómic, y más hace 20 años, en 1986, estaban bastante alejados de la ficción realista y la densidad literaria: son otra cosa, que no hay que menospreciar ni mucho menos, de acuerdo, pero son eso mismo: otra cosa. Watchmen en cambio sí tenía la ambición literaria ("hacer el Moby Dick de los superhéroes", recordemos que decía Moore sobre lo que quería lograr en Watchmen), la ambición de "novela" y la ambición de complejidad y realismo. Y en este sentido, creo yo, se puede comparar.

Al grano: lo interesante de la comparación para mí es asumir qué es lo que le falta aún al cómic, y por qué está (o estaba) tan condicionado tradicionalmente: por géneros estandarizados (superhéroes, aventuras, horror, humor, etc.) e impuestos desde la propia la industria, por formatos tradicionales que hasta limitaban el número de páginas, el tipo de color y hasta la calidad de impresión... ¿se me entiende o no? Watchmen, como otras tantas novelas gráficas, fue pionera en el terreno "novela" dentro del cómic, y también en la parcela "novela adulta". Y en ese sentido tuvo que luchar contra modelos, clichés y formatos previos del cómic muy alejados del objetivo de "complejidad y densidad literaria" que se perseguía (género tradicionalmente infantil, formato comic book, etc.). Incluso tuvo que luchar contra el tipo de diálogos habituales hasta entonces en el comic book, de hecho Watchmen cae a veces en diálogos-cliché, a pesar de su vocación realista. De nuevo, no sé si me explico...

Pepo Pérez dijo...

" El solo hecho de que en una serie de ficción comercial (por muy hbo que sea) se diga en voz alta que quizá no sea tan mala idea legalizar las drogas de alguna manera ya me parece un cambio asombroso respecto a toda la ficción policíaca hecha anteriormente"

Esto es llamativo, desde luego, y más en una serie americana, cuando EEUU ha sido un adalid de la prohibición sobre (determinadas) drogas. Desde hace bastante tiempo creo que las drogas ilegales en Occidente (es alucinante que el tabaco y el alcohol sean legales pero la marihuana por ejemplo no, entre otras) no se legalizan porque el sistema (económico, por supuesto) está demasiado montado ya y cimentado sobre ese tráfico (y otros, como el de armas) como para atreverse a desmontarlo. Las montañas de dinero negro que genera el tráfico de drogas se lavan en la economía legal y engrasan los mecanismos del poder, cosa que también aparece abundantemente en The Wire, como ya comentamos.

Desde hace unos veinte años hay en España gente bastante organizada (y hablo de catedráticos de Derecho Penal, no sólo de las asociaciones de sospechosos habituales) que reclaman la legalización de las drogas y hasta han propuesto textos de leyes para legalizarlas como cualquier medicamento, pero no se les hace ni caso. Gente que también ha llamado la atención sobre los efectos devastadores de la prohibición: dejar el mercado de esas drogas prohibidas a mafias sin escrúpulos, drogas que se venden sin ningún control sanitario (como sí se hace con las medicinas o los alimentos), victimización del "drogadicto" y su condena a la marginalidad y en algunos casos a la delincuencia... Ojalá mucha-mucha gente viera The Wire y tomara conciencia como comentas, Nadie Nadie, de que la legalización beneficiaría a la mayoría de la población (otra cosa es a los que se benefician de la ilegalización). Ojalá.

Jordi Bravo dijo...

Lo que dices, Pepo, es algo que a mi siempre me ha intrigado. El efecto catártico de la ficción. Hasta que punto es algo más que un válsamo de conciencias.
En cuanto a las comparaciones: Quiero pensar que en el comic no hay límites. Que es capaz de competir con cualquier otro medio. Aunque puede que esto no sea posible, o al menos no al mismo nivel (a falta de obras hasta ahora que así lo demuestren , quiero pensar). Se suele argumentar que el comic es evocación. Que esta basado más en ideas. Recuerdo la adaptación al cómic de Freaks de Tod Browning que Solano López hizo. Donde fallaba sobre todo era en que mientras que las deformaciones de los protagonistas en pantalla eran reales (gente real) en el comic su impacto se reducía considerablemente. No se si es un ejemplo extrapolable o no, la verdad. Pero cuando uno se pone a comparar mentalmente cierto tipo de ficciones en un campo y en otro el vacío de ejemplos satisfactorios en comic es desalentador. Yo muchas veces tras leer alguna novela de James Ellroy (magnífico escritor de novela negra) me he preguntado si funcionaría igual en comic. Si valdría la pena una adaptación, aún solo como ejercicio para ver de que carece hoy en día la gramática del comic que la aleja del realismo tosco que si posée The Wire, por ejemplo. Cómo retratar a gente real en definitiva.

Pepo Pérez dijo...

"En cuanto a las comparaciones: Quiero pensar que en el comic no hay límites. Que es capaz de competir con cualquier otro medio. "

no, si yo también lo creo. Lo que no creo es que esto se haya logrado aún. Estamos en camino... y es un camino largo. Y el cómic tiene su propio lenguaje, claro. No es cine, no es literatura (al menos literatura escrita)... es otra cosa. Y se pueden lograr cosas que en otros medios no funcionan (y viceversa). Pero ese lenguaje está aún por desarrollar, al menos en determinados terrenos narrativos que el cómic apenas ha explorado.

Pepo Pérez dijo...

"Lo que dices, Pepo, es algo que a mi siempre me ha intrigado. El efecto catártico de la ficción"

La ficción puede ser MUY catártica, de hecho determinados relatos cumplen fundamentalmente una función de catarsis. Contra el miedo a la muerte, para dotar de sentido a nuestra vida, como compensación moral frente a la injusticia del mundo, etc. El otro día vi con un amigo LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES, la película, y las escenas culminantes , apoteósicas, no eran aquellas donde resolvían los asesinatos, no. Eran las escenas en que el héroe vengador (una mujer que hace el papel reservado típicamente al hombre, tanto en el terreno sentimental como en el de la acción) ajusticiaba al malo malísimo MUY violentamente. Esto es así, lo queramos ver o no. O al menos yo lo veo así. Violencia de ficción como catarsis para el espectador. De esa hay un huevo en toda la ficción.

Óscar Palmer dijo...

Lo de la legalización de las drogas es a día de hoy un debate cada día más caliente en Estados Unidos, y no me extrañaría que fuera algo que llegara a darse de manera tentativa en algunos estados a lo largo de la siguiente década, principalmente en California. Muchos abogados, juristas, economistas y policías están a favor de ello. Ayer mismo en el Washington Post, dos expolicías de, precisamente, Baltimore, escribían un texto al respecto, dejo el enlace por si alguien tiene curiosidad. Una de las cosas que dicen es que "Habiendo luchado en la guerra contra las drogas, sabemos que darla por terminada es lo correcto, para todos nosotros y especialmente para los contribuyentes [...] El economista de Harvard Jeffrey Miron estima que terminar la guerra contra las drogas nos ahorraría 44 mil millones de dólares anuales, mientras que los impuestos [derivados de legalizarla] aportarían unos 33 mil millones adicionales".
O como dicen en The Wire, "no puedes llamar guerra a esta mierda. Las guerras acaban".

Pepo Pérez dijo...

El efecto catártico de The Wire es precisamente sobre la injusticia estructural del sistema. Una válvula de escape para soltar algo de presión.

Pepo Pérez dijo...

"Lo de la legalización de las drogas es a día de hoy un debate cada día más caliente en Estados Unidos"

Si EEUU las legaliza, Europa le seguirá. A ver si es verdad.

"terminar la guerra contra las drogas nos ahorraría 44 mil millones de dólares anuales,"

Esa es otra (gracias por el enlace, Óscar), el dinero público que cuestan los recursos policiales y judiciales destinados a la "guerra contra la droga", que podrían gastarse en otros servicios públicos si el problema desapareciera. Si esas drogas ilegales fueran productos legales, el Estado ingresaría dinero en vez de gastárselo, vía impuestos, como hace con el tabaco, el alcohol, medicamentos, etc. ¡33 mil millones de $ en EEUU que podrían ganar con los impuestos de meter a las drogas en el mercado legal! Es una barbaridad. Claro que entonces sería dinero público que se repartiría entre todos al gastarse en servicios estatales (como se hace ahora con el dinero de los impuestos del tabaco, el alcohol, etc.). En lugar de los miles de millones que unos pocos -los que se benefician del negocio ilegal ahora mismo, traficantes y no traficantes- se embolsan ahora mismo.

SMUROV dijo...

Yo voy por el capítulo cuatro de la segunda temporada (se toman su tiempo para empezar)y pienso que lo peor es que aquí tengamos editadas dos temporadas nada más. ¿Qué esperan a sacar el resto? Supongo que la mayoría de la gente se la ha descargado...

Nadie nadie dijo...

qué cadena de comentarios más entretenida.

Sigo dudando de la comparación Watchmen/Wire, pero entiendo los argumentos expuestos y reconozco que me hacen pensar...

La comparación serie de TV= novela es muy vieja, pero parece que Simon y compañía son los primeros que le sacan partido a las posibilidades novelísticas con todas sus consecuencias. Cuando se presta atención a su estructura de temporada y a cómo montan cada episodio te das cuenta de lo diferente que es a todas las otras series, incluidas series muy buenas.
El cómic tiene las mismas posibilidades "novelísticas" que la ficción televisiva, porque permite hacer narraciones largas, otra cosa es que los autores les saquen todo el partido posible.
Si se cobrara lo mismo por hacer un cómic que por hacer una serie de televisión, se estaría produciendo unos cómics alucinantes en todas partes...
No quiero enrollarme, pero todos los comentarios me han dado mucho material para pensar. (y yo que venía a descargarme dibujos....)

Pepo, si estás con la temporada uno, te va a encantar la temporada tres y el tema de la legalización de las drogas.

Julian, en amazon uk están todas las temporadas muy baratitas. :)

David Intramuros dijo...

A riesgo de ser linchado, he de admitir que no fuí capaz de conectar con la serie, y de hecho la dejé por el 5º episodio.

Y precisamente lo que más me echó para atrás fue su "estilo novela". Se apoya demasiado en elemenos no visuales (los diálogos mandan), y su puesta en escena es tan funcional como el 90% de la televisión que se hace hoy en día.

Acabas exhausto al finalizar un capítulo, precisamente porque te obligan a procesar un volumen de información "de novela" a un ritmo preestablecido: no puedes pararte a pensar, a "repasar". No se, en mi no cuajó la cosa...

Pepo Pérez dijo...

Ja, ja, nadie te va a linchar por una cuestión de gusto. Yo creo que sí hay muchas soluciones puramente visuales y/o de puesta en escena, no todo es diálogo. Anoche vi un plano del sofá naranja completamente solitario para acabar el episodio 12...

Pepo Pérez dijo...

Otra escena larga completamente visual que recuerdo ahora es cuando McNulty y Bunk reconstruyen la escena del crimen de una de las novias de Barksdale. El diálogo de los dos policías se limita a repetir "fuck" una y otra vez. Todo lo que importa de esa escena es visual. No sé si la llegaste a ver o salía a partir del episodio 6...

Lepetomane! dijo...

La escena de "fuck" es uno de los mejores diálogos detectivescos que haya visto-oido-leido. He ahí a dos curritos, que no tienen la obligación "ficticia" de explicar sus pensamientos al espectador, sino que actuan como fontaneros. Profesionales detectives.

Cómo se plantea el tema de las drogas en The Wire es toda una lección a la moralina que suele haber respecto a este tema. En especial Stringer Bell, no se diferencia en nada a cualquier hombre de negocios. En efecto, Avon Barksdale es más peleón, más de barrio. Stringer es un tipo que actua para maximizar los beneficios de su negocio.
The Wire es la serie en la que, como decíamos, los yonkis son personas complejas. Los camellos de esquina que dan palizas son personas complejas. Los maderos, los más macarras como Bull, los más cerebrales como McNaulty, son personas complejas. Todos tienen momentos de una humanidad desmoronante. No se permite el lujazo de juzgar a nadie.

En efecto, en la tercera temporada se mete de lleno en el tema de la droga legal. Ya lo verás, porque te medio convencen.

"La comparación serie de TV= novela es muy vieja, pero parece que Simon y compañía son los primeros que le sacan partido a las posibilidades novelísticas con todas sus consecuencias."
Como fan de Yo Claudio no estoy de acuerdo con esto. Creo que ha habido grandes series, y que las sigue habiendo. Quizás el pulso, el contenido y la pura dinamita sociopolítica que es The Wire sea algo difícil de ver...¡o ya no! Ya tuvimos un bocado de eso con The Sopranos, y como ya he visto The Wire, ahora estoy enganchadísimo con Mad Men. Y en Mad Men observamos los otros sesenta, los sesenta que realmente ganaron la partida. Lejos de los hippies y de la contracultura, en las oficinas de Manhattan se diseñaba el mundo que conocemos, se focalizaba a los jóvenes como uno de los mercados principales, se instauraban los valores del capitalismo especulativo, se instrumentalizaban de forma comercial los hallazgos de la psicología... y los protagonistas de este cambio, menos coloristas que un Hendrix en Woodstock. Hombres obsesionados con el poder, educados en una cultura para la que fracasar es sinónimo de "no vivir", pero que desestiman el sacrificio como parte del triunfo. Para ver todo eso en primera fila ya os estáis enganchando a Mad Men.

Lepetomane! dijo...

Una cosa que me encanta de The Wire es que nos muestra un EEUU que no nos enseña nadie. Las diferencias entre uno de esos "projects" donde la gente tiene tres trabajos y no llega a pagar el alquiler, donde la gente sólo tiene la asistencia sanitaria que la caridad de algunos les puede ofrecer, donde la policía sólo entra en grupos numerosos, donde el crimen es prácticamente la única salida, donde ni se cuentan ni se dan importancia a los cadáveres... la verdad es que se diferencia muy poco de una villa de emergencia en Argentina o de una favela de Sao Paulo.
Hablando de la falta de fondos en el ayuntamiento ("Esto no es América, es Baltimore"), de las diferencias logísticas entre la policía y el FBI ( centrados en el terrorismo ), del tremendo paro entre las clases trabajadoras, pinta un retrato muy alejado de las mansiones unifamiliares que estamos acostumbrados a ver casi en cualquier ficción americana.

Lepetomane! dijo...

Por cierto, y ya lo dejo, para ver The Wire a la brasileña, recomiendo encarecidamente que veais "Tropa De Élite". Un poco más limitada, pero peliculón de no parar de tragar saliva.

Pepo Pérez dijo...

Pensaba hacerlo. Gracias!