domingo, 12 de julio de 2009

TODO EL MUNDO LO SABE.



EVERYBODY KNOWS (video subtitulado en español)
Leonard Cohen/Sharon Robinson
1988

---

UN SEÑOR VESTIDO DE MARISCAL.
"¿Por qué decimos "una representación teatral" y también "el representante de la comunidad autónoma extremeña", o incluso "la representación extremeña"? Porque en todos estos casos la verdad sólo puede conocerse mediante un juego, una ficción aceptada y pactada por todos. Una representación es una ficción que produce "realidad".

Aceptamos la ficción de que un señor perfectamente juicioso diga ser Hamlet, el cual sólo puede expresarse mediante un actor. Del mismo modo aceptamos la ficción de que un ciudadano perfectamente razonable afirme ser la "representación" de Extremadura, porque Extremadura sólo existe a través de un actor, encarnada por un actor, a quien todos dejamos ser Extremadura mientras nos convenga.

Las representaciones tienen ese durísimo corazón: sólo nos acercan a la verdad mientras mantengamos la ficción. Cuando la ficción nos aburre o nos perjudica, la abandonamos y entonces Hamlet deja de ser Hamlet y pasa a ser un actor originario de Cartagena. Y el representante de Extremadura, aquel que durante una temporada tuvo el honor de ser Extremadura, pasa a ser un don nadie. Pero alguien deberá entonces encargarse de representar a Extremadura, porque, si no, lo que se convierte en nada es la propia Extremadura. (...) Este mecanismo tiene una importantísima función en nuestras vidas, las cuales son, en más de un 90%, mera representación. Por ejemplo, no es que siempre seamos nosotros mismos (el que era yo hace treinta años me produce verdadero estupor y una antipatía enorme), sino que siempre representamos a la misma persona, al mismo personaje, el cual sólo subsiste en la ficción del Documento Nacional de Identidad ya que el Estado es el único propietario de nuestra representación. El Estado es el apoderado de todas las representaciones de sus súbditos.

Uno de los primeros en advertir tan sensacional artimaña fue Pascal, quen se asombraba de que algunas actividades no pudieran subsistir sin la representación, en tanto que otras actividades eran independientes de ella. Su asombro era enorme cuando contemplaba la administración de justicia, con sus jueces cubiertos de pelucas y ropajes, sus acusadores mordaces y sus defensores sentimentales moviéndose por un decorado de altísima carga teatral. Y es que en efecto, no podría haber administración de justicia sin representación.

(...) En los EEUU, donde se ha prescindido de buena parte de la representación, los juicios se llevan a cabo como un negocio: el acusado acepta una pena a cambio de declararse culpable y así todo el mundo se ahorra la representación. A eso lo llaman un deal, es decir, un "acuerdo". Ese acuerdo no es un acuerdo cualquiera: es el acuerdo de suspender la representación, el drama, y al mismo tiempo destruir el sistema judicial. (...) Pero Pascal añadía que otras actividades no precisan representación, y ponía como ejemplo la guerra, en la que, a su juicio, auqnue los soldados vayan disfrazados, no hay representación, pue gana siempre el más fuerte y no el que conduce mejor el drama. Se equivocaba. Tolstói, en Guerra y paz, describe muy acertadamente la destrucción de la Gran Armée de Napoleón, tras la retirada de Moscú, como un puro fenómeno de deal: los soldados se pusieron de acuerdo en dejar de creer. Y el ejército se volatilizó. Aparecía un buen hombre vestido de mariscal y trataba de dar órdenes gritando que él era un mariscal del Imperio, pero los soldados se lo quitaban de encima a codazos y le llamaban "payaso" o cosas peores. Ya no había mariscales, sólo había gente disfrazada de mariscal. Una realidad (simbólica) era sustituida por otra no menos real".
--Félix de Azúa

No hay comentarios: