El argumento de este tebeo, resumiendo con cuatro brochazos, recorre las aventuras de Flex Mentallo a través de una ciudad nocturna construida en lo que parecen ser «los escombros de recuerdos medio olvidados del comic book» mientras busca a un compañero perdido, The Fact, reaparecido ahora. En esa búsqueda se enfrenta a una célula terrorista inusual, Faculty X (Morrison elige el término acuñado por Colin Wilson, facultad X, para referirse al potencial oculto de la mente humana), que va por la ciudad poniendo bombas de cartoon que no explotan porque su misión es otra, sembrar la confusión: son bombas «no para destruir objetos sino certezas». The Fact es un superhéroe que, como el propio Mentallo, había salido de las viñetas de un cómic infantil para hacerse real, un cómic casero dibujado de niño por el verdadero héroe de la historia, Wally Sage, el "auténtico creador" por tanto de Flex Mentallo. Sage es, naturalmente, un sosias de Grant Morrison, que de adulto se ha convertido –en las paginas de este tebeo, quiero decir– en una estrella del rock y ahora está intentando suicidarse con una sobredosis de paracetamol, o eso cree él, mientras va contando todo lo que sabe a una línea telefónica de samaritanos, o eso cree él de nuevo. Las aventuras de Mentallo, de hecho, pueden interpretarse como las alucinaciones que tiene Sage durante su supuesta agonía, esto es, Sage como narrador-demiurgo dentro de la narración, y Morrison como supranarrador del narrador en un juego metatextual de muñecas rusas que, como en las tierras infinitas de DC (o del universo según Morrison), podríamos entender interminable. Si el mundo de ficción del cómic es real dentro de sus páginas, el mundo en el que habitamos nosotros puede ser también el producto de ficción de un supramundo invisible, etcétera.
Pero hay aún otro plano de la historia, un universo platónico de superhéroes (un multiverso o "poliverso", como se le llama aquí) que ha sido devorado por una entidad cósmica llamada The Absolute. Para sobrevivir a semejante armagedón, un grupo de superhéroes supervivientes llamado La Liga de Legiones idearon un plan desesperado, como se revela en el último capítulo: crear un nuevo universo al que poder escapar huyendo de esa Nada cósmica que lo devoraba todo a su paso. El nuevo universo creado por los superhéroes es de ficción –porque ellos eran reales–, y se trata efectivamente de nuestro propio universo.
«La continuidad serial, que es diacrónica (se desarrolla a lo largo del tiempo), y la continuidad jerárquica, que es sincrónica (el estado de los asuntos es un momento dado), se combinan para producir la continuidad estructural, que es, en resumen, todo el contenido de los universos DC o Marvel. Sin embargo, la continuidad estructural incluye algo más que la suma total de todas las historias y las interacciones canónicas entre superhéroes, villanos y los personajes secundarios. La continuidad estructural también incluye aquellos elementos del mundo real que se contienen dentro del universo ficticio de los superhéroes, y (para los verdaderamente entregados) las acciones que no aparecen en ningún texto específico, pero que son implicadas inevitablemente por la continuidad. […] Si los superhéroes van a ser reclamados para considerarse los portadores de una “mitología moderna”, comparable en algunos sentidos a los panteones de la mitología griega, nórdica o de los nativos americanos, entonces esta continuidad extra-textual es una clave esencial para el modo en que la mitología de los comic books se articula en la mente del lector. El fan ideal es capaz de prever un metatexto ideal de DC o Marvel: una suma de todos los textos existentes más todos los huecos que esos textos han dejado sin especificar» (las cursivas son mías).Tal vez la principal originalidad de la revisión posmoderna de Morrison en FLEX MENTALLO está en ir más allá de los detalles, que es un poco el nivel en el que se quedaron guionistas como Kurt Busiek, obsesionados con "revelar" qué pasó entre determinados episodios o incluso escenas concretas de lo "ya dicho" en los tebeos de superhéroes clásicos: Spiderman, Vengadores, etc., en definitiva, "rellenar los huecos" a un nivel literal (el nombre de aquella colección de Spiderman ambientada en la época "clásica" del personaje escrita por Busiek era bien elocuente, LAS HISTORIAS JAMÁS CONTADAS DE SPIDERMAN, serie que por cierto es casi coetánea de FLEX MENTALLO, septiembre 1995-octubre 1997). Morrison prefiere "rellenar los huecos" de la continuidad clásica a un nivel más global, trascendiendo los detalles concretos –incluso los superhéroes existentes; él prefiere inventar sus propias versiones, ecos personales de los superhéroes clásicos: Lord Limbo y la Legión de Legiones, el propio Flex Mentallo, etc.– y preguntarse qué son los universos ficticios del comic book de superhéroes desde un punto de vista estructural, de qué está hecha esa continuidad y cómo se relaciona con nuestro mundo.
La respuesta que nos ofrece en FLEX MENTALLO ya se ha dicho arriba, y es justo eso lo que significa para Morrison hacer superhéroes «realistas». Los superhéroes eran reales en su propio universo hasta que vinieron al nuestro, que es el ficticio, convirtiéndose desde entonces en el espíritu heroico que llevamos dentro, sublimándose en arquetipos del inconsciente colectivo y empujándonos –igual que hace Lord Limbo con el álter ego de Morrison en FLEX MENTALLO– a "recordar" la verdad olvidada para así volverles reales de nuevo en nuestro propio universo (lo que "salió mal" en el tránsito desde su mundo al nuestro es que quedaron atrapados en el nivel cuántico de nuestra realidad). Es así como Lord Limbo le muestra finalmente a Wallace Sage el "sitio de donde proceden las ideas", el lugar secreto donde le cogía de la mano cuando era un niño, y le impulsa a recordar la palabra mágica que dispara el "dispositivo hipnótico" que traerá finalmente de vuelta a los superhéroes (de nuevo, el poder mágico de las palabras en el que creen magos del caos como Morrison o Alan Moore). Llevando más lejos la idea al final de la obra, resulta que en el nivel de las partículas elementales cuánticas (la "cuantaesfera") estaríamos hechos no de polvo de estrellas, sino de "polvo de superhéroes": ellos, los superdioses, habitan en nosotros. O más exactamente, constituyen la materia misma de lo que somos.
«En Flex Mentallo quería responder la pregunta que siempre le hacen a los escritores: '¿De dónde sacas tus ideas?'», escribe Morrison en Supergods. «A mí siempre me había parecido obvio: miro dentro de mi cabeza y ahí están. Flex era un intento de exponer ese proceso en la página. Ésta era mi oportunidad de mostrar qué quería decir cuando hablaba de superhéroes realistas». FLEX MENTALLO «mostraba también la influencia de mis experiencias ocultistas, e intentaba resolverlas en el contexto de la ficción de superhéroes, usando los símbolos, arquetipos y personajes que habían formado mi imaginación para construir una especia de alternativa superheroica a la religión». Si nos atenemos a las declaraciones de Morrison (y confieso que en ocasiones me parece un farsante que se lo ha inventado todo para construir su "personaje" de guionista, en una aplicación práctica de los postulados de la magia del caos: puedes ser aquello que desees ser, basta imaginarlo y llevarlo a la realidad, toda nuestra realidad procede de ideas previas, etc.), su creencia en que los superhéroes del universo bidimensional de papel y tinta se volverán reales no es metafórica sino literal. En 2004 declaraba a la revista Arthur:
«Me imaginé incluso que dentro de 50 años probablemente tendremos unos cuantos superhumanos en el planeta. Hay algo en la idea del superhombre que está empujando cada vez más cerca de la realidad, hacia la vida real del mundo cotidiano material que podemos tocar. Los superpersonajes comenzaron en los pulps y luego se abrieron camino a través de los tebeos, y siguieron moviéndose hacia más y más medios de comunicación. Ahora están en todas partes, y se han convertido en moneda común de la cultura. Yo dije tiempo atrás, casi bromeando, que pensaba que la supergente realmente estaba tratando muy en serio de abrirse camino fuera de la piel de la segunda dimensión para entrar aquí. Quieren estar aquí con nosotros. Están colonizando las mentes de la gente, y ahora están colonizando el cine, así que el siguiente paso consiste en trepar fuera de la pantalla hacia la calle. Creo que lo que estamos empezando a ver, con cosas como este chico raro [un niño alemán superfuerte], y los experimentos que se están llevando a cabo con animales, los experimentos con cyborgs y la manipulación genética que hoy es posible, es que muy pronto va a haber superpersonas. Podrás seleccionarlos: "Quiero que mi hijo tenga poderes eléctricos." Ese tipo de cosas».Acudiendo de nuevo a Supergods, Morrison confiesa que FLEX MENTALLO, como LOS INVISIBLES, fue un producto directo de su experiencia gnóstica de Katmandú, experiencia que relata con bastante detalle en el libro: su visión de la verdadera dimensión (dimensiones) del universo y de la simultaneidad del tiempo, los "ángeles de cromo" que se la mostraron y su capacidad para ver el mundo desde una perspectiva bien diferente («pronto descubrí que había sido enviado de vuelta a la Tierra con mi propio superpoder. Ahora era capaz de "ver" en una perspectiva de 5 dimensiones», una en la que cada objeto se proyecta hacia sus orígenes remotos, etc.). Después de su experiencia, escribe Morrison, «me sentí estrellado contra el repentino peso de mi carne sobre la cama, el chirrido de la respiración dando vueltas como sonidos que retornaban, y la habitación como un rompecabezas que apareciera de la nada, como un kit ensamblado por mis ojos abiertos. El sentido de pérdida, la caída del cielo, fue desgarradora, pero también era mi historia de origen... mi iniciación personal en el cuerpo cósmico, el ejército de luz».
Portada del número 4 de FLEX MENTALLO (1996), por Frank Quitely |
Un par de páginas antes ha escrito: «Al día siguiente, [mi amigo] Ulrich y yo volamos a casa vía Frankfurt, donde me encerré en una habitación del hotel del aeropuerto para rellenar docenas de página de diario con mis intentos de describir lo que me había sucedido en Nepal. Aunque no sirviera para otra cosa, me había proporcionado suficientes ideas para tebeos como para mantenerme trabajando durante los siguientes cincuenta años».
No dudo de que el viaje de Morrison, fuese real, imaginado, soñado o psicodélico, le proporcionó nuevas ideas para sus tebeos desde entonces, sólo basta leerlos. Lo que sí me parece cierto sin ningún género de dudas es que "el sitio de donde saca las ideas", sus principales ideas como guionista, no está en Katmandú. Los conceptos básicos de sus historias, desarrollados ya desde su etapa en ANIMAL MAN y por supuesto en este FLEX MENTALLO, LOS INVISIBLES y todo lo que vino después, salieron de los propios comic books de superhéroes. Concretamente, de tebeos de la Edad de Oro, de Plata y Bronce, como veremos en la siguiente parte de esta historia interminable.
(continuará)
11 comentarios:
Pe-da-zo de post, Pepo!
Grande! Me pregunto si la inspiración de Morrison le viene por hacer el yogi en Katmandú o por el LSD. Las conclusiones a las que llega en su obra (sobre todo en Flex Mentallo y Los Invisibles) son muy similares a las de Timothy Leary. Estoy deseando leer la continuación de tu post. Casualmente esta semana que viene saco un textillo sobre La Patrulla-X de Morrison (mucho más modesto, eso sí) en Factor Crítico. Un abrazote! Roberto
Gracias por los comentarios!
Morrison dice que en Katmandú ese día no había tomado LSD, que sólo había fumado un poco de hachís, pero a saber. A saber si se lo ha inventado todo (deliberadamente) y ha creado su propio "relato" combinando ideas de unos y otros, que es otra posibilidad nada descartable. Aunque eso no importa mucho si él las cree, o, sobre todo, si las hace creer a sus lectores.
Como él mismo repite una y otra vez en SUPERGODS, las cosas no tienen que ser reales para ser verdad. O viceversa.
Roberto, avisa de ese post cuando lo publiques...
Es obvio que Morrison sufrió una experiencia psicológica importante en Katmandú, sea lo que fuere: sólo hace falta ver sus obras posteriores. Salvo algunos trabajos, en general creo que ha escrito cosas que antes de los Invisibles no podría haber escrito. Sí, los temas ya los tenía, pero los desarrolla a una complejidad y riqueza textual antes impensable. All-Star, sus Seven Soldiers, Seaguy, el Asco...
Pero es que además si participas de sus ideas mágicas no sólo enriquece por mil todos sus tebeos (por lo menos los posteriores a los Invisibles), es que enriquece también a otros. Leer Naruto con las gafas morrisonianas puestas (o con las del Moore de Promethea) es una gozada, es una locura de arquetipos y subtexto esotérico increíble. O Los Soprano, cambiando de medio. En general toda obra donde se nota una alta inversión psicológica por parte del creador gana muchísimo respecto de quien escribe desde una instancia externalizada...
Yo sé que lo que vivió Morrison fue real.
Un invento no cambia tu vison del mundo y tu forma de vivir. Y la vision del mundo que nos realta Morrison es completamente sincera. Para creer en algo asi, es necesario haberlo experimentado.
Morrison escribe los comics mas realistas del mercado, lastima que casi nadie se da cuenta, acustumbrados a creer que tal o cual trauma de la psique o desgracia mundana sí son la realidad, cuando son estas ulitmas las que no existen, las que son solo estados en la mente, y la realida permanece ahí, mas allá de lo que podemos ver. Por suerte algunos, como Morrison, pudieron hecharle una mirada, y nos cuentan como es.
Saludos
Me olvide felicitarte.
Es un post excelente, en serio.
Saludos
Simon, si andas por ahí, fijate la reseña del Frank de Jim Woodring que hizo Tio Berni en Entrecomics.
Por una de esas sincronias, esta relacionado con esto de Morrison.
Y se que estos temas te encantan como a mi.
Saludos
Jeremías: me lo acabas de vender :P Me sonaba el tebeo de Woodring, pero no lo tenía demasiado situado. Ahora ya sí, gracias.
Hey Pepo, he colgado hace unos días ese post sobre Morrison:
http://www.factorcritico.es/2012/05/mutantes-y-sociedad-la-patrulla-x-de-grant-morrison/
Abrazos!
Qué barbaridad de texto Pepo, enhorabuena, ¡Y me queda el 3.0!!!
A mí Flex, por aportar algo, me ha parecido unpunto de encuentro de los Morrison que conozco: el,posmoderno de Animal Man y la Doom, el que seminspira en la Golden y la Silver, y el que se inscribe en Lo Invisible, claro.
Me fascina por hermético e irregular que lo vea también.
Y luegomesá Quitely, que empiezo a considere seriamente el mejor dibujeromde superhéroes en décadas.
Lo dicho,comantarios-minucia ante este texto que se sale por los costados de la pantalla, de Grande. Admiración pura, bravo.
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