viernes, 6 de abril de 2012

LA ESTACIÓN DE LOS AMORES

«Olga le amaba, se repitió con una tristeza creciente al mismo tiempo que comprencía que ya nunca habría nada entre ellos, que nunca podría haber nada entre ellos, la vida te ofrece una oportunidad a veces, se dijo, pero cuando eres demasiado cobarde o indeciso para aprovecharla, la vida recoge sus cartas, hay un momento para hacer las cosas y para abrazar una felicidad posible, ese momento dura algunos días, a veces unas semanas e incluso unos meses, pero sólo se presenta una única vez, y si quieres rectificar más tarde es simplemente imposible, ya no queda sitio para la esperanza, la creencia y la fe, subsiste una resignación suave, una piedad recíproca y entristecida, la sensación inútil y justa de que podría haber ocurrido algo, de que sencillamente uno se ha mostrado indigno del don que le acaban de hacer».
Michel Houellebecq, EL MAPA Y EL TERRITORIO, traducción de Jaime Zulaika (Anagrama, 2011, p. 220).

O, como diría Battiato,
los horizontes perdidos no regresan jamás.


4 comentarios:

Mikel dijo...

Qué grande Battiato! Y el libro está en mi montón de "para leer"!

Pepo Pérez dijo...

espero que te guste. A mí a ratos, no siempre.

Santiago García dijo...

No sé cómo será el resto del libro, pero debo reconocer que el extracto que has colgado aquí me ha parecido basurita romántica de novela rosa de toda la vida. Banalidad posmordena en su sustancia y forma mas lamentable, vaya. Igual es que me falta contexto.

Pepo Pérez dijo...

a mí me hace gracia por eso. Por eso, y por la posibilidad activa de contradecir (ya sea de pensamiento o de acción) lo que dice en ese párrafo. La posibilidad... de una isla. Más allá de la posmodernidad, ja.