"Así que si leía que alguien decía categóricamente que un cómic tiene que tener más de una imagen o no es un cómic... No te lo puedes imaginar. Eso era algo grave. 'Malditos definidores -decía-, que les den por culo a todos'. Se reservaba el derecho a dibujar un cómic con un solo dibujo si le apetecía. Como si alguien fuera a impedírselo. [...] O decía que iba a hacer que su 'novela gráfica' fuera sólo un montón de texto con un par de ilustraciones, como si hubiera una policía de la novela gráfica que fuera a ponerle una multa por una infracción imaginaria.Esto aparece en la pábina 21 de EL DESTINO DEL ARTISTA, de Eddie Campbell, que acaba de publicarse en España (Astiberri). Aparece en bocadillos dichos por Hayley Campbell, la hija del dibujante, en páginas donde es "entrevistada" acerca de su padre. La representación de la supuesta entrevista no se hace con dibujos, sino con fotos de Hayley: una fotonovela. La realidad entra en el cuadro, digo en el cómic. ¿O no es esto un cómic? Buena pregunta, porque EL DESTINO DEL ARTISTA parece hecho expresamente para poner en práctica la declaración de Campbell que he copiado arriba. En otras palabras, parece hecho para desafiar continuamente al lector sobre qué concepto convencional tiene del cómic, qué se puede hacer en un cómic y hasta dónde se puede llegar en él. Campbell hace aquí casi de todo, y casi nada puede verse en los cómics tradicionales. Entre páginas de historieta dibujada aparecen "insertos" de todo tipo: texto corrido con fuente tipográfica (como en una novela, vaya) y pequeñas ilustraciones ("anomalías tipográficas"), fotonovela ocasional, pequeños collages fotográficos para las capitulares, tiras que imitan a los "funnies" de la prensa antigua (nuevamente, Campbell REIVINDICA el pasado del cómic, como no ha dejado de hacerlo a lo largo de toda su carrera, ya en sus propios tebeos -Campbell, aparte de haber realizado FROM HELL junto a Alan Moore, tiene tras de sí una larga trayectoria como autor completo-, ya desde su blog)... y mucho más.
'Son sólo historias ilustradas -decía-. Y una ilustración es sólo una anomalía tipográfica'. Detestaba que se intentara categorizar todo".
Un repertorio de recursos que parecen estar ahí para retar al lector a pensar qué es un cómic... o qué podría ser. Porque a mi juicio por ahí van los tiros, desafiar las definiciones más o menos establecidas o aceptadas de qué es un cómic. Como si un arte pudiera definirse o categorizarse con arreglo a generalidades. Como si una pintura renacentista tuviera mucho que ver o participase de un mismo "lenguaje general" con el Desnudo bajando una escalera de Duchamp, aun siendo pintura en ambos casos.
Lo cual me lleva a otro asunto crucial aquí. Ya sé que hay gente que piensa que la novela gráfica reciente es "lo mismo" que el cómic tradicional, sólo que "en más gordo" o en un formato "más lujoso", también se ha dicho en los comentarios de este mismo blog de manera más o menos explícita. Yo no lo creo. Hay, por supuesto, cómics más convencionales que otros dentro del movimiento de la novela gráfica reciente (tal como así ha sido apodado por una entidad más grande y poderosa que todos nosotros, el medio y la sociedad en general; podemos llamarlo "nuevo cómic" si a alguien no le gusta el dichoso término de novela gráfica, lo que pasa es que a mí me gusta entenderme rápidamente con la gente). Pero también hay bastantes cómics dentro de ese movimiento que no se parecen demasiado a los tebeos tradicionales, por mucho que puedan tener sus raíces firmemente ancladas en ellos. EL DESTINO DEL ARTISTA es, claramente, uno de ellos, aunque hay muchos más ejemplos (el ACME de Ware, los cómics de Dash Shaw, el reciente ASTERIOS POLYP de Mazzucchelli, sólo por citar tres). Ya lo pensé cuando EL DESTINO DEL ARTISTA salió hace cuatro años en inglés y llegó a casa mi copia, que aquello "no parecía un cómic", al menos a los cómics que conocíamos hasta ahora, claro. Y el pensamiento se mantiene hoy. No es ya sólo por los recursos formales que despliega Campbell (todos esos insertos ajenos al mundo del cómic, los textos tipográficos sin ningún dibujo, las fotografías, las digresiones ensayísticas sobre música clásica o historia del arte con texto ilustrado, incluso el propio diseño de las páginas), es por todo el conjunto: la voz narrativa, el tono, aquello que se quiere contar. Que por cierto se trata de una crisis personal y creativa, es decir, se trata de autobiografía, a veces disfrazada con formas de género; ahí están esas tiras "decimonónicas" para representar las "escenas de un matrimonio" entre dos sosias de Campbell y su mujer.
Dejando ese tema, EL DESTINO DEL ARTISTA es una alegría como lectura, es entretenidísimo y contiene escenas memorables, de ésas que uno recuerda a lo largo de los días. Por ejemplo, cuando la mujer de Campbell le golpea con un vaso en la cabeza durante el curso de una discusión doméstica (por cierto que si hubiera sido al revés, él golpeándole a ella, me imagino que la escena sería impublicable bajo riesgo de ser denunciado a la policía... y no a "la de la novela gráfica"), con el resultado de varios puntos de sutura en el hospital. La escena tiene mucha gracia por la forma en que está contada, incluyendo interrupción para mostrar al lector la "puesta en escena" y recordarnos que lo que estamos leyendo no es la realidad, sino una ficción que la reconstruye... supuestamente. Al final del libro, Campbell aborda directamente la causa de su crisis creativa después de haberla vadeado con la destreza e ingenio de los mejores escritores durante todas las páginas anteriores. Y la aborda "por relato interpuesto", recurriendo en una idea genial a la ficción pura para expresar su propia crisis con la autobiografía: adapta al cómic un cuento breve de O. Henry, LAS CONFESIONES DE UN HUMORISTA, donde "el papel principal es interpretado por el Sr. Eddie Campbell". Todo esto después de que, en las páginas precedentes, el propio papel de Cambpell en su vida cotidiana haya sido "interpretado por un actor".
Una última cosa que me parece importante aclarar. Con la afirmación que hice antes de que EL DESTINO DEL ARTISTA no se parece a los cómics tradicionales (aunque Campbell los homenajee constantemente en sus páginas) no estoy diciendo que por ello sea mejor o peor. Sólo digo lo que me parece obvio: que esto es un cómic diferente al que conocíamos hasta ahora. Y lo es de manera deliberada porque Campbell intenta, como lleva haciendo toda su carrera, avanzar por caminos no transitados. Descubrir cómo será el cómic del futuro. O del presente, dicho sin florituras retóricas. Porque sólo podemos vivir la vida, trabajar o crear, en presente.
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Más: comentarios y reseñas de EL DESTINO DEL ARTISTA en
-La cárcel de papel
-Mandorla
-The Watcher and the Tower
11 comentarios:
la niña es guapérrima!
A mí la que me hubiera gustado ver es la madre. Pero no hay una solo foto de ella en el cómic (la busqué intensamente), sólo dibujos.
Los Campbell y los Moore, de propina:
http://3.bp.blogspot.com/_PeV5Fgv9e7A/SwBq8HewSXI/AAAAAAAAFzg/IK65qgJj9no/s1600-h/alan.jpg
pues ha salío al padre, parese
Se puede desafiar siempre, claro! pero habría que llevar a la hoguera al editor que saca cosas tipo 'Los Juncos'!
Juer... es que ni las escenas cochinas de Sandra Uve me molan...
Creo que el comentario anteriro queda mejor así...
Se puede desafiar sin DESAFINAR!!! (y eso está pasando demasiado en los últimos tiempos)
A mí tampoco me gusta Los Juncos, por muy "novela gráfica" que sea, ya digo que no es sinónimo de tebeo maravilloso.
Pero, Samu, por darle la vuelta a tu razonamiento y provocar la reflexión (espero), esa queja de "está pasando demasiado en los últimos tiempos" también se podría hacer a, por ejemplo, el material de género tradicional. ¿O es que en los superhéroes de los últimos tiempos no sucede eso, y todo es material de calidad de putísima madre? ¿O no hay morralla ahí para parar un tren? A mí, con lo que me han gustado de siempre los superhéroes, no encuentro casi nada que me guste últimamente (ya he pedido los dos tomos del Batman & Robin, por cierto, a ver qué tal).
Sin embargo, esa queja que tú expresas sólo la veo hacia la NG. Son detalles significativos, creo yo. ¿Significativos de qué? Que cada uno lo piense con tranquilidad en la intimidad de su hogar... : )
¡¡Anda que no nos quejamos los lectores de material mainstream del inmovilismo y bajo rasero de alguno de sus productos!!
Por suerte, como en casa entra todo y de todo, pues me considero un lector 'al que no se las dan con queso'
¿Puedo apuntar que también el mundo del cómic, como producto, este tiene un tipo de consumidor para cada género?
Y creo que es justo decir que de un tiempo a esta parte se ha 'casualizado' un género en el que se muchos editores españoles han bajado muchísimo el listón con tal de contentar a un nicho de mercado que es volátil, móvil y que mañana no va a estar ahí.
¡¡Que se hagan buenos tebeos, con una o cientos de viñetas por página!!
¡¡que se desafíe!
¡¡PERO SIN DESAFINAR!!
:)
PD. No tengo nada contra Sandra Uve, pero su curro como dibujante desafía todos los límites del 'desafío formal' pasñandose tres pueblos (pro la culpa no la tienen ella, sino el editor)
Y sus escenas que ha dirigido no me molan mucho.
salvo eso, debe ser una tía majeta, (o no)
"y recordarnos que lo que estamos leyendo no es la realidad, sino una ficción que la reconstruye... supuestamente"
Me recuerda a las primeras páginas de Brooklin Dreams... Me gusta esa actitud y me parece un contrapunto necesario a la oleada de cómics que dicen contar "la verdad" de esto y de aquello. La ficción e incluso la ficción de género puede ser más real que la realidad misma, si es que eso significa algo.
Ya estoy deseando hacerme con uno.
"¡¡Anda que no nos quejamos los lectores de material mainstream del inmovilismo y bajo rasero de alguno de sus productos!!"
Vale, te doy la razón porque la tienes, Samu.
Dani, hay otras historietas que tratan el tema de la autobiografía como ficción expresamente, a lo mejor ya las has leído. La más antigua que yo conozco es THE MANY FACES OF R. CRUMB, una historieta de Crumb de 1972 (aprox., hablo de memoria) donde primero se presentaba a él dibujando en su mesa de dibujo, y a partir de ahí se dibujaba de viñeta en viñeta como 20 personajes contradictorios (todos con su careto). Clowes hizo otra apoteósica del mismo palo en JUST ANOTHER DAY (juraría que ésta es de 1991 o por ahí) donde la historieta iba del mismo tema que te gusta, o sea, de cómo el autobiográfo hace necesariamente ficción para autobiografiarse. Clowes llevaba más allá el recurso de Crumb, pero también se dibujaba a sí mismo con diferentes personalidades, mostraba la representación con un "actor" que hacía de él mientras le rodaban en un decorado, etc. Y luego, para terminar, está Beto Hernandez con su MY LOVE BOOK (1994), que explora el mismo tema de la representación del propio autor.
Por cierto que Santiago, en LA NOVELA GRÁFICA, dedica algo de espacio a analizar el asunto, mira -hablo de memoria- en el capítulo de los alternativos y en un epígrafe sobre la autobiografía, yo creo que el texto que te comento debe estar más o menos al lado de una página de Clowes que se reproduce (y juraría que es una página de esa historieta en concreto, JUST ANOTHER DAY). Estoy en el curro así que hablo todo de memoria...
Muchisimaas gracias, Pepo. Me apunto los títulos (no los conocía) y repaso el texto de Santiago. Recuerdo que trataba el tema pero no recuerdo muy bien cual era su discurso.
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