lunes, 15 de febrero de 2010

VENTAS NORTEAMERICANAS

Los comic books o tebeos de grapa más populares de los años cuarenta, los de Superman y el Capitán Marvel, vendían millones de ejemplares al mes durante la convenientemente denominada luego Golden Age, Edad de Oro, antes de la llegada masiva de la televisión en los cincuenta, donde uno de los primeros éxitos televisivos fue precisamente la serie ADVENTURES OF SUPERMAN (1952-58). A principios de esta década, no obstante, un comic book tan comercial como alguno de los títulos de terror que publicaba EC Comics tenía una tirada media de unos 400.000 ejemplares al mes. En la década siguiente, el año de la “batmanía” provocada por la serie de TV de la cadena ABC, 1966, fue la cima comercial de la industria del comic book en todos los sesenta (la Silver Age), con treinta millones de tebeos impresos en total; las ventas de BATMAN (el tebeo) se doblaron alcanzando un récord de casi 900.000 copias mensuales. A finales de los sesenta, las series de superhéroes Marvel vendían alrededor de 400.000 copias, doblando las cifras medias de la mayor parte de títulos de DC, hasta entonces la principal editora de superhéroes.

Portada de la revista LIFE, marzo de 1966

En 1970, el comic book más vendido no era de superhéroes, era ARCHIE COMICS (515.000 copias mensuales), una soap opera de adolescentes que editaba la compañía del mismo nombre y que durante muchos años fue líder del mercado del comic book, seguido muy de cerca por SUPERMAN (DC, 512.000 copias mensuales) y por el título más popular entonces de Marvel, THE AMAZING SPIDER-MAN (373.000 copias al mes). En la segunda mitad de la década, el impacto de las adaptaciones al cine (el SUPERMAN de Richard Donner, 1978) y la televisión (THE INCREDIBLE HULK, 1978-1982, imagen de abajo, y otras series) se notó en algunos títulos, por ejemplo, en HULK, que aumentó un 35% en 1979 hasta las 275.000 copias mensuales vendidas para luego caer en la segunda mitad de 1982 hacia las 190.000. A finales de los setenta, las cifras medias de ventas de DC y Marvel habían descendido notablemente y comenzaban a resultar más lucrativos los negocios relacionados con los personajes de cómic (juguetes y similares) que los tebeos mismos, o bien las adaptaciones al cómic de películas como STAR WARS (1977, George Lucas), que generó una serie de Marvel que obtuvo buenas ventas durante años.

En los años ochenta, las ventas remontaron gracias a varios fenómenos. Por un lado, el asentamiento y pujanza de las "ventas directas”, un sistema de distribución a librerías especializadas implantado desde 1973 por el distribuidor Phil Seuling aprovechando el circuito floreciente de librerías de tebeos de segunda mano a las que se suministraron las novedades editoriales en firme, sin posibilidad de devolución, a cambio de obtener descuentos. El sistema fue adoptado pronto por las grandes compañías del comic book, primero DC y luego Marvel, para afrontar el estancamiento de las ventas en quioscos y las devoluciones cada vez mayores (los paquetes se devolvían muchas veces sin abrir porque el margen de beneficio ya no le interesaba al quiosquero); en 1982 las direct sales constituían la mitad de las ventas totales de Marvel y subiendo. Por otro, el aumento paulatino de la edad media de los lectores desde los setenta, antiguos chavales ahora jóvenes adultos e incluso de treinta y pocos años (se puede comprobar en el correo de lectores de algunos comic books de los primeros ochenta) que seguían las series no tanto por los personajes sino en función de los autores que las realizaban (fan favorites),
y el tirón comercial de los nuevos formatos (Graphic Novel, Prestige). A ello se sumó la publicación de dos hitos del género de superhéroes que fueron verdaderos superventas, BATMAN: THE DARK KNIGHT RETURNS, de Frank Miller (1986, publicado precisamente en el novedoso formato Prestige, cuatro tomos de 48 páginas y tapas cosidas luego recopilados en un solo libro), y WATCHMEN, de Alan Moore y Dave Gibbons (1986-87, doce comic books de grapa recopilados más tarde en un libro), ambos editados por DC, que con éstos y otros títulos se acercó en ventas a la líder en el mercado, Marvel. A comienzos de 1986, la serie regular de Batman vendía unas 90.000 copias mensuales; al año siguiente ya eran 190.000, una popularidad que culminó con la película de Tim Burton de 1989 (abajo), el apogeo de la segunda batmanía.


1986-87 fueron años cruciales no sólo por las ventas y el prestigio cultural que obtuvieron THE DARK KNIGHT RETURNS y WATCHMEN, también por los que consiguió la recopilación en novela gráfica del MAUS I de Art Spiegelman (publicado en 1986 por la editorial literaria Pantheon Books), previamente serializado en cuadernillos de grapa tipo comic book insertos en la revista de cómic de vanguardia que co-dirigía Spiegelman junto a Françoise Mouly desde 1980, RAW, revista que por cierto debido a su formato atípico se vendía en librerías generales en las mismas estanterías que las revistas de arte. Los tres cómics captaron una amplia atención de los medios generales y fueron distribuidos en formato novela gráfica en librerías igualmente generales.

Tras el boom de ventas especulativas de los 90 (“inversores” que compraban decenas de un mismo título, sobre todo primeros números de series realizadas por hot artists, pensando en especular con ellos en el mercado de segunda mano), vino el crack. Desde la segunda mitad de los 90 y toda la década de los 2000s el descenso de ventas de comic books parece imparable. La penetración del manga japonés en Estados Unidos ha sido por otra parte triunfal, con un aumento de ventas del 300% entre 2000 y 2002 (en el mismo periodo, las ventas de comic books y cómic no mangas sólo aumentaron un 8%), mangas que han conquistado el público infantil y adolescente, antaño el propio de los superhéroes.

En 2009 se dio el fenómeno de que por primera vez en la historia ningún comic book o tebeo de grapa superó los 100.000 ejemplares mensuales de circulación. Hoy la mayoría de títulos editados en ese mercado se mueven en una franja entre los 6.000 y 30.000 ejemplares, cifras insólitas para una industria otrora de masas. En diciembre de 2009, THE AMAZING SPIDER-MAN nº 616 vendió 58.856 ejemplares en el mercado directo de las librerías especializadas (en 1970, recordemos, AMAZING vendía unos 373.000 ejemplares), y el comic book más solicitado ese mismo mes de 2009, el crossover de DC BLACKEST NIGHT, apenas sobrepasó los 100.000 ejemplares, exactamente 100.651 (en 1970 el tebeo de superhéroes más vendido, SUPERMAN, llegaba a las 512.000 copias mensuales). El segundo tebeo de grapa más distribuido en diciembre de 2009, GREEN LANTERN, alcanzó 97.285 copias ( fuente; gracias, Jose). Estas cifras, además, no son de ventas reales sino de copias surtidas a librerías especializadas, porque el mercado de venta directa no permite la devolución.

Entretanto, echemos un vistazo a los cómics vendidos en el mercado de librerías generales norteamericanas, circuito donde se ha implantado el formato novela gráfica, o sea, libros, cuyos autores se han "liberado" de este modo del circuito de comic books de las librerías especializadas, copado desde su desarrollo durante los setenta por los tebeos de superhéroes, un mercado especializado en el que los autores entonces "alternativos" sobrevivían marginalmente. Libros cuyos precios de venta son por lo general sensiblemente superiores al de los comic books o tebeos de grapa, y que por tanto dejan más margen de beneficio por ejemplar vendido. Veo en La cárcel de papel que las cifras de ventas de BookScan de 2009 (que sí son ventas reales y no incluyen a librerías especializadas o "mercado directo") ofrecen como cómic más vendido a WATCHMEN (424.814 copias vendidas) el mismo año del estreno de la adaptación al cine de Zack Snyder, siendo el tercero el GÉNESIS de Crumb (68.442 copias, una cifra muy llamativa teniendo en cuenta que se publicó en octubre de 2009), seguido por BONE: CROWN OF HORNS, de Jeff Smith (65.235 copias) y el manga NARUTO vol. 43, de Masashi Kishimoto (61.144 copias), una serie cuyos volúmenes 41, 44 y 45 copan los siguientes puestos de ventas hasta el décimo (53.392 copias vendidas del volumen 41, 52.411 del volumen 44 y 49.382 del volumen 45), lo que la convierte claramente en la serie más vendida en este mercado a pesar del descenso de ventas del manga en el año de la crisis mundial.

Dice Álvaro Pons, al hilo del estudio de Brian Hibbs que enlaza, que

"Por lo demás, importante contracción de las ventas, de alrededor del 8%, y un mercado donde el top de ventas está claramente dominado por el manga y, específicamente, el fenómeno Naruto. De los 750, 451 puestos son para el manga, con casi un 58% del total de unidades vendidas y un 44% de la facturación total de cómics vendidos. Naruto reina con 46 números en catálogo que han supuesto casi un millón de ejemplares vendidos y una facturación cercana a los 8 millones de dólares. Para entender la comparación: los volúmenes de Naruto han vendido más que todos los libros de Marvel presentes en el top 750 de BookScan".
El tradicional mainstream norteamericano, los superhéroes, género hegemónico en el comic book desde los sesenta, está dejando paso de este modo a otro cómic mainstream, ahora resituado en librerías generales y donde entre los títulos más vendidos se encuentran los tomos de un manga infantil o una novela gráfica de un autor antaño "underground" como Robert Crumb.

Por supuesto, todo esto tiene interés para nuestro mercado, que desde hace aproximadamente 20 años está muy influido por el norteamericano y en particular por el de los tebeos de superhéroes Marvel. Incluso la apuesta en Estados Unidos de la literaria Pantheon (Random House) por los autores de novela gráfica desde principios de los 2000s (JIMMY CORRIGAN de Chris Ware, ICE HAVEN de Daniel Clowes, BLACK HOLE de Charles Burns, ediciones americanas de Marjane Satrapi, Joann Sfar, etc.) ha tenido un eco en España, siquiera reducido, con las ediciones en castellano por parte de la literaria Mondadori (Random House) de la última edición del MAUS de Spiegelman y de otras novelas gráficas como el CATÁLOGO DE NOVEDADES ACME de Chris Ware, el citado ICE HAVEN de Clowes, el GEORGE SPROTT de Seth e incluso varias obras de autores hispanos (Juanjo Sáez, Miguel Brieva, Paco Alcázar o Liniers).

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Otras fuentes consultadas:
-Jean-Paul Gabilliet, OF COMICS AND MEN. A CULTURAL HISTORY OF AMERICAN BOOKS, University Press of Mississippi, Jackson, 2010
-Antoni Guiral (dir.), DEL TEBEO AL MANGA. UNA HISTORIA DE LOS CÓMICS. VOLS. 3 y 4, Panini, Barcelona, 2008, y Santiago García en Antoni Guiral (dir.), DEL TEBEO AL MANGA VOL. 6, Panini, Barcelona, 2009
-Denis Kitchen y Paul Buhle, THE ART OF HARVEY KURTZMAN. THE MAD GENIUS OF COMICS, Abrams ComicArts, Nueva York, 2009

18 comentarios:

Unknown dijo...

Esto puede ser por la evolución del que lee o ve las historietas.Creo que la industria del cine suplanto un poco a las historietas.

Álvaro Pons dijo...

El fenómeno Archie siempre ha sido minusvalorado dentro de las ventas de cómics, pero sus ventas han sido millonarias hasta hace muy poco (hay que recordar que fue uno de los pocos cómics que nunca abandonó el canal de distribución de los supermercados). Ha sido y es el tebeo juvenil familiar por antonomasia, ansiado por distribuidores como Diamond, que pugnó por tenerlo en sus listas durante años, aunque luego fuera un fracaso en el DM). De todas formas, desde hace años ya no dan cifras de ventas (que eran millonarias a finales de los 90), lo que me hace sospechar que han sufrido una caída espectacular.

Otro aspecto que no sé hasta qué punto sería a considerar: el número de cabeceras. No he hecho un análisis riguroso y quizás meto la pata, pero tengo la sensación de que ha habido una espectacular dispersión de cabeceras (hemos pasado de la especulación externa a la interna de las propias editoriales), que seguramente ha afectado muy negativamente a las ventas. Es seguro que la bajada de ventas existe, es obvio, pero quizás se deberían hacer números sobre unidades vendidas. No me extrañaría que el derrumbe en las cifras (el TOP300 ha pasado de cortar en 20.000 a cortar en 2.000) tenga mucho que ver con la dispersión de títulos y editoriales (en los 80, sólo 2, ahora una pléyade...).
Es una hipótesis apresurada...

Pepo Pérez dijo...

Sí, es verdad que habría que hacer ese estudio comparativo, y también es verdad que la dispersión de títulos influye en el número de ventas por cada uno de ellos, pero la táctica de inundar el mercado con nuevos títulos por parte de Marvel y DC ya se ensayó durante los 70 con un montón de nuevas series (terror, artes marciales, fantasía heroica, etc.), y en los 80 con series limitadas de grapa, Prestiges, Graphic Novels, sellos nuevos (Epic, ya en los 90 Vertigo, etc). La táctica de inundar el mercado (aquí también hemos visto algo de eso en alguna que otra editorial) fue una mezcla de la rivalidad entre las dos grandes editoriales desde los 60 y también un intento de "exprimir" al público cautivo de los superhéroes desde los 80 aprox. hasta ahora. Como el número de lectores se reducía conforme crecían y se hacían mayores, pero una parte de ellos permanecía comprando como coleccionistas fieles todo lo que salía de superhéroes, o casi todo, la táctica fue (y es) la siguiente: "aunque sean menos lectores, editemos todo lo que podamos a ver si se lo compran todo". Es un sálvese quien pueda a estas alturas, creo yo.

elpablo dijo...

menudo curro te has pegao.
yo sigo en mis trese, y los números me ayudan: el tebeo de superhéroes está tocao de muerte si no se renueva a lo bestia, pero a lo bestia bestia, no reboots, ni crisis, ni pollas en vinagre!

Álvaro Pons dijo...

Es una táctica absolutamente suicida: estrujar a la gallina de los huevos de oro (ya de carbón) hasta que se muera.
De todas formas, me da que, aún con todo, el número de títulos se ha multiplicado espectacularmente... Vamos, aunque sólo sea porque recuerdo los catálogos de Capital y los de Previews de ahora y el número de páginas es muy superior...
Ojo, que es sólo una sensación, puede que me equivoque si se hacen números...

Pepo Pérez dijo...

¿Pero te refieres a los tebeos de superhéroes, no? Porque como sabes en Previews se anuncian muchas más cosas, cómics no de superhéroes o de editoriales "indies", muñecos, camisetas, etc.

Marcos Reina Segovia dijo...

http://www.thinkepi.net/el-interes-de-las-bibliotecas-por-el-mundo-de-los-comics

El de arriba es un enlace a un artículo sobre Comics en las bibliotecas. Es interesante la cantidad de datos comparativos que se extraen observando el consumo/venta de tebeos en la historia y la trayectoria de la historieta en el entorno de la biblioteca pública.

Buen trabajo

Saludos

Robur dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Robur dijo...

Personalmente creo que lo que esta tocado de muerte es el tebeo de grapa. No necesariamente los superheroes, pero claro les afecta mas que al manga o al tebeo independiente.

Las grandes superficies y las librerías no quieren tebeo de grapa, así que las librerías especializadas son las que dominan ese sector.Pero ese sector se reduce al envejecerse, la media de edad de la gente pululando en cualquier tienda de comics no baja de los 30y a menudo esta una década mas alta, y es que encima en la mayoría prácticamente no venden manga O_O. Ademas los tebeos de grapa se crearon su propio enemigo con los trades, sale mas caro comprar los números sueltos que el trade.

La crisis si la hay es del formato. Y si encima salen los lectores decentes virtuales cuales serán los primeros en caer?

Ah y sobre Pantheon para mi cada vez mas claro que las grandes editoriales van a crear, o han creado, una primera división de la novela gráfica y que ni las editoriales de comics mas fuertes independientes Fantagraphics o D&Q van a poder retener a los grandes nombres. Donde ha salido lo ultimo de Sacco? y de Crumb? y donde va a salir, atencion, el Body World de Dash Shaw?

Álvaro Pons dijo...

Sí, sí, hablo de superhéroes. Es cierto que el Previews tiene más cosas, pero hay que sumar todas las editoriales que ahora publican superhéroes, ¡que son un buen puñado!
De todas formas, incluso centrándonos en Marvel y DC, creo que el número de novedades se ha multiplicado...
Lástima no haber guardado ningún catálogo de Capital de la época...

Pepo Pérez dijo...

Sí, claro, pero editoriales que publicaban superhéroes siempre hubo al margen de DC y Marvel. Muchísimas en los cuarenta, menos en los 60, 70, 80 y 90, pero las había. De todos modos, insisto en que tienes razón que un estudio comparativo de número de títulos estaría muy bien.

Robur, tienes razón: Pantheon publica el BodyWorld de Shaw. Y sí, parece que el tebeo de grapa está destinado a desaparecer, lo cual parece que significará en cualquier caso una refundación de la industria tradicional de los superhéroes, con producción no mensual o directamente a tomo. Bueno, esto ya está sucediendo desde hace tiempo de facto (producción no mensual, me refiero) desde el momento en que determinados autores se retrasan en las entregas y los comic books no mantienen su periodicidad mensual ni de coña.

Álvaro Pons dijo...

Por curiosidad y sin mucha rigurosidad, sólo como dato indicativo: esta semana, Marvel saca casi 40 novedades al mercado según Previews. En 1995, en una semana de septiembre, Marvel sacaba 20.

No creo que se puedan sacar conclusiones válidas (diferente mes, sólo de una semana, etc, etc), pero choca...

Pepo Pérez dijo...

Sí, es muy posible que las grandes editoras tradicionales de comic book ahora saquen más títulos que en otros momentos (depende del momento de comparación también, claro), por aquello de exprimir al mercado "cautivo" que tienen.

Ahora bien, eso significa dos cosas: 1) si publicas más títulos puedes conseguir una mayor recaudación más en conjunto, pero los costes también son mayores, no lo olvidemos. No es lo mismo pagarle a, digamos, 20 autores que a, digamos, 40 autores o más. Y ahora tampoco se paga lo mismo a los autores de Marvel o DC que se pagaba a comienzos de los 80 (cobraban menos entonces), ni muchísimo menos la miseria (relativamente hablando para la época) que se pagaba en los 70, 60, 50 o 40. Y dicho sea de paso, aunque ahora cobre bastante más que en esas épocas, desde hace unos años los autores cobran menos que, por ejemplo, a finales de los 90-comienzos de los 2000s. Entre otras razones, porque el cheque de royalties ha bajado sustancialmente.

2) Si un título bandera como Amazing Spider-Man, que vendía más de 300.000 ejemplares al mes en los 70 (entonces fue cuando se sacó un segundo título, Peter Parker Spectacular Spider-Man, 1976) no llega ahora a los 60.000 ejemplares distribuidos (sin devolución), o Action Comics apenas sobrepasa los 30.000 (cuando vendía más de 500.000 en 1970, y un millón o millón y medio al mes en los primeros años 40), me parece que quien compra hoy esos tebeos son en su mayoría lectores fieles de superhéroes, un mercado muy especializado que nada tiene que ver con las masas lectoras que compraban Superman o Spiderman en 1970, sin remontarse más atrás en el tiempo. Y esas más de 500.000 o 300.000 copias al mes de 1970 significaban que lo leían muchas más personas, pues un tebeo no lo lee sólo quien lo compra, sobre todo en épocas pasadas cuando era material de lectura infantil-juvenil donde se intercambiaba, se prestaba, etc.

Álvaro Pons dijo...

La clave está, me temo, en lo que comentas en el punto 2), que comparto al 100% y que implica que el tebeo (no sé si sólo el de superhéroes o en general, eso es otro debate) está perdiendo su etiqueta de "cuLtura de masas", con todo lo que eso conlleva.

Pepo Pérez dijo...

Sí, bueno, en algunos casos es así, y además desde hace años, no de ahora. En otros no está nada claro, ten en cuenta que hablábamos sobre todo de comic book de superhéroes, que ha sido tradicionalmente, y más constantemente desde los 60 el mainstream norteamericano. Lo que quiero decir es que un manga como Naruto ha vendido casi un millón de ejemplares sólo en USA, y el tomo de Watchmen (que no tiene el precio de un tebeo de grapa) debe andar entre el millón y medio y los dos millones de ejemplares vendidos. O los que llevará vendidos MAUS a estas alturas. Esas cifras, en un mercado tan fragmentado como el de ahora, con toda la oferta cultural que hay (que incluye no sólo a tebeos y libros, también a videojuegos, series de TV, miles de cosas en internet gratis, etc.) son las de un producto de masas.

Por otro lado, casi 70.000 copias vendidas en librerías USA en apenas tres meses (salió a la venta a mediados de octubre) de un libro como el de Crumb, que cuesta 24 dólares, también son cifras hoy día de un producto de masas, sobre todo si mantiene ese ritmo de ventas en 2010. No sé, vivimos un momento de cambios totales, por todas partes. Lo que antes era el mainstream ya no lo es tanto o ha dejado de serlo, mientras que cosas como el Maus, Persépolis (que va ya hacia el medio millón de ejemplares vendidos, cifras propias de un bestseller literario) o un libro de Crumb se venden a porrillo en todas las librerías generales. La oferta se ha diversificado un montón, eso es lo que ha sucedido también. Superhéroes, manga, novela gráfica...

Pepo Pérez dijo...

Luego está el fenómeno de la internacionalización del mercado. En USA hasta hace muy poco no se publicaba nada que no fuera norteamericano, no se traducía ningún tebeo extranjero, y los pocos que eran traducidos solían fracasar en ventas, daba igual que fuera Giraud o Hergé. Primero entró el manga y ha triunfado, más tarde ha empezado a traducirse material europeo, sobre todo (por cierto) novelas gráficas de Satrapi, David B., etc. Todo eso son novedades absolutas en el mercado americano. Que no por casualidad se parece al nuestro, y en algunos aspectos cada vez más al francés (donde el manga también triunfó hace ya tiempo). La internacionalización del cómic es otro fenómeno novedoso, los mercados antes eran más cerrados, y no me refiero sólo al americano, el francobelga también lo era un montón. Ahora son mucho más permeables.

Álvaro Pons dijo...

" Esas cifras, en un mercado tan fragmentado como el de ahora, con toda la oferta cultural que hay (que incluye no sólo a tebeos y libros, también a videojuegos, series de TV, miles de cosas en internet gratis, etc.) son las de un producto de masas. "

O quizás el problema es que debemos redefinir el concepto de "cultura de masas". El mercado de oferta brutal pero fragmentada ha creado una especie de extraña mutación, donde el concepto "de masas" quizás sólo se pueda adaptar a aquellos productos que son capaces de transcender su propio medio y convertirse en fenómenos que saltan de uno a otro medio. El ejemplo de Avatar, concebido ya desde un principio como un multiproducto de cine/videojuegos/merchandising/loquesalga.

La "masa" se nos ha hecho chiquitita... :)

Pepo Pérez dijo...

Sí, eso es así desde hace tiempo. La cultura de masas no es lo que solía ser...