Mostrando entradas con la etiqueta GEORGE PELECANOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta GEORGE PELECANOS. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de octubre de 2009

REFORMAS


Ya he terminado de ver la tercera temporada de THE WIRE. Aunque la trama argumental de "Hampsterdam" o free zone de drogas suene un poco a falsa (aunque vete tú a saber en qué pequeños detalles de la realidad posiblemente se ha basado; recuerdo aquí que uno de los principales creadores de la serie, Ed Burns, es un ex policía de Baltimore), lo cierto es que está desarrollada con tal talento y maestría que te tragas todo lo que te echen y, además, te quedas con ganas de más. A estas alturas de la serie ya ha desaparecido el naturalismo radical de la primera temporada, donde la ficción parecía "de verdad" y la dramatización resultaba "invisible"; ahora cada vez hay más trucos convencionales visibles de guión pero, joder, con qué pericia y elegancia los saben usar guionistas como Richard Price, George Pelecanos, Ed Burns o David Simon, creador de la serie. El desenlace de la temporada es particularmente dramático con esa crónica de una muerte no tan anunciada (que culmina en un episodio trepidante firmado por Pelecanos), y a la vez satisfactorio por las "lecciones aprendidas" por algún personaje principal como McNulty: es inevitable conmoverse con ese mecanismo de ficción convencional cuando está bien usado, como aquí. El personaje, después de dar muchos bandazos, resuelve su crisis de identidad, cierra la puerta al pasado -porque ya ha aprendido que por esa puerta nunca se puede volver- y emprende una vida nueva y mejor. Y decía que es inevitable conmoverse con ese tipo de desarrollo argumental, sobre todo cuando se hace bien, porque todos nos sentimos reflejados de un modo u otro respecto a nuestras propias crisis a lo largo de la vida. Al fin y al cabo, el tema principal de esta tercera temporada era la reforma. El cambio.

La foto de arriba de McNulty y Daniels la he sacado de Fluzorama, donde por cierto Manolo Bartual comenta emocionado que ya ha terminado de ver la quinta temporada. Oohhh... lástima que terminó el festival de hoy, porque la quinta es la última. Me temo que yo voy a estar pronto en su misma situación porque estoy devorando la cuarta temporada a capítulos agigantados. Si en la tercera el tema principal era la reforma general (y en particular el intento de "legalización de las drogas", o algo que se le parecía), en esta cuarta es la infancia-adolescencia en general y la escuela en particular. Con Mr. Prezbo de profe de matemáticas, Marlo "scarface" como nuevo kingpin de West Baltimore, Tommy Carcetti como nuevo alcalde de la ciudad, un blanco en una ciudad de negros, y por supuesto un montón de niños, buenos, regulares y malísimos.

viernes, 16 de octubre de 2009

EL CLAN SOBOTKA

Final intenso y DRAMÁTICO para la segunda temporada de THE WIRE, que después de estar demasiado ocupado he podido terminar de ver al fin. Siguen SPOILERS a cascoporro:

Ziggy el pringado Sobotka entrullado de por vida o algo peor; Nicky el listo Sobotka convertido en un paria dentro del programa de protección de testigos, ya apartado de su mundo, el de los estibadores, sin posibilidad de integrarse en ningún otro (impactantes las últimas imágenes de la temporada, tristísimas, con un Nicky de rostro desencajado mirando el puerto separado por la verja, el hogar/identidad al que ya no puede volver). El patriarca, Frank Sobotka, finalmente elevado a héroe involuntario, con todos echándole de menos -incluido su archienemigo policial, Valchek, menudo elemento-, un golpe maestro muy humano para redondear la historia. La dignidad que muestra finalmente Sobotka también eleva su categoría moral. De nuevo el "sacrificio heroico" como alimento del mito comunitario, como leyenda -da igual que sea mentira, o media verdad: cuando los hechos se convierten en leyenda, imprime la leyenda- sobre la que se cimenta la identidad colectiva, en este caso la del sindicato de estibadores.

En el balance final, los pringados, los peones, los explotados, los últimos en la cadena, incluso aunque seas un pringado que trabaja para la mafia, siguen siendo pringados en el mejor de los casos, y pagan el pato en el peor. Mientras tanto, los explotadores, los poderosos, se salen con la suya. Como en la economía "legal", vaya. "Y ni siquiera soy griego", dice El Griego, el padrino de la mafia portuaria, gran detalle en un guión que firmaba George Pelecanos. Definitamente, esta serie es la caña. Ya estoy con la tercera temporada.