lunes, 16 de agosto de 2010

LA ILUSTRACIÓN Y LA DEPRESIÓN

“En 1929 llegó la Gran Depresión y todo el trabajo de dibujo publicitario quedó paralizado en Chicago. Fui testigo de tres suicidios, en uno de los cuales, un hombre se lanzó desde un noveno piso y aterrizó en la calle, justo al lado de la ventana del restaurante donde yo estaba comiendo en esos momentos. Durante los años 20 todo parecía grandioso. Yo, como todo el mundo, había invertido en acciones... Recientemente, hace un par de meses, dos de ellas han resurgido. Apareció entonces [la tira ilustrada de] ‘Tarzán de los monos’. La idea de que yo lo ilustrara fue de Joseph Neebe, que estaba en publicidad y conocía mi trabajo. Tenía el proyecto de hacer una edición llamada 'Autores y Libros Famosos'. Tarzán era el primero que deseaba realizar y fue editado por Grossett & Dunlap en 1929 [foto de abajo] y más tarde serializado en los periódicos durante 10 semanas.
Después de eso volví a la publicidad. A Rex Maxon le dieron la tira diaria y la página dominical de Tarzán. Nunca lo llegué a conocer personalmente.
Joseph Neebe quería que yo hiciera la dominical, pero yo no. Pensaba que prostituiría mi sensibilidad artística si me convertía en dibujante de historietas. Pero me puse a pensar y me di cuenta de que la Gran Depresión estaba ahí y de que yo tenía una familia que alimentar”.
Harold Foster, 1974, traducido en la revista CHT(Cómic/Historietas/Tebeos) Extra El Príncipe Valiente, 2010, pp. 52-53.

Como siempre, los procesos históricos dicen mucho de cómo y por qué se hicieron las cosas. En el caso del canadiense Harold Foster (1892-1982), la falta de encargos de ilustración publicitaria derivada del crack del 29, sumada a la consideración que tenía Foster de sí mismo como ilustrador y no como historietista, marcó no sólo su vuelta definitiva a las tiras de prensa, sino su misma concepción de la página de cómic. Por esa misma concepción ilustrativa, Foster siempre planteó deliberadamente sus páginas como un híbrido entre la novela ilustrada y el cómic, utilizando textos al pie (donde también integraba los diálogos entrecomillados) y prescindiendo de bocadillos y de cualquier otro texto integrado en el dibujo como las onomatopeyas. Más sobre aquellos años y la técnica narrativa de Foster, en este post que escribí hace dos años en Con C de Arte.

Una página de PRÍNCIPE VALIENTE de 1939, clic para ampliar

Sigue del artículo traducido por CHT. Foster de nuevo al habla:

"Hice la página de Tarzán desde 1931, hasta que lancé Valiente. Continué también mi trabajo publicitario, así que al principio me limité a hacer cuatro rayas en la página de Tarzán y fue por aquella época que empecé a recibir cartas de aficionados por primera vez.

Yo ya había expuesto en Galerías Comerciales y Salas Institucionales de Chicago antes de la Depresión y cuando dejé de hacerlo nadie me echó en falta. Por eso, cuando empezaron a llegar las cartas de los aficionados, sinceramente, halagaron mi vanidad. Me di cuenta de que el cómic daba placer a millones de personas y cambié de opinión respecto a lo de hacer cuatro rayas en la página. Mi mujer, Helen, me ayudó a controlar mi ego desaforado".
El Especial Príncipe Valiente de CHT, de 100 páginas, incluye diversos artículos sobre el personaje, el tratamiento temático y formal de la obra, la trayectoria de Foster (con declaraciones del autor) y, finalmente, un estudio comparativo sobre las diversas posibilidades técnicas para reeditar la obra. De todas las posibilidades, mi favorita personalmente es la que se ha empleado en algunas ediciones hasta la fecha, tanto de PRÍNCIPE VALIENTE como de clásicos de otros autores (a la nueva edición del CAPTAIN EASY de Roy Crane me remito): la que intenta reproducir con la máxima fidelidad las páginas tal como fueron impresas en su momento en los periódicos de la época, el "original" más fiel posible a lo que el autor consiguió en su momento y con las técnicas de impresión disponibles en su momento.

Más información sobre este Extra de CHT (Cómic, historietas, tebeos) y cómo conseguirlo, en el blog de la revista.

4 comentarios:

Robur dijo...

Yo me acaba de llegar el segundo tomo de Fantagraphics. Cuando me me haga un par de farmacias mas apunta de botella de cerveza rota me pillare lo de Roy Crane que me llama muchisimo.

En el primer tomo de Fantagraphics incluyen una entrevista donde Foster se declara ciertamente como cartoonist. Curiosamente el segundo comienza conn un articulo de Mark Schultz, que aun no me he leido, "Yes, he was a cartoonist". Muy interesante el articulo de COn C de arte de los bocadillos.

Pepo Pérez dijo...

Claro, normal que se considerara cartoonist después de varias décadas dedicado en exclusiva al cómic. Lo de "no soy historietista sino ilustrador" era en 1929, y lo otro vendrá después, cuando Foster encuentre su camino definitivo en el cómic. Lo interesante, creo, de sus comienzos es que esa concepción que tenía de sí mismo como ilustrador (es lo que quería ser de joven) es la que le llevó a ignorar los recursos del cómic previo y coetáneo suyo (con sus secuencias visuales, sus bocadillos, sus onomatopeyas, etc.) para inventarse un modelo propio, híbrido, una concepción ilustrativa del cómic. Por un lado, tenía que entregar una página dominical con múltiples viñetas, como las demás páginas del cómic de prensa, pero al hacer la página "a su modo" las viñetas eran concebidas como ilustraciones, con el texto "fuera" del dibujo, a menudo con enormes saltos temporales y de localización entre viñetas, sin secuencia visual entre ellas (el hilo secuencial lo ponía el texto). Y todo ello por un giro crucial del destino, la crisis del 29, que le obligó a abandonar la ilustración y volver al cómic.

el tio berni dijo...

Robur, supongo que no te descubro nada, pero vas a flipar con el Captain Easy, atraca esas farmacias cuanto antes.

Robur dijo...

Estoy en ello :) lo hojee el otro día por fin en papel y me entraron ganas de gastarme hasta el dinero para la guardería en ese instante. Pero me contuve, y posiblemente eso salvo mi vida. El de Dugeon Quest de Daly también lo tengo en la lista para el proximo pedido después de leerte en Mandorla.

Por cierto me lei el articulo de Schultz, tratando de demostrar que Foster era un cartoonist mas que nada, y no me pareció muy convincente. En este mismo volumen hay muchas planchas como las que comentas Pepo, donde si las miras sin leer no te enteras de nada, no hay prácticamente narrativa gráfica. Pero hay bastantes otras en las que si. Y muchos recursos de comic comic: lineas quineticas, composiciones temporales en una viñeta.. Es una cosa un tanto híbrida, y visualmente magnifica. El uso del color en este numero es acojonante y a veces en colores planos o con remolinos en los fondos muy de comic tambien.