jueves, 9 de diciembre de 2010

CÓDIGOS

Sí, es curioso, porque los teóricos, por llamarlos así, han hablado de ello, o tú mismo, que has teorizado para llegar a tu estilo, y sin embargo con la gente que habitualmente lee cómic parece que es justo al revés, que dicen “es que este tío no se esfuerza nada”. Igual a la gente que menos le gusta esta simplificación es a la gente que suele leer tebeos y la gente “de la calle” coge un libro tuyo y ni se plantea si el dibujo está bien o mal…

No, porque lo leen fácil.

Es como si nos llevaran ventaja a los que leemos cómics habitualmente.

Pues no lo sé, no lo había pensado así. Lo que pasa es que la comunicación visual es algo que la gente en general tiene muy interiorizada sin saberlo. La tele, la publicidad, todo lo que nos rodea… La comunicación cada vez es menor, es todo visual, y la gente es capaz de entender códigos. En el metro mismo, la señalética, la gente la entiende con una facilidad pasmosa, no se para ni a pensar. El cómic tiene mucho que ver con eso, con el diseño, con la comunicación visual.

A lo mejor ha tenido que llegar un momento en que estábamos preparados para leer todas esas señales para poder hacer en cómic estas cosas…

Es como el cine. Mi abuela fue por primera vez al cine siendo ya adulta, y la tele incluso no la entendía. Cuando se veía en blanco y negro decía “mira, ahora son jóvenes”, no entendía de qué estaba hablando. Los códigos, la elipsis, no los entendía. Y la tele igual. Siempre cuento la anécdota graciosa de que mi abuela, cuando hacían un zoom a un tomate en un programa de cocina, ella lo veía del tamaño que se veía en la pantalla, y decía, “¡este tomate parece un melón!” [Risas] Nos reíamos mucho de eso. Siempre explico esa anécdota porque es muy divertida. Pero claro, ella no nació con todo eso. Pero en cambio la gente de hoy entiende los logotipos, hace asociaciones… y eso en el cómic hay mucha gente que no lo tiene asimilado porque se retroalimentan de leer mucho cómic. A lo mejor no les interesan otros ámbitos, el diseño o cosas así. A Chris Ware lo critican mucho porque es diseñador. Pero claro, Chris Ware todo eso lo tiene súper interiorizado, el lenguaje icónico, y le preocupa mucho la legibilidad. Es un poco teoría, pero yo me como mucho el coco con eso y después intento aplicarlo.

En una entrevista que hiciste con Buenafuente, te decía algo así como, “veo que ojos y bocas no trabajamos”, y tú decías, “pero tú lo entiendes igual, ¿no?”. Pero entonces ¿qué pasa? ¿Que dibujas así por vagancia, porque es cómodo, porque crees que es suficiente…?

Por economizar, pero una cosa me lleva a la otra. Yo soy muy vago y siempre he intentado salvar la papeleta con lo mínimo. Y después, también, porque veo que funciona. Lo de no dibujar ojos y caras en realidad viene de los iconos de los deportes, del diseño gráfico. De Keith Haring, por ejemplo, que dibujaba un muñequito y tú ya veías que era un ser humano. Viene un poco de ahí, de simplificar y de acercarme un poco al diseño y expresar las cosas con lo mínimo".
Juanjo Sáez, entrevistado por el tio berni en Entrecomics, sigue en el enlace. Abajo, página de HIT EMOCIONAL, una serie que publica Juanjo en la revista Rockdelux

2 comentarios:

Muriel dijo...

Las cosas funcionan o no funcionan, independiente de si se dibujan bocas o no.
Creo que esa actitud abierta es la mejor para disfrutar de las cosas.


Interesante eso de "la gente “de la calle” coge un libro tuyo y ni se plantea si el dibujo está bien o mal…"
Me pregunto si esa es la gente que luego va a los museos de arte moderno y dice que eso lo pinta su sobrino de 4 años.
¿Quizá para ellos el comic no es tan importante como el arte y vale cualquier cosa?
En cualquier caso bienvenido sea esa falta de prejuicio, aunque no sé si toda la gente de la calle piensa asi.

Lepetomane! dijo...

Yo de hecho no sé si a Juanjo Sáenz lo lee tanto "la gente de la calle" como "la gente joven de la calle". Y en ese sentido yo lo veo como un Sempé, un Steinberg, un Entrialgo, es decir, que su sencillez llega más fácil a determinadas generaciones sobrealimentadas de barroquismo audiovisual. La cabeza se relaja de sobre-estímulos visuales al leer este tipo de material.