
"Bueno, ese mensaje, esa crítica, que estaba en la intención de Stieg, parece que sí ha llegado. Como el debate sobre el periodismo. O el modo en que la gente ha acogido a Lisbeth Salander en su corazón. Veinte años atrás, una mujer que hiciera todo lo que ella hace sencillamente no habría sido aceptada. Ahora los lectores aprueban su conducta, incluso cuando se muestra más salvaje.
¿Tiene esa Lisbeth Salander ficticia su modelo en alguna personal real?
Pues sí, pero es una mezcla de varias personas que de un modo u otro estaban en la vida de Stieg y que en algún aspecto eran tan fuertes, tan locas y tan interesantes como Lisbeth Salander. (...) En fin, volviendo a los modelos de Lisbeth: existen, sí, pero prefiero no dar sus nombres. No quiero exponerlos".
--Eva Gabrielsson, compañera de Stieg Larsson, el hombre que amaba a las mujeres. Lo leí ayer domingo en el suplemento XL Semanal, en una entrevista de Lorenzo Silva.