El humor es cosa seria

EL HUMOR ES COSA SERIA

PEPO PÉREZ
PEPOPEREZ@ELPERIODICO.COM

EL PERICH. HUMOR SIN CONCESIONES (1941-1995)
Autor: Josep M. Cadena
Editorial: El Jueves
Páginas: 250
Precio: 29 €
Sinopsis: biografía ilustrada sobre el humorista gráfico el Perich.

Diez años después de la prematura muerte de Jaume Perich (Barcelona, 1941-Mataró, 1995), esta biografía firmada por Josep M. Cadena da cuenta de cuál fue la estatura artística y humana del célebre humorista gráfico. El Perich, como le llamaban y firmaba para no darse importancia, arrancó su travesía profesional en 1966 en el periódico Solidaridad Nacional y, tras pasar por otros diarios, desembarcó en El Periódico de Catalunya en 1978, año de fundación de esta casa, donde continuó publicando hasta su fallecimiento. En ese trayecto, que le condujo también por revistas como DDT, Patufet, Hermano Lobo, Por Favor o El Jueves, la lucidez e ironía de sus viñetas le otorgaron un merecido puesto entre los mejores humoristas de este país.

   El humor de Perich suele asociarse a su valiente activismo político durante la transición, una etiqueta ajustada ya que muchos de sus chistes se caracterizaron por la reivindicación de libertades y la crítica a los poderes establecidos –sus ricos con chistera tienen algo que ver con el sórdido mundo burgués que dibujó George Grosz-, y, ya en democracia, por no casarse con nadie. Algo que, como relata Cadena, le valió durante el franquismo varias detenciones y constantes problemas a él y a los sitios donde publicaba. Pero existe otro Perich, el que abunda en la casi treintena de libros recopilatorios de su trabajo, desde Perich Match (1970, Edicions 62) y su famosísimo Autopista (1970, Editorial Estela), hasta el póstumo El gran libro de El Perich (1999, Círculo de Lectores). Se trata de un humor más universal y atemporal sobre la condición humana, cuya originalidad y finura entroncan con autores como Chumy Chúmez o los franceses Siné y Sempé. Y ello a pesar de que Perich nunca se consideró un dibujante, quizá porque su lápiz no era virtuoso. Se equivocaba: su talento para concebir ideas gráficas era el propio de los grandes dibujantes, tanto por capacidad de síntesis y de abstracción como por hondura reflexiva
y alcance poético.

   El libro de Cadena, lujoso y de gran formato, está escrito con claridad expositiva e indisimulado cariño. Su primera parte es un repaso a la vida y carrera de Perich muy arropado por fotos, ilustraciones y amplias referencias bibliográficas. Cadena, sintético pero exhaustivo, alude también a las incursiones del biografiado en otros medios –televisión, teatro- y a la repercusión social de su figura, como prueban los espacios públicos que hoy llevan su nombre en Gavà, Premià del Dalt y Barcelona. La segunda parte, más extensa, es una significativa muestra de su obra, ordenada con eficaz sistemática. El libro está a la altura, pues, del homenajeado: un sabio –así le llama Andreu Buenafuente en el prólogo- que, como el mito del payaso triste, mostraba en persona un carácter serio y tímido. Y que se tomó su oficio de humorista con la misma seriedad.

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Reseña publicada en El periódico de Catalunya en julio de 2005.