Qué poco me ha gustado STITCHES, y mira que iba condicionado positivamente por los elogios que había visto en internet. Lo leí hace unos días del tirón, en aproximadamente una media hora (densidad de lectura cero, y más para tratarse de una novela gráfica bastante gordita), cantidad de páginas y páginas mudas con "zooms" seudocinematográficos hacia los escenarios donde se desarrolla el drama, también muchos "silencios significativos" entre viñeta y viñeta para enfatizar ese drama al lector más despistado y una puesta en página que a veces me ha parecido casi de aficionado.
Lo único que justifica este cómic, ése es su presupuesto y también su fin, es una historia traumática tipo "me sucedió a mí"; ahora bien, talento para narrarla, a mi juicio escaso. Qué trivial todo, y qué chusco para contar las claves de la historia: prácticamente te las grita a la cara. He visto que el autor, David Small, es ilustrador, ha hecho caricatura política y cuento infantil ilustrado, y ha publicado en The New Yorker y otras cabeceras importantes americanas. Bueno, para mí está claro que le faltan recursos para hacer un cómic largo para adultos, una novela gráfica que, como tal, debe tener una entidad narrativa suficiente para sostenerse. Luego está el discutible uso que hace de la caricatura. El protagonista de este relato autobiográfico dibuja a sus padres con cara de villanos, particularmente a su madre, en un intento de reflejar supongo su frialdad y su enfado con el mundo, y no lo hace sólo cuando el protagonista es un niño, lo que podría justificar una visión deformada, exagerada o maniquea de las cosas, también cuando se hace mayor. Small quiere contar una de esas historias de peso, reales, duras y adultas, que se están contando ahora en las novelas gráficas, pero los recursos que maneja son tan limitados y planos, y el tono es tan de cuento infantil ilustrado (matizo: cuento infantil ilustrado didáctico y condescendiente), que el resultado no puede ser más fallido en mi opinión. Leyendo STICHES me resultó inevitable acordarme, por las similitudes en temática e intención, del FUN HOME de Alison Bechdel, un cómic que está tan lejos de esto como la estrella más cercana lo está del sistema solar. Por si fuera poco, y creo que aquí sí se puede decir con certeza, qué mal dibujado está STITCHES en ocasiones, con qué pocas ganas, casi de cualquier manera. Siento no tener nada positivo que decir del libro, de verdad, pero es que no me ha gustado nada.
miércoles, 17 de febrero de 2010
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7 comentarios:
Digo yo, es necesaria taaaaaanta novela gráfica autobiografica?
Yo soy un fiel creyente en los generos: el policial, el western, el terror, etc
Me gustan las historias que funcionan a varios niveles, la utobiografía suele ser muy directa a veces.
No es por ser ave de mal aguero pero creo que todo este boom autobiografico, en general va a dejar poco rescatable.
No todos pueden ser Eisner o Spiegelman.
De pronto me equivoco.
Saludos.
Hombre, Demetrio, con todos los respetos, tu pregunta se puede hacer a la inversa: ¿hacen falta tantos tebeos de superhéroes, de aventuras francobelgas, de fantasía heroica en sus diversas variantes? En los géneros tradicionales también se publica mucha mierda, hablando brutamente, y no por eso vamos a cuestionar el género en sí porque también hay tebeos buenos ahí, ¿no? El autobiográfico es un género normal en el mundo normal, la literatura está llena de autobiografía desde hace mucho, muchísimo.
Así que, por mí, bienvenida sea esta apertura del cómic a otros géneros. Y aparte de Spiegelman o Eisner, a mí como autobiografías/memorias buenas o muy buenas me salen bastantes más: el Fun Home de Bechdel, el Persépolis de Satrapi, la mayoría de lo que ha hecho Sfar en ese terreno, Trondheim igual, Crumb tiene bastante autobiográfico (que por cierto fue de los primeros, igual que Harvey Pekar), Tatsumi ahora con sus dos tochacos que están muy bien, y un largo etcétera de CALITÉ.
ojú que mojón, sí.
y este tío ha publicao en el new yorker?
http://www.westchesterlibraries.org/files/u5/youth/images/jackets/that_book_woman.jpg
?
Aunque ese dibujo tampoco me mola mucho (subjetivamente hablando), tiene un nivel, y ya podría haber dibujado con ese mismo cuidado el STITCHES, eh? La sensación que me ha dado leyendo el cómic era "ofú, esto de la novela gráfica tiene muchos dibujos, aquí hay que ir terminando como sea, vamos que nos vamos".
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Otro pedazo de tebeo autobiográfico que he recordado hace un rato es el Epiléptico de David B...
"His drawings appeared regularly in The New Yorker and The New York Times"
de la biografía de la web oficial de David Small
Pues lo tengo aún sin leer pero a lo mejor me gusta porque a mí Fun Home me pareció un coñazo, Persépolis está bien aunque no me parece la leche, y Epiléptico ni lo terminé del aburrimiento que me producía.
Sé que voy a contracorriente, ¿pero realmente hace falta ser tan aburrido para contar algo? Porque el dibujo, la narración, etc., para mí pasan a segundo plano si lo que me cuentan es infumable.
Stitches a priori tiene buena pinta (o eso me apreció cuando lo hojeé en la tienda), a ver cuándo lo lea.
Y no es que crea que hay demasiadós cómics autobiográficos, como dice Pepo creo que debería ser como con cualquier otro género dentro de la historieta, pero sí creo que las alabanzas son muchísimo más desproporcionadas si el tebeo es autobiográfico que si lo son de cualquier otro género (asumiendo una calidad equivalente).
Un saludo,
Sergio.
Hice un comentario más extenso antes pero por alguna razón no se ha publicado.
En fin, se que mi comentario fue poco claro.
Principalmente me refería a que tengo la impresión de que es muy probable que con este boom de la biografía ocurra algo similar a lo que ocurrió en los 90´s con el genero de súper héroes oscuros o los comics decontructivistas.
saludos.
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