sábado, 20 de julio de 2013

MALOS HÁBITOS

«Durante buena parte del siglo he sido una seguidora ávida de tiras de cómic, todas las tiras de cómic; hago esta declaración con la misma cantidad aproximada de orgullo con la que uno podría decir: 'Me he estado metiendo cocaína en el brazo durante los últimos veinticinco años'. No recuerdo cómo empezó el hábito, y la verdad es que soy incapaz de explicar por qué persiste. Sólo sé que estoy enganchada, por ahora, eso es todo».
Dorothy Parker, 1943

7 comentarios:

Jordi Bravo dijo...

No recuerdo quien dijo que "los cómics son el opio del jardín de infancia". Son hábitos que se le enganchan a uno y ya no lo abandonan. Aunque la señorita Parker tuvo mas problemas con la botella que con los cartoons.
Gracias por dejarnos asistir de oyentes a tu aventura americana, está siendo muy instructiva Pepo.

Pepo Pérez dijo...

De nada, Jordi, a mandar.

La cita de Dorothy Parker me ha hecho pensar inmediatamente en esto de que el cómic "se legitima por sí mismo", una de las ideas en mi opinión más absurdas que he leído en lo que va de año.

(Copio y pego algo que he escrito en otra parte)

El cómic, si es que hay que "legitimarlo", se legitima con discursos, tal como sucede con el cine, las artes plásticas o la propia literatura. Discursos que expliquen el cómic ante la sociedad y sean capaces de argumentar por qué el cómic es válido, o mejor dicho, por qué en el cómic se producen obras dignas de ser leídas, dignas de ser consideras cultura, arte o lo que se quiera argumentar. Sobra decir que la cita de Dorothy Parker nos recuerda, para que no lo olvidemos, que el cómic (aún peor, las tiras de prensa, porque a ellas se refiere la cita; no digo ya los tebeos, los comic books) era visto como basura subcultural durante la mayor parte del siglo XX. Sigue siendo visto así por mucha gente. Insisto, porque hay que recordarlo. Que a veces parece que desde "dentro" del cómic, con todo el amor a los tebeos y las maravillosas reediciones de material clásico que se están haciendo en la última década se vive en los mundos de Yupi. Y no. El cómic era (es) visto por muchos como basura, no como cultura.

JC malaga dijo...

En declaraciones muchos autores de cómic dejan ver su sentimiento de inferioridad frente a otras artes, lo que dice mucho. En parte es un problema de autoestima. Y gran parte de la sociedad occidental siente vergüenza por disfrutar de un tebeo, cuando no hay nada de lo que avergonzarse.

Los viajes que no hice dijo...

Quizá sea un problema de "apropiación de espacios": el espacio del arte estaba reservado a otros. Cuando un colectivo intenta apropiarse de un espacio, siempre tiene esa sensación de ser un intruso y se coloca en una posición inferior.

Eso me hace pensar, también, en la forma en que tienen de nombrarse a sí mismos: cómo -o eso percibo yo, con todas las reservas del mundo cuando me adentro en algo así- han pasado de denominarse "dibujantes" a ser "ilustradores", porque el dibujante es el que hace garabatos con un lápiz cualquiera en una servilleta de bar.

"El cómic se legitima con discursos". No recuerdo a quién le leí que conocer a Moebius era una cuestión de cultura general. Y estoy de acuerdo. Pero el cómic ha estado siempre (o casi siempre) fuera de los círculos académicos. No conozco los planes de estudio de las Facultades de Historia del Arte, por ejemplo, pero sospecho que, incluso en los apartados de obra gráfica, tampoco se contempla demasiado. Aclaro que me estoy refiriendo a España. En los planes de literatura desde luego que no está. Y no tiene un departamento propio. Sí es cierto que hay cómics (tiras, en esta ocasión, como las que le daba tanta vergüenza consumir -otra palabra que se usa también si se habla de cómics: el que consume cómics como el que consume porno- a Dorothy Parker) que están revestidos de cierta intelectualidad. Estoy pensando, por ejemplo, en Mafalda. Pero eso es humor gráfico, que está considerado de otra manera socialmente. Social, no académica.

Y hablo solo de la universidad, y no de publicaciones artísticas especializadas o mercado del arte porque esa área solo es exclusiva de unos pocos y, en teoría, la universidad tiene mayor presencia social. Podría hablar de los medios de comunicación, pero el 70 por ciento de las veces que leo algo sobre comics en medios generalistas me entran ganas de llorar.

Los viajes que no hice dijo...

Vamos, que lo que yo quiero preguntar es quién genera los discursos y cómo hacer que se asuman como "propios" o "normales" -nadie cuestiona que la literatura es cultura aunque el que más venda sea Dan Brown- en el resto de la sociedad.

Pepo Pérez dijo...

Pues tú lo has mencionado, ¿no? Esos discursos se generan (estoy hablando en general) desde la universidad, pero también desde la crítica y la divulgación periodística, los suplementos culturales, las revistas especializadas, etc. ¿Por qué se recuerdan determinadas obras del pasado (cine, literatura, artes plásticas, dejemos ahora al cómic aparte) y otras no? A ver si es que nos creemos que eso se produce de manera espontánea. Ahora resulta que 'Vertigo' de Hitchcock se "legitima por sí misma", supongo que porque "resulta obvio que es buenísima" y "cae por su propio peso".

No, lo que debería ser obvio es que esos procesos culturales no suceden así, y que haya gente que piense que existe una especie de "legitimación intrínseca", de esa película o del cine en general (que por cierto nació como atracción de feria y tuvo que luchar también, con obras y discursos en torno a esas obras, por su reconocimiento cultural y artístico ante la sociedad) me parece de un desconocimiento asombroso. Desconocimiento sobre el funcionamiento de la sociedad en la que vivimos, en general, y desconocimiento en particular de cómo funcionan estas cuestiones culturales e históricas.

Una vez más: 'Vertigo' de Hitchcock ha sido legitimada por los discursos en torno a ella. No puede ser de otro modo. Por el hecho de que, por ejemplo, haya sido votada mejor película de todos los tiempos por la reputada revista Sight & Sound, es decir, por la crítica especializada. Otra cosa será lo que piense de ella cada persona que la vea, su gusto personal, pero su legitimación como obra maestra destacada del cine, por encima de otras, procede de un discurso teórico. Un discurso elaborado por expertos en cine. Sin ese discurso, 'Vertigo' no sería lo que es ante la sociedad.

Pepo Pérez dijo...

Y así llegamos al cómic. Despreciado durante todo el siglo XX como subcultura, como basura, como algo que no era ni literatura ni arte ni cultura, dónde vamos a llegar. Muchísimos autores de cómic no se veían a sí mismos como artistas –de nuevo, porque la sociedad no les veía como tales– e incluso ocultaban su profesión por vergüenza. La escasez de discursos potentes en torno al cómic también es un hecho histórico. Qué libros y artículos había, cuándo empiezan a aparecer y en qué ámbito se producen.

Que el cómic apenas está presente en la universidad, es un hecho. Tanto en estudios académicos como en planes de estudio. Aún a día de hoy, aunque poco a poco se esté introduciendo, cada vez más.

Y que los ilustradores tengan estructuras asociativas de mayor fortaleza y tradición que las de los dibujantes de cómic, es otro hecho, me parece. En parte se debe, yo creo, a que los ilustradores están insertos en una tradición profesional mayor, muy estructurada, la edición literaria.

Ahora, lo que sí me ha parecido extraño de tu comentario es lo de cambiar la palabra "dibujante" por "ilustrador". Personalmente no lo he visto mucho, la verdad. Siempre que me preguntan digo que soy dibujante, entre otras cosas porque es más amplio y contiene tanto el trabajo de cómic como el de ilustración y otros.