viernes, 19 de julio de 2013

CÓMO ME METÍ EN ESTO DE LA NARRACIÓN VISUAL


Tras acabar su charla de ayer, le pregunté a Dan Nadel qué tal le iba con las ventas en PictureBox. Uno podría pensar que lleva una empresa ruinosa, publicando esos libros tan «raros» y, podemos suponer, poco comerciales. Su respuesta fue que le iba bastante bien, aunque sea una lucha constante, teniendo en cuenta que sus libros se venden en todo el mundo. Está claro que hay miles de personas en el mismo caso que yo –tengo bastantes libros publicados por PictureBox en mis estanterías españolas–, lectores de otros países interesados en el tipo de material que publica Dan Nadel. Una vez más, estamos ante una de las grandes novedades que ha traído en el siglo XXI la implantación generalizada de internet, con sus posibilidades de conocer en tiempo real las novedades editoriales y reservarlas incluso antes de que se hayan publicado, para después recibirlas cómodamente en tu casa previa compra con transacción electrónica en una librería virtual. Por lo que respecta al nuevo cómic, internet es uno de los factores que —recuerdo ahora– Santiago García analizaba en su ensayo histórico La novela gráfica como elemento determinante para crear una comunidad internacional entre autores, editores y, por supuesto, lectores, que hace sólo una década no existía como tal.

Los avances tecnológicos permiten nuevos medios, y los nuevos medios pueden acabar con negocios y usos anteriores, que de repente se convierten en obsoletos. Es una vieja historia humana. Lo digo porque otra cosa que resulta llamativa aquí en Estados Unidos es la desaparición de librerías –no digamos ya kioscos, que apenas hay salvo como tiendas multicosas que venden prensa–. Mi impresión es que las librerías físicas han desaparecido en una proporción mayor que en España. Por ejemplo, en más de una ocasión me han indicado un local para contarme que eso era antes una librería, ahora vacío u ocupado por otro tipo de negocio, y bastantes librerías míticas de Nueva York han desaparecido en los últimos años. Incluso las grandes cadenas como Barnes & Noble están cerrando locales por todo el país a gran velocidad, según me han contado. Pero lo que para algunos deja de ser rentable debido a los nuevos medios y las nuevas costumbres que éstos introducen en la sociedad, para otros puede suponer nuevas posibilidades de negocio. Si Dan Nadel dependiera de posibles ediciones internacionales impresas para vender los libros que publica (cobrando sólo un porcentaje) por otros países del mundo, iba apañado. También es cierto que sus libros se publican en inglés, que como sabemos es la lengua franca que habla– o al menos lee– todo el mundo a lo largo y ancho del planeta salvo nuestros presidentes de gobierno. 

EASY PIECES. Hoy tocaba charla de invitado al Máster en Narración visual de la School of Visual Arts. En esta ocasión, Neil Dvorak, con una charla que ha titulado «How I Got Into Visual Storytelling». Neil es un joven animador/ilustrador/diseñador gráfico e historietista que recientemente se autopublicó su primer trabajo en el cómic. Amable y encantador hasta lo admirable –y de nuevo, esa capacidad para hablar bien en público–, Neil nos ha explicado su obra, sus métodos y su proceso de trabajo. Nos ha hablado de cuáles fueron sus primeras obsesiones como dibujante de chaval y adolescente, concentrado en dibujar mapas imaginarios, y más tarde "planos" y diagramas de máquinas inexistentes. «Mis primeros dibujos fueron mapas», ha explicado, y como prueba nos ha puesto un par de imágenes de ellos, «y después me interesé mucho por la alquimia». Más tarde, ya como estudiante de grado, llegó a la que denomina estética de la función. «Me encanta crear imágenes que "tengan una función". Desde ahí desarrollé lo que llamo estética de la función, es decir, la estética que surge cuando estás pensando en algo que "funciona"». Neil también decidió hace una década mantener escrupulosamente un cuaderno de bocetos donde apuntaba todas las ideas narrativas/visuales que se le ocurrían, y que tal vez podrían ser completadas algún día. 

Ese día llegó tras leer hace unos años novelas gráficas como Agujero negro de Charles Burns, o Blankets, de Craig Thompson, y sobre todo tras descubrir un año más tarde el Love & Rockets de los hermanos Hernandez, un material que le inspiró profundamente y le llevó a pensar seriamente en la posibilidad de hacer su propia novela gráfica. «De repente, las ideas de 10 años de mis cuadernos de bocetos cobraron vida», y se convirtieron en Easy Pieces, el cómic que puede leerse íntegramente en ese enlace de su página web. Claro que la edición impresa de Easy Pieces, en un formato singular que consiste en un sobre primorosamente editado que contiene varios cuadernos y pliegos, es lo suficientemente chula como para que quiera conseguirla antes de volverme para España. 

Neil ha explicado igualmente su experienca en el MoCCa Fest, adonde acudió con un stand para promocionar y vender su Easy Pieces. «Autoeditarse es divertido, pero la realidad del negocio de los cómics es que hay poco dinero», ha explicado. «De todos modos, frente a los 4.000 dólares que cuesta un stand en la Comic Con de San Diego» –que por cierto está teniendo lugar estos días en su edición de 2013–, «en el MoCCa Fest el stand me costó 300 dólares. Y para mí no importa si los recuperas o no con tus ventas, teniendo en cuenta la cantidad de gente que conoces y de amigos que haces en un festival como ése. La "comunidad del cómic" es un grupo de gente en una habitación». 

Para terminar, y antes del turno de preguntas del público, Neil nos ha enseñado alguno de sus trabajos de animación. Recomiendo muy mucho que veáis esta pieza corta, Ouverture. No os arrepentiréis.

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Más: Santiago García, nuestra avanzadilla en los States, ya descubrió a Neil Dvorak –en el Mocca Festival precisamente– y nos habló de él en mayo del año pasado. En este texto que enlazo.


1 comentario:

Los viajes que no hice dijo...

"I hope one day the whole world can see it, and perhaps it makes a few of them happy" - [He estado trabajando en mi cómic un par de años] Espero que, un día, el mundo entero pueda verlo y, quizá, a algunos de ellos, les haga felices".

Me he emocionado. De verdad.