Desde sus futuros imaginados, la ciencia ficción suele hablar de los miedos del presente, y el cómic de Ana Galvañ Pulse Enter para continuar (Apa-Apa, 2018) no es una excepción. Es sintomático que, en particular desde Blade Runner (1982) y el cyberpunk literario de los ochenta, la ciencia ficción tienda a situarse en futuros «sucios» y plausibles alejados de las viejas utopías de tecnología aséptica. O que bastantes ideas de la anticipación cyberpunk se hayan hecho realidad en estas tres décadas: el «ciberespacio», las megaurbes multiculturales, los problemas ambientales de la nueva era geológica que, tras el Holoceno, algunos científicos denominan ya Antropoceno, con la humanidad como principal agente de cambio medioambiental global.1 Resulta significativo que una de las historias «futuristas» de Pulse Enter para continuar sea básicamente una representación extrañada, entre Ballard y el absurdismo surrealista, de las humillantes entrevistas de trabajo que ya tienen lugar en el presente neoliberal. Como señaló Fredric Jameson, nos resulta más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo.2
1 Véase Manuel Arias Maldonado, Antropoceno. La política en la era humana, Barcelona: Taurus, 2018.
2 Fredric Jameson, «Future City», en New Left Review 21 (mayo-junio 2003), disponible online en https://newleftreview.org/II/21/fredric-jameson-future-city (acceso: 23/09/2018).
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En el nº 23 de la revista Fuera de Margen publico el artículo titulado "Futuros presentes", sobre Pulse Enter para continuar (Apa-Apa, 2018), de Ana Galvañ. Mi texto sigue en la revista impresa
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